El gobierno de CABA convocó una reunión de diputados de la Comisión de Salud para informar sobre la situación del dengue. El informe estuvo a cargo del subsecretario de Atención Primaria, Gabriel Battistella. Es la primera vez que el gobierno da cuentas frente al brote más importante de dengue regional y de CABA. La exposición careció de rigor científico y seriedad política, pese a que se trata de un tema que afecta profundamente a la población.

En primer lugar, el funcionario no respondió a ningún punto del pedido de informes aprobado en la Legislatura porteña hace casi un mes, en la primera sesión de Diputados. Pasando por alto las solicitudes hechas por varios diputados, incluido el PDI presentado por Gabriel Solano, limitó su exposición a un relato superficial del plan estratégico operacional de prevención de enfermedades transmitidas por el mosquito, información ya publicada en redes, omitiendo sobre la efectividad del mismo. Battistella no expuso números concretos ni estadísticas acerca del funcionamiento de dispositivos de detección de larvas, sobre cantidad y frecuencia de descacharreo, limpieza de calles, mantenimiento de plazas, visitas y seguimiento de contagios.

El tono autocomplaciente de la exposición da cuenta de la inoperancia con la que fue abordado el brote y augura un mal manejo futuro. Cuando se refirió al refuerzo del sistema de salud, osó destacar que se contrataron 30 (!) enfermeras para la atención de dengue, como si la contratación de 1 enfermero cada 100 mil habitantes tuviera el impacto sanitario necesario; una verdadera vergüenza. Gabriel Solano repudió enérgicamente esta escasa contratación, remarcando la precarización que sufren las y los enfermeros. Batisttella intentó aclarar el punto planteando que las unidades febriles (UFU) cuentan con 2 médicos, 2 enfermeros y 2 extraccionistas cada una. Esto resulta falso, en primer lugar, porque el gobierno anunció la apertura de 18 UFU; un esquema que para cubrir 5 turnos semanales de 12 hs requiere de mínimo 180 profesionales de cada rama.

En segundo lugar, no existió ninguna contratación de personal nuevo, sino que las UFU son cubiertas por personal de planta que accede a hacer horas extras. Por último, ninguna UFU cuenta con 6 profesionales durante las 12 hs en las que deberían estar abiertas; a lo sumo tienen 1 médico y 1 enfermero (el cargo de extraccionista no existe en los hospitales de CABA). La falta de personal radica en que el gobierno paga la hora extra el equivalente a menos de la mitad del sueldo de planta o titular. Por este motivo, como señaló Gabriel Solano, las UFU no abren todos los días.

El funcionario habló de la importancia de la comunicación y educación de los vecinos, destacando la labor de promotoras de salud. Y, nuevamente, el diputado del PO-FIT dejó al descubierto la precariedad con la que cumplen sus tareas las trabajadoras, siendo actualmente 143 para toda la Ciudad, con contratos y salarios de miseria.

Dentro de las falsedades que expuso Battistela estuvo el punto del repelente. El subsecretario sostuvo que todos los profesionales de los hospitales y los pacientes cuentan con repelentes para colocarse. La falta de repelentes, mosquiteros y medidas preventivas en los establecimientos públicos es conocida, a tal punto que pacientes internados por otras causas fueron contagiados. Ninguna respuesta dio cuando el diputado Gabriel Solano remarcó que promotoras y enfermeras tuvieron que cubrirse con tules para recorrer barrios por falta de dispositivos.

Otra de las cuestiones tratadas fue la falta de reactivos, algo que el funcionario adjudicó a un problema de índole comercial pero que la supuesta red hospitalaria habría solucionado, lo que contrasta con las denuncias de los trabajadores.

Los puntos acerca de cómo se prepara el gobierno para tratar las secuelas de este brote y los futuros se limitaron a repetir la receta ya conocida, sin innovaciones y sin ningún balance de la actualidad. Tampoco hubo respuestas acerca de cuánto presupuesto fue y será destinado al control de la arbovirosis más importante de la región.

El diputado Gabriel Solano, miembro de la Comisión de Salud y presente en la reunión, resaltó la falta de autocrítica del gobierno que, una vez más, ha fracasado en la prevención y tratamiento de una enfermedad que crece y se establece en la Ciudad. Contraponiendo al informe el colapso vivido en los hospitales, la falta de repelentes en góndolas y establecimientos, la nula respuesta para terminar con la precarización laboral con un plan estratégico real que no afecte las condiciones de trabajo con mayor sobrecarga y pluriempleo y responda a las demandas urgentes de la población.

La intervención de Batisttella mostró la ineficiencia con que fue abordado el brote por un gobierno que baja la guardia frente al dengue. Frente a esto, trabajadores de la salud y vecinos debemos mantenernos alerta y exigir un tratamiento serio y permanente del tema, para poner en pie un plan estratégico preventivo que pueda abastecer las demandas actuales, con la inclusión de la vacunación gratuita, refuerzo de personal, medidas preventivas y aumento de presupuesto acorde a las necesidades sanitarias.

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