Vía algunos medios locales, nos fuimos enterando por boca del Rector Franco Bartollacci (Franja Morada) que en la Universidad de Rosario habrá un curso de ingreso este 2021, que se sumará a los cursos para ingresantes ya existentes en varias carreras, y a su vez se creará un programa de tutoría para los ingresantes.

Como estos anuncios se dieron sin ningún tipo de discusión en los órganos de gobierno de la Universidad, y hasta el momento mucho menos votado, claramente el rectorado morado-peronista sigue demostrando que gobierna la universidad como una camarilla. Es por esto también que muchas son especulaciones, pero viniendo de un rectorado ajustador, que aceptó en el CIN gestionar la facultad con ajuste menor que al del 2019, el movimiento estudiantil y la docencia, debemos levantar la guardia.

¿Habrá examen de ingreso?

A pesar de que estos anuncios son presentados como herramientas para los estudiantes que transitaron su último año de secundaria de manera irregular, no hay precisiones.

El Rector en una nota para el diario El Cuidadano declaró: “Estos módulos serán complementarios de los cursos que cada ingresante deberá hacer primero según lo establecido por su Facultad. No serán obligatorios, sino una herramienta más que ponemos a disposición para que el ingreso sea en mejores condiciones ” (12/10)

Pero… en un reportaje en Radio 2 del día 21/10, Bartollacci declara que será obligatorio el curso y ante la pregunta de los periodista de si habrá algún exámenes para evaluar el curso, balbucea sin dar una respuesta clara. Desde ya que de está planteada esta gran pregunta, todo instancia de cursado presenta alguna instancia para evaluar los contenidos dados, por ende la universidad contaría con un examen de ingreso excluyente. Y de ser así, muy alejado de ser una herramienta para los estudiantes.

Lo que intenta ocultar con sus declaraciones grandilocuentes el Rector, es un balance acerca de los verdaderos problemas que tenemos los estudiantes, solamente con ver como en el tramo virtual la deserción estudiantil osciló en el 50% debido a la “virtualización forzosa”, como bien denuncia la docencia universitaria combativa, una modalidad que fue impuesta sin asegurar a estudiantes y docentes lo materiales mínimos para la conectividad (computadoras e internet).

Las becas de internet dadas por la UNR llegaron 3 meses tarde, pero el rector no anuncia ninguna medida real que apunte a revertir esto, directamente presenta este año virtual como UN gran éxito, en el cual fracasó el 50% de la matrícula estudiantil. Como se ve, la gestión de Franja Morada mide la excelencia según una política excluyente.

La UCR “progresista” funciona como una correa de trasmisión del ajuste que está llevando a cabo el gobierno de Alberto Fernández.

“Programa de tutorías”, más precarización laboral en la universidad

El rector también anunció un programa en el cual ingresante tendrá asignado un tutor, que será un alumno avanzado de la Carrera. El tutor ayudará a sus inquietudes para el ingreso en la vida universitaria al ingresante. Los actuales tutores de la UNR cobran $100 la hora. Alerta COAD.

La figura del tutor, que es presentada como una iniciativa que busca apuntalar la solidaridad entre estudiantes, no es otra cosa que precarización laboral, lo que ya es un método de gestión para el rectorado. Nuestra universidad en gran parte esta sostenida con un tendal de docentes ad honorem, que en llevaron adelante durante la pandemia una parte de las tareas administrativas y de seguimiento de los alumnos, sin cobrar. Este es el modelo de universidad que pregona el rectorado.

Desde la UJS denunciamos este método antidemocrático de anunciar medidas que no fueron debatidas por los diferentes claustros, que es propio de la camarillas que gobiernan la universidad a favor de los intereses anti educativos.

Rechazamos de plano cualquier tipo de examen de ingreso que sea excluyente planteando un filtro para el ingreso a la universidad pública, gratuita y laica.

Reclamamos que se tomen medidas reales para terminar con la deserción estudiantil. Plata para educación, no para el Fondo Monetario Internacional.