Universidad

8/5/2020

Universidad de Salta: las autoridades imponen la virtualización forzosa que provocará mayor deserción

En el día de ayer por la noche, el rector de la UNSa, Víctor Claros, con una resolución ad referéndum (una especie de DNU) decidió, a espaldas de todos los estudiantes y docentes de la Universidad, aprobar una resolución que reconozca la validez de las clases virtuales dictadas en el periodo de cuarentena. La resolución, que consta de cuatro artículos roza, la ambigüedad pues deja abierta la posibilidad de que se realicen instancias evaluativas.


Citamos textualmente lo que dice el artículo 1°: “Asegurar el derecho a la educación de los estudiantes de la Universidad Nacional de Salta y, según las decisiones adoptadas por cada unidad académica reconocer la validez de las actividades con modalidad virtual desarrolladas durante todo el periodo en que se mantenga vigente la suspensión de las actividades presenciales en esta Universidad”.


¿Cuál es el problema en una resolución de este tipo? El problema es que cientos y cientos de estudiantes se van a ver forzados a mantener una cursada que en muchos casos no pueden acceder por no contar con las condiciones necesarias, como ser tener una PC o por no contar con el servicio de internet, entre otros problemas que pueden escapar a la voluntad de los estudiantes como ser la falta de comisiones, la inflexibilidad en los horarios de cursada, etc., etc.


El mismo rector Víctor Claros hace unas semanas salió a reconocer que existen grandes limites en las clases virtuales, producto de la presión de los estudiantes y de la opinión publica las autoridades se vieron obligados a repartir módulos alimentarios y “becas” superlimitadas de conectividad a tres mil estudiantes por un monto de $600 pesos a cada uno y solo por dos meses, en una Universidad que supera a los 30.000 estudiantes.


Entonces ¿buscan realmente asegurar la educación de los estudiantes? De ninguna manera, con una resolución de este tipo lo que lograrán las autoridades de forma intencional es avanzar en la exclusión de un gran número de estudiantes volviendo a la virtualidad en un gran colador donde regirá el “sálvese quien pueda” donde estudiantes y docentes quedan a su suerte.


Otro problema será a la hora de que cada “unidad académica” decida, pues esto abrirá una rendija entre las diferentes camarillas y entre los docentes y los alumnos. Como se ve, la medida es completamente hostil, primero con los estudiantes, segundo con los docentes, los cuales muchos de ellos están precarizados y con parte de sus salarios en negro o son ad-honorem en otros casos.


Es por todo esto que desde la UJS-PO rechazamos y repudiamos la resolución aprobada el día de ayer a espaldas del movimiento estudiantil y exigimos que se dé marcha atrás a todo intento de establecer esta virtualidad forzada y precaria como instancias evaluativas, y llamamos a todo el movimiento estudiantil, a los centros de estudiantes, a pronunciarse en contra de estas medidas.


Solo podría validarse un cursado virtual en los casos donde la participación haya sido del 100% de los inscriptos y con el consentimiento de los mismos. Solo así se garantiza con seguridad de que no haya exclusiones.


Para que la crisis social, agudizada por el Covid-19, no se vuelva una deserción masiva, exigimos a las autoridades universitarias, al gobierno nacional y provincial que garanticen las condiciones necesarias para poder mantener las cursadas virtuales a la totalidad de los estudiantes que lo necesiten, así como también exigimos la universalización de las becas Progresar y el aumento a $10.000 de las mismas.