Universidad

9/3/2022

Ajuste

Universidades bonaerenses: el pacto con el FMI se hace sentir en la vuelta a clases

Falta de cupos, quita de becas, problemas de infraestructura. Un panorama del ajuste en curso.

Movilización en La Plata contra el recorte de las becas.

El comienzo de clases presenciales en algunas universidades de la provincia de Buenos Aires confirmó lo que todos temíamos: el pacto del gobierno con el FMI vino para llevarse puesta la universidad pública, aunque los rectores lo quieran presentar como un salvavidas. Los 30 puntos que la inflación le roba al presupuesto universitario son parte del sendero ajustador.

La UNGS, sin espacio en las cursadas

En la Universidad de General Sarmiento (UNGS) los estudiantes iniciaron un proceso de autoorganización mediante asambleas (por fuera de la conducción peronista del centro de estudiantes) para enfrentar el cupo en las comisiones, que dejan a cientos de estudiantes sin lugar en las cursadas. El rectorado no les asigna comisión y los llama a aguardar en lista de espera, es decir a que otros estudiantes por algún motivo decidan no cursar y de esa manera ocupar ese espacio.

El rectorado de la UNGS año tras año muestra que la universidad crece en matrícula y que eso es un “orgullo”. Lo que no cuenta es que la capacidad instalada en el campus es incapaz de absorber esa matrícula. Corresponden nuevas comisiones con nombramiento docentes, y desde ya la construcción de un nuevo edificio donde cursar. La vuelta a la presencialidad expone el estado crítico de la infraestructura universitaria.

Además, desde hace muchísimos años la universidad ponía a disposición de la comunidad educativa un colectivo universitario desde Lemos hasta el campus, que permitía ahorrarse un pasaje y sobre todo ir y volver de manera relativamente segura, en especial a la salida del turno noche (22:00). Este año el transporte universitario feneció.

La salida es luchar por un presupuesto acorde a las necesidades de la comunidad educativa y una partida extraordinaria para construir un nuevo módulo con aulas. Tanto el rectorado como El Puente (conducción del centro de estudiantes) rechazan dar esta lucha. Llaman a los estudiantes a resignarse.

Unsam, la ESI privatizada

En Humanidades de la Universidad de San Martín (Unsam) el panorama también expone el ajuste. Los estudiantes de primer año fueron notificados que este año la beca para apuntes no existe. Es una beca elemental para que muchos puedan aliviar mínimamente los gastos de estudiar. En momentos donde crece la inflación, se devalúa la moneda y aparecen los tarifazos, esta quita representa un puntal para la deserción estudiantil y aumenta la desigualdad al interior de la universidad, empujando al sector empobrecido a abandonar la cursada.

La aberrante violación en grupo de la semana pasada que incluyó entre sus ejecutores a dos estudiantes de la Unsam, reabrió la lucha por la ESI laica científica y gratuita dentro de la universidad. Pese a que el rectorado habla en clave feminista, en la universidad la educación sexual está arancelaria. Los negocios están primero.

Recorte de becas en la UNLP

En la UNLP el ajuste se hace sentir en el recorte brutal de becas, ya que rechazaron el 92% de las solicitudes. Esto cuando vemos un aumento general del costo de vida, en particular en los alquileres que golpea duramente a miles de estudiantes del interior que se mudan a La Plata.

La conducción kirchnerista de la FULP convocó a una movilización con la única intención de responsabilizar a la Franja Morada por el ajuste en Bienestar Estudiantil. Una impostura, pues tanto el peronismo como el radicalismo cogobiernan la universidad, y ellos mismos aprueban los presupuestos de ajuste. Para impulsar de verdad la pelea por las becas que hacen falta, la movilización fue copada por la izquierda, con una gran columna de la UJS y la Juventud del Polo Obrero.

Sobre esa perspectiva, y contra la parálisis de corrientes como Patria Grande presas de sus contradicciones por su apoyo al gobierno que nos entrega al Fondo, daremos una pelea en las próximas elecciones estudiantiles para recuperar los centros y ponerlos a disposición de la lucha en defensa del derecho a estudiar.

A organizar la lucha contra el ajuste

El año universitario recién está comenzando, pero la tendencia a la organización estudiantil contra el ajuste ya se expresa. Hoy la mayoría de las conducciones de los centros de estudiantes están integradas al gobierno fondomonetarista, pero su capacidad de contener los reclamos estudiantiles se achica ante el hartazgo por el ajuste y el hundimiento en la pobreza de millones de familias trabajadoras cuyos hijos van a la universidad pública.

La tarea del momento es desenvolver una amplia agitación política en cada universidad contra el pacto del gobierno con el Fondo, exponiendo la catástrofe que significa dentro y fuera de la universidad, y organizar la pelea por todos los reclamos, codo a codo con todos los movimientos de lucha contra el ajuste. Vamos por ello.

El jueves 10 marchemos al Congreso para rechazar el acuerdo con el FMI.