Universidad

24/9/2021

Unsam: plantean virtualidad permanente en el ingreso y algunas materias de primer año

Es para Ciencia y Técnica, una forma de administrar el ajuste que profundiza la deserción.

Presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencia y Tecnología de la UNSAM

En la última reunión de consejo en Ciencia y Tècnologìa en la Unsam (Universidad Nacional de San Martín, las autoridades plantearon que se estaba discutiendo la “bimodalidad” permanente para el CPU (ingreso), siendo el principal objetivo “relajar la demanda sobre la infraestructura”. Aún no hay resolución. El decano y la secretaría académica informaron que “se estaba discutiendo con algunos equipos docentes”.

¿Qué implicaría esta bimodalidad?

Las autoridades plantean una bimodalidad en la que se dicte el contenido solo de forma virtual, y conservar presencial solo clases de consulta y evaluaciones. En el CPU o hasta algunas materias de primer año, plantearon la posibilidad de una primera instancia de evaluación a través del moodle (virtual) y una segunda instancia presencial para quienes aprueben. Se mencionó además que se debía “conservar y potenciar los laboratorios remotos, para que los recursos necesarios para que los alumnos accedan a los laboratorios sean menores”.

Administrando el ajuste educativo

Todo el debate se está dando en torno a básicamente cómo administrar el ajuste, que se traduce en este caso en falta de espacios y docentes. Los criterios que rigen para estas decisiones son “relajar la demanda sobre la infraestructura” o descomprimir el problema de la superpoblación, y no objetivos pedagógicos.

No sorprende, porque como venimos denunciando desde La Caldera, presidencia del CECyT, hace años la cantidad de inscriptos crece y no así la cantidad de comisiones y docentes, y menos aún espacios físicos. Esto ya venía trayendo problemas; cupos en algunas materias, materias que tuvieron que reducir número de TPs porque no daban abasto para corregir, imposibilidad de hacer consultas por la enorme sobrecarga docente. La virtualidad se ha desarrollado por medio de una profundización de la precarización laboral de docentes, que mientras reciben un salario nefasto. Ahora la vuelta a la presencialidad plantea la imposibilidad fìsica de meter a todxs esos alumnxs en las aulas existentes, y con la actual cantidad de docentes. Más aún si pensamos que se va a tener que respetar algún protocolo de distanciamiento.

La única solución que plantean las autoridades es consecuente con el ajuste educativo: hacer el año más solicitado y más recursado de la escuela virtual.

Hacer de la virtualidad -excepción que tuvimos que transitar en pandemia- la regla es un viaje hacia la profundización de las desigualdades. Basta saber que la ausencia de conectividad (internet y/o dispositivos o computadoras para uso individual) se ha convertido en la mayor barrera de acceso a la educación. Ni la universidad ni la escuela han garantizado el acceso a compus y wifi para quienes no lo tenían. El nivel educativo y económico del hogar han magnificado sus efectos sobre los estudiantes. Es inhumano que esto se informe sin ninguna referencia a qué pasa con quienes no tienen los medios para acceder a la educación virtual.

Además, el CPU ya funcionaba (presencialmente) como un filtro. Siete de cada 10 estudiantes quedaban afuera. Lxs estudiantes no entraban en las aulas y este nivel de sobrecarga docente ya implicaba obviamente una degradación del proceso de aprendizaje que llevaba a estos altísimos índices de abandono y deserción. Algunos recordarán las clases de apoyo de La Caldera, en las que hemos llegado a recibir cientos de estudiantes en un día. La virtualidad aplicada de esta forma, viene a reforzar ese filtro.

La situación crítica de la universidad, que se ha agravado por la pandemia, tiene su raíz en años de ajuste, vaciamiento y privatización. Los espacios insuficientes son uno de los grandes problemas de la Unsam. En el presupuesto educativo para el 2021 el aumento fue de 17% mientras que la inflación ya es de 32%. Fue un ataque en regla que profundizó este problema, sumado al golpe al salario docente, la eliminación de la cláusula gatillo y en la falta de becas y condiciones de conectividad. Todas caras del desfinanciamiento educativo que bajo falsos aumentos que se los termina comiendo la inflación es moneda corriente desde hace años. El propio Perczyk, nuevo ministro de educación que hasta su asunción se desempeñaba como secretario de Políticas Universitarias, solicitó un presupuesto para 2022 para las universidades que salvo que la inflación sea menor al 20% (lo cual parece por lo menos dudoso) se tratará de un nuevo ajuste.

Virtualidad… ¿sí o no?

La vuelta a la presencialidad no tiene que ser un borrón y cuenta nueva, tirando a la basura el material y los nuevos recursos que la excepción de la virtualidad en la pandemia dejó. Es clave que estos recursos se sigan utilizando. Son menos las posibilidades didácticas que presentan las clases virtuales que las presenciales, pero la suma de ambos recursos es mayor que uno de ellos por su cuenta. Más aún conscientes de que hay estudiantes que por cuestiones de distancia, trabajo, salud, u otras, el acceso a la clase virtual implica la posibilidad de poder continuar la cursada. Consideramos que el acceso a las clases virtuales de forma opcional es positivo y necesario, pero no el reemplazo de las clases presenciales por virtuales.

Por eso rechazamos la bimodalidad que proponen, y nos organizamos para que el debate de la vuelta a clases no sea sobre cómo administrar en CyT el ajuste en curso, si no sobre la defensa de nuestra formación académica, de calidad, y como un derecho para todxs y no un privilegio para lxs que pueden.

Planteamos nuestro completo rechazo a que las autoridades de CyT pretendan dar este debate a espaldas de la gran mayoría de la escuela. No queremos desayunarnos el año que viene con una bimodalidad en el ingreso. Por eso, desde ya enviamos a las autoridades de la escuela la exigencia de que las instancias de debate sobre cualquier cambio de la modalidad se den de forma democrática, con la participación de estudiantes y docentes que puedan votar. El formato que están llevando adelante, de consulta a algunos docentes, y que las autoridades finalmente definan, es solo una forma de imponer una modalidad compatible con el ajuste educativo.

Desde la UJS, conducción del centro de estudiantes, queremos abrir este debate entre lxs estudiantes de CyT, hacernos de un pliego de reclamos hacia la vuelta a la presencialidad, y organizarnos por eso. Por eso convocamos a una reunión abierta del CECyT lunes 27, a las 16.30hs.

Vamos por presupuesto para más docentes y más comisiones. Que se publique la distribución de aulas y laboratorios. Basta de mesadas alquiladas a empresas mientras lxs estudiantes no tenemos espacio para cursar. Que se ponga a disposición el presupuesto para la construcción de más aulas y laboratorios. No al ajuste en el presupuesto educativo.