El jueves 7 de marzo, el estudiantado de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) salió masivamente a la calle para repudiar el aumento del precio del comedor. La Asamblea General resolvió cortar los accesos al Campus Resistencia y movilizar a un acto oficial dentro de la Facultad de Humanidades, como consecuencia de la decisión de las autoridades de no dar marcha atrás con el precio del ticket (pasa de 12 pesos a 18) y solamente aumentando de manera ínfima las becas de comedor.

En ese sentido, la medida de fuerza fue multitudinaria. Estudiantes de todas las carreras, tanto independientes como nucleados en la UJS y otras agrupaciones, dijeron presente en el corte de la avenida lindante a la universidad y el bloqueo a los portones de entrada durante toda la mañana del jueves pasado. El kirchnerismo se fue antes y la Franja Morada no apareció.

La jornada terminó con una movilización masiva a la nueva Biblioteca de Humanidades, donde se encontraban las autoridades realizando la inauguración oficial con bombos y platillos. No esperaban la llegada del estudiantado, efervescente y dispuesto a enfrentar el ajuste, por eso el decano kirchnerista Aldo Lineras mantuvo una discusión acotada en los pasillos de la facultad y terminó optando por cerrar las puertas de la flamante obra dejando afuera a los estudiantes.

La movilización ratificó una línea de lucha por el ticket a 12 pesos que la UJS defendió tenazmente, contra los intentos (inclusive de la dirección de la Federación Universitaria del Nordeste -Fune-, el PCR) de arreglar el tema con un aumento de las becas. Instalamos la denuncia de que el comedor es manejado por una fundación, la Fundunne, que tiene participación de diputados radicales y ex funcionarios del PJ, además de la rectora y su hermano. El año pasado, según datos de la UNNE, recibió 13.400 millones de pesos. Y sumando un estimado de recaudación, tuvo 4 millones de superávit. No se sabe donde está esa plata.

Al tarifazo contra los estudiantes se agregan despidos de trabajadores del mismo sector, que además sufren la precariedad laboral y, si bien no corresponde directamente a la UNNE, se suma ahora el aumento del pasaje de colectivos interprovinciales de 7 a 15 pesos. El bolsillo de los estudiantes y trabajadores no llega.

La movilización cambia el cuadro en la UNNE, porque abre a una masiva intervención estudiantil para enfrentar el ajuste. La asamblea general de la Fune votó el apoyo al paro de Conadu Histórica y la intervención masiva con clases públicas. Otro reclamo fundamental es enfrentar el tarifazo del Chaco- Corrientes, que va a 10 pesos y que afecta fuertemente a los estudiantes que tienen que trasladarse entre las distintas sedes.