Universidad

9/11/2017|1482

Votos para Macri y Barbieri

Balance de las asambleas que eligieron los nuevos consejeros superiores

La semana pasada se realizaron las asambleas de los tres claustros para elegir a los consejeros superiores de la UBA. Estos se eligen de forma indirecta, a través de los consejeros directivos de las facultades, con lo cual su resultado refleja parcialmente la relación de fuerzas en la universidad; una relación medida, claro está, bajo los estándares del antidemocrático régimen de cogobierno de la UBA, donde los llamados “profesores” constituyen el 2% de aquellos que dan clases y la masa docente sólo vota en el claustro de “graduados”, diluida por el peso de los aparatos profesionales. Es necesario sacar todas las conclusiones que se desprenden de los resultados.


 


Puentes al ajuste


 


En profesores, la novedad fue la presentación del bloque oficialista en dos listas distintas. Por un lado, se presentaron las camarillas vinculadas con la UCR-Franja Morada y, por otro, una lista que nuclea a los decanos peronistas que integran la gestión de Alberto Barbieri. No se trata, sin embargo, de una fractura del Rectorado, sino de una forma de tender puentes a los grupos que el retroceso del kirchnerismo dejó huérfanos. La reivindicación de una identidad peronista sirve como lubricante para comprometer a los decanos y camarillas K en la gestión de la UBA y en la aplicación de las reformas macristas. Hay, claro está, un factor material que opera por debajo de este “reflorecimiento ideológico” de los profesores: es la guita que bajó el gobierno para abultar los llamados “gastos de funcionamiento”. En el caso de la UBA, el Presupuesto 2018 que Macri envió al Congreso refuerza esta caja a disposición del rector y los decanos, mientras congela la planta docente y recorta fondos para hospitales y becas (el proyecto del nuevo Hospital de Clínicas, anunciado con bombos y platillos, quedó archivado hasta nuevo aviso).


 


Como entendieron en su momento los Kirchner, el gobierno de Cambiemos es consciente de que mantener aceitado el régimen universitario es un punto clave para arremeter contra las conquistas de la universidad pública y gratuita. Las terceras listas del centroizquierdismo K lograron mantener sus minorías, tanto en profesores como en graduados. No escapan, sin embargo, a estas políticas y prebendas: actúan como resorte de los decanatos de Exactas y Filosofía, comprometidos con el ajuste y las reformas en sus facultades. 


 


El movimiento estudiantil


 


La mayoría estudiantil (tres consejeros) quedó nuevamente en manos de Nuevo Espacio-Franja Morada. La izquierda, representada por la UJS-PO, logró retener una minoría en frente con La Corriente-CR de la Fadu. Nuestros compañeros Juan Winograd, de Exactas, y Laura Alvarez, de Medicina, asumirán como titular y suplente, respectivamente. La otra minoría quedó en manos de un armado entre el Movimiento Linealmente Independiente (MLI) de Ingeniería y la UES de Sociales, al cual el Rectorado garantizó los votos para llegar al 20% necesario (ver aparte). La Mella y la Cámpora, que hace dos años habían llegado a una minoría gracias a los votos del MLI, ahora se quedaron afuera, dejando en evidencia la fragilidad del kirchnerismo arrojado a sí mismo.


 


Todos al Foro por la Democratización


 


En este cuadro, frente a la Asamblea Universitaria antidemocrática que viene a allanarle el camino al ajuste y las reformas del macrismo, el Foro por la Democratización convocado para el próximo jueves 23 en Filosofía y Letras por los estudiantes de la UJS, la Agrupación Naranja de docentes e investigadores universitarios y la Agrupación Bordó de los trabajadores no docentes es la única expresión antagónica.


 


En su asamblea general, la AGD ya votó marchar masivamente el 4 de diciembre contra la Asamblea Universitaria de Macri y Barbieri. Ahora, la Fuba y los centros de estudiantes tenemos que tomar la palabra. La UJS promoverá la realización de asambleas en todas las facultades para que los centros fijen posición e impulsen la campaña. Con una gran movilización política hacia la Asamblea Universitaria reforzaremos la capacidad de acción del movimiento estudiantil, docente y no docente frente a los golpes del gobierno y las autoridades.