Universidad

17/12/2019

Universidad de Rosario: una ciudadanía restringida para los colegios preuniversitarios

Consejera estudiantil facultad de humanidades

La Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aprobó este viernes un proyecto que crea “consejos académicos” de gobierno en las escuelas medias (preuniversitarias).


El proyecto de la alianza radical peronista, que responde al rector Franco Bartolacci, establece que estos consejos estarán integrados por cuatro representantes docentes, dos estudiantes, un graduado y un no docente (electos por el voto de sus claustros respectivos). Son meramente consultivos (o sea, no resolutivos) y dependientes del Rectorado. Al mismo tiempo, los directores de estos consejos son electos por una votación directa ponderada en que está subrepresentado el claustro estudiantil. A su vez, la representación de estos consejos en el Rectorado (órgano de gobierno de toda la UNR) se restringe a los tres directores de los consejos creados. A tal efecto, el Consejo Superior de la UNR pasará de 36 a 39 miembros.


En pocas palabras, se trata de un proyecto para enmascarar que no quieren que los preuniversitarios tengan plena ciudadanía.


La gremial docente universitaria COAD presentó un proyecto alternativo que no fue aprobado y que equiparaba a las escuelas medias con las facultades proponiendo la formación de consejos directivos propios para dichas escuelas (estos sí son resolutivos).


Desde la UJS y la agrupación Naranja de docentes universitarios acompañamos este proyecto (que obtuvo 86 votos, frente a los 187 de la propuesta oficial). Sin embargo, señalamos sus límites: la propuesta de que estudiantes puedan votar a sus autoridades recién teniendo el primer año completo y poder postularse a consejero desde los 16 excluye a quienes estudian desde los 13 años. En ese sentido, ha habido otras experiencias de pre universitarios como el Carlos Pellegrini en Buenos Aires, el cual con la lucha y la movilización estudiantil, conquistaron que todxs lxs estudiantes puedan votar desde primer año. Asimismo, el proyecto no establece –al igual que el proyecto oficial- una representación de estudiantes y docentes de estas unidades académicas en el Rectorado.


Un gobierno de camarillas


Al gobierno de la Universidad y las facultades lo eligen los claustros (docente, estudiantil, graduados, no docente). Actualmente les estudiantes somos una minoría a la vez que muchos docentes ad honorem que dan clase frente a nuestros cursos no tienen la posibilidad de elegir a sus representantes docentes. Entonces ¿quiénes deciden por toda la comunidad educativa? Las camarillas universitarias. Estas camarillas profesorales son la correa de transmisión de las políticas privatistas e impulsan todo tipo de negociados. Convenios, pasantías, “formación laboral”, son los nombres con los que se hacen pasar acuerdos con empresas privadas tales como General Motors, Techint o Acindar, que se nutren así de mano de obra más barata.


El régimen universitario acompaña el vaciamiento presupuestario con reformas privatistas hacia la educación: arancelamiento progresivo de contenidos y creación de carreras de posgrado en detrimento de las de grado. En este año han hecho un “blanqueamiento” de centralización de los recursos de todas las facultades hacia el Rectorado, aumentando la caja negra de la Universidad, que sabemos que no contribuye al desarrollo de las facultades y las carreras de grado, porque basta solamente con echar un vistazo a la deplorable situación edilicia (que también sufren los pre universitarios).


Este debate pone en blanco sobre negro el verdadero régimen antidemocrático que domina el gobierno universitario. Tiene que ser el puntapié para luchar por la verdadera democratización de los órganos de cogobierno universitario y por una mayoría estudiantil, una mayoría del sector más dinámico de la Universidad. Conseguir la ciudadanía plena es el primer paso para que pre universitarios se sumen a las batallas que damos al interior de las facultades: contra el ajuste, la privatización de nuestros contenidos, para terminar con las elecciones ponderadas por claustro, la degradación de las carreras de grado, por renta para los más de dos mil docentes ad honorem y por un plan de becas que realmente satisfaga las necesidades estudiantiles.