Inmenso 24M en Rosario: el Encuentro Memoria Verdad y Justicia dijo claramente “no a la militarización”

A 48 años del golpe genocida.

Foto: corresponsal

Una enorme movilización copó las calles rosarinas en el 48 aniversario del golpe genocida, contra la política negacionista de Milei y Villarruel, y su plan motosierra de hambre contra trabajadores y jubilados. Se recordó y reivindicó la lucha de los 30 mil detenidos/as desaparecidos, rechazando de plano que desde lo alto del poder se quiera relativizar el terrorismo de Estado que funcionó con campos de exterminio y robo de bebés, y se exigió el esclarecimiento del atentado político contra la militante de H.I.J.O.S. ocurrido a principios de marzo.

El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia movilizó de manera independiente, en el marco de un debate nacional y frente a la particular situación de Rosario.

Desde hace años el EMVyJ moviliza rechazando “la represión de ayer y de hoy”, es decir  denunciando la continuidad del aparato represivo de la dictadura bajo los sucesivos gobiernos democráticos (jueces, fiscales, fuerzas represivas, políticos que fueron funcionarios durante el Proceso); las políticas de represión como el “Proyecto X” para el espionaje interno y la Ley Antiterrorista impulsadas por el kirchnerismo; la designación de César Milani como jefe del Ejército, pese a las denuncias de la familia del conscripto desaparecido Ledo de La Rioja por su rol protagónico en delitos de lesa humanidad; o el 2×1 de Macri que enterramos en las calles.

También denuncia la desaparición de personas en democracia, como la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López en 2006, mientras el entonces jefe de gabinete Aníbal Fernández decía que seguramente “estaba tomando té con la tía”; o Luciano Arruga, entre un luctuoso etcétera. El asesinato de militantes socialistas y populares bajo los gobiernos peronistas y radicales es otro aspecto siempre presente, como los de Mariano Ferreyra, Kosteki y Santillán, o los asesinados por De la Rúa en la represión del 2001.

Otro punto es la criminalización de los luchadores populares a manos de los gobiernos que dicen  defender la democracia, pero acusan de “femicidas” a sindicalistas por reclamar aumentos de salarios, como Alicia Kirchner en Santa Cruz; o los meten presos por tuitear, como Gerardo Morales en Jujuy; y la represión directa a las luchas, como Sergio Berni desalojando la ocupación de tierras de Guernica a palazos para defender la instalación de un country.

Si bien un sector del EMVyJ propuso procesar este debate de cara a la población movilizada, el espacio oficial ligado al peronismo no habilitó que podamos leer un documento que denunciara esta realidad, lo cual provocó la convocatoria de dos marchas y actos separados.

A nivel Rosario, esta divergencia se vio ahondada por la presencia del gobierno de Pullaro en la marcha, con la UCR y el Partido Socialista agitando banderas democráticas mientras desenvuelven una política de seguridad “a lo Bukele”, con torturas y vejámenes en las cárceles, razzias y la militarización de los barrios. Mientras el intendente Pablo Javkin y el gobernador plantaban árboles por la memoria, se dedican a recorrer los medios nacionales para hacer campaña en favor del desembarco del Ejército en Rosario. Frente a esta orientación, el PJ santafesino sumó su apoyo: “Es el momento de acompañar. Si nos necesitan, estamos”, dijo su presidente Ricardo Olivera (La Capital, 12/3), mientras que el gobernador Axel Kicillof abonó a la militarización enviado a patrullar la ciudad a la repodrida Policía Bonaerense, que está hasta las manos en la protección del narcotráfico en la provincia de Buenos Aires.

Milicos en las calles Nunca Más

Por el contrario, las organizaciones que movilizamos con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia rechazamos toda esta orientación represiva frente al narcotráfico y la manipulación que se está haciendo de este flagelo para avanzar con régimen de excepción en beneficio de Bullrich y Milei. Se denunció al conjunto de los gobiernos que aplicaron la misma receta fracasada y se planteó todo un programa de salida, empezando por la nacionalización de los puertos, privatizados y provincializados bajo el gobierno de Menem en 1992 y que sostuvieron todos los gobiernos posteriores.

Junto con esto se planteó el punto clave sobre cómo enfrentar a Milei, frente a la tregua de la CGT y las CTAs luego del paro del 24 de enero. Un reclamo que sin dudas es un sentir popular, de punta a punta del país, frente a las consecuencias insoportables del plan económico de guerra contra el conjunto de la clase trabajadora. Existe una extendida conciencia social entre el activismo anti Milei de que hay que derrotarlo ahora, y que el método es la lucha obrera con paros, piquetes y un plan progresivo de lucha. En esta sentido, desde el Partido Obrero levantamos el planteo de organizar la huelga general hasta derrotar al gobierno de Milei, Villarruel, Caputo y Bullrich, defensores acérrimos de los capitalistas que impulsaron el golpe genocida.

En nuestro acto reivindicamos la resistencia del pueblo palestino contra el Estado genocida de Israel, cuando en Gaza se está produciendo una masacre con el apoyo del imperialismo mientras buena parte del progresismo elige callar. Y levantamos las banderas de  “la liberación nacional y social, con un gobierno de las y los trabajadores, por la revolución y el socialismo”, recogiendo nuestra historia militante.

Son 30 mil. Fue genocidio. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

Venceremos.

A continuación, reproducimos un fragmento del documento leído en el Monumento a la Bandera por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia de Rosario:

Bullrich y el gobernador Pullaro aprovechan el flagelo narco para actuar como Bukele, aplicar las llamadas “leyes antiterroristas”, querer reformar la Ley de Seguridad Interior, que busca habilitar a las fuerzas armadas en la represión interna, meter tropas yanquis en el Paraná y militarizar Rosario con apoyo de los demás gobernadores. Mientras este reforzamiento represivo se hace en nombre de la lucha contra el “narcoterrorismo”, el ministro de defensa Luis Petri, confesó que para el gobierno se trata de retomar las tareas de la última dictadura militar. Este nuevo desembarco no significará el desmantelamiento de ninguna red narco, como ya quedó demostrado en el pasado. Si hasta el momento teníamos a las fuerzas policiales locales, e incluso a la Gendarmería, como parte organizadora del narcotráfico, ahora también se sumarán el Ejército y la bonaerense de Kicillof a esa tarea. Incluso el PJ provincial apoyó a Pullaro en su pedido para que desembarque el Ejército en Santa Fe.

La crisis por narcotráfico que estamos viviendo, con los recientes asesinatos de trabajadores en sus lugares de trabajo, a manos de las bandas narco, demuestra que el Estado en su conjunto es organizador del narcotráfico, cómplice y garante de la impunidad. Desde las fuerzas represivas locales que directamente orquestan las bandas criminales, hasta la Gendarmería, Prefectura y el Ejército que permiten que en las fronteras y el espacio aéreo ingrese, se distribuya y se exporte la droga. Con la participación de jueces y fiscales; y fundamentalmente del poder político, como el actual ministro de Justicia, Cúneo Libarona, abogado defensor de narcotraficantes. 

El narcotráfico es un negocio multimillonario que se asienta económicamente en los puertos privatizados, dados en concesión por el Estado bajo el menemismo y sostenido por todos los gobiernos. Con el lavado de activos en la banca, en las financieras, en el casino, en las concesionarias de autos y en la especulación inmobiliaria. Un verdadero entramado narcosojero. Ningún reforzamiento represivo va solucionar la crisis narco, y solo va a traer más violencia estatal en los barrios contra la población trabajadora y sobre todo contra la juventud.

Desde este Monumento, y a metros del Paraná decimos: Basta de masacrar a les trabajadores y a la juventud. Exigimos medidas de fondo. Nacionalización de los puertos privados y de la banca bajo control de los trabajadores. Desmantelamiento de la narcopolicía. Reclamamos trabajo genuino, educación, salud y un futuro para los pibes y pibas, marginados por todos los gobiernos. Basta de impunidad. Justicia por todas las víctimas del narcotráfico. Denunciamos las zonas liberadas por el Estado.Por eso les decimos a Milei, Bullrich, Petri, Pullaro y Javkin no a la militarización de Rosario. Fuera el ejército y todas las fuerzas represivas.