Políticas

6/8/2023

El PTS es partidario de la disolución del movimiento piquetero combativo

Respuesta al partido de Bregman y Del Caño.

Marcha Federal (2022)

El PTS ha producido una respuesta contra las declaraciones de Vanina Biasi que reafirma un rumbo de ataques al movimiento piquetero, la organización de los sectores más explotados del país. Con el argumento de contestar los puntos de vista sobre el racismo, se ha despachado nuevamente con una catarata de ataques contra el movimiento que viene protagonizando las luchas más duras del país contra el ajuste del gobierno de Massa.

El agravante esta vez es que el PTS ignora totalmente el rol que el ataque al movimiento piquetero juega en la campaña electoral. De parte de todos los sectores de la derecha, pero retomando argumentos vertidos en su momento por Cristina Fernández (quien denunció a los que “marchan con banderas políticas por la 9 de Julio”), han hecho del enorme ataque al movimiento piquetero un eje en la campaña electoral. Este ataque busca responsabilizar al pueblo que se organiza por la enorme crisis nacional, que es responsabilidad de la clase capitalista. Apunta a dividir a los trabajadores y crear las condiciones para un avance más a fondo de las reformas antiobreras, de parte de quienes saben que el movimiento piquetero estará en las calles para enfrentarlo.

La campaña del PTS por la disolución del movimiento piquetero combativo

Lejos de ver esta realidad totalmente elemental en una campaña donde se vieron spots de García Moritán demoliendo el Ministerio de Desarrollo Social para sacar los piquetes del centro y llevarlos “al conurbano”, el PTS vuelve a la carga y redobla la apuesta con un ataque, que pretende dirigido contra la dirección del PO, pero que es un ataque a fondo al movimiento piquetero. El PTS sostiene que el objetivo de lo que llama “colaterales” (en realidad, organizaciones de lucha) “cuyo fin último termina siendo engrosar actos políticos partidarios que muchas veces no tienen nada que ver en forma directa con la lucha por las reivindicaciones del movimiento social”. O sea, que la intervención del PO en el movimiento piquetero termina siendo arrear compañeros a actos políticos contra su voluntad. Equipara a los compañeros con ganado de engorde de actos, y al PO con una banda de punteros, ignorando el trabajo político que se desarrolla en los barrios, los debates, las asambleas y la politización que recorre las filas de las organizaciones, o sea, el discurso de TN.

Cabe preguntarse qué acto de la izquierda revolucionaria podría no tener que ver con los reclamos contra el hambre, por trabajo, contra el recorte fondomonetarista en los planes sociales, alimentos, tierra, vivienda, etc. Y cabe preguntarse también si no habría la misma disociación con trabajadores provenientes de filas obreras llegados a la izquierda por la lucha contra los despidos o por el salario. Hay que señalar, además, que en nuestros actos hablan militantes provenientes de las filas del movimiento piquetero y que además pueblan nuestras listas a lo largo y a lo ancho del país.

Como es habitual, el PTS mete todo en la misma bolsa. Da lo mismo las organizaciones que están con el gobierno que las que lo enfrentan, son todas “colaterales”. Como ellos se oponen a armar “colaterales”, no intervienen para que el movimiento piquetero tenga un carácter independiente. Si fuera por esa política, la izquierda no debería luchar contra la cooptación al Estado del movimiento piquetero realmente existente. Vuelven a sostener la cantinela de un movimiento “con libertad de tendencias”, ignorando de hecho las tendencias que existen, y el hecho, no menor, de que fue la Unidad Piquetera la que defendió con un plan de lucha la libertad de pase entre organizaciones, para que el compañero que cobra un programa se pueda organizar en la “tendencia” que mejor le cuadre. El PTS no desconoce que en las organizaciones piqueteras se forman “tendencias” todos los días en todo el país a partir de nuevos grupos, sectores que rompen, organizaciones que se conforman o se unifican. La propuesta del PTS sobre un movimiento con libertad de tendencias esconde su total pasividad: ¿cuántos piquetes hicieron?, ¿cuántos compañeros tienen procesados por la lucha que dieron?

El movimiento piquetero combativo y la lucha contra la integración al Estado tiene una historia sembrada de luchas y de mártires. Las organizaciones piqueteras que protagonizaron el Puente Pueyrredón contra la ofensiva represiva de Duhalde, donde asesinaron a Darío y Maxi e hirieron con balas de plomo a 33 compañeras y compañeros, entre ellos del Polo Obrero, fueron justamente un reagrupamiento de organizaciones que enfrentaron la cooptación al Consejo Consultivo de Duhalde, la FTV de la CTA y de la CCC, los mismos que ahora integran Unión por la Patria y son funcionarios del gobierno de Massa, Cristina y el FMI. Y esa acción fue debatida y votada en una asamblea nacional en el estadio Gatica por el Bloque Piquetero Nacional. Sólo por mencionar un caso de la preparación y conciencia del sector independiente de este movimiento de la clase obrera argentina.

Que esto no es sólo un ataque al Partido Obrero sino a todo el movimiento de lucha lo prueba el hecho de que el Polo Obrero es simplemente una corriente dentro de la Unidad Piquetera, que a su vez es un reagrupamiento dentro del movimiento piquetero opositor al gobierno. Los prejuicios del PTS golpean a todos los que luchan, no sólo al Polo. Lo mismo con la idea absurda de que se trata de “administrar” planes que vienen del Estado. ¡Es al revés, primero está la lucha y la organización, luego, si se arrancan, vienen las conquistas! El control de los programas de parte de las organizaciones, al tiempo que se reclama su universalización, es fundamental, ¿o qué quiere el PTS?  ¿que los manejen los intendentes y sus punteros? ¿o los funcionarios de Tolosa Paz o Pérsico? El PTS, que no quiere colaterales, entiende que sería progresivo disolver el Polo Obrero. ¡Más favor a Bullrich no se le podría hacer! Por otro lado, las agrupaciones sindicales serían “colaterales” de los partidos, en ese caso válidas. ¿Por qué? De vuelta, se aprecia el contenido de discriminación y de divisionismo de la clase que está en la posición del PTS, ajeno hace ya casi treinta años a este colosal movimiento de los explotados argentinos.

Lo mismo sobre el programa: ignorar que la Unidad Piquetera se moviliza en pos del aumento del salario mínimo, un punto nodal de unidad de clase, en grandes jornadas de las que el PTS no participa nunca jamás, para acusar al movimiento piquetero de no plantear la unidad de la clase, es una canallada. Lo mismo es ignorar que la Unidad Piquetera viene peleando por trabajo por convenio y presentó proyectos para crear un millón de puestos de trabajo a todos los ministros de Desarrollo Social desde Arroyo. Plantear que el Polo se niega a unificar fuerzas con los trabajadores ocupados cuando los compañeros de todas las agrupaciones piqueteras combativas fueron un punto central de apoyo a todas las luchas obreras de la etapa, como la del Sutna, es otra. O cuando los representantes de agrupaciones obreras y sindicatos han hecho uso de la palabra en decenas de actos comunes organizados por el movimiento piquetero, entre ellas del PTS a pesar de no haber llevado nunca más de 10 personas a una movilización, cuando no van solo a grabar un video o directamente ni aparecen.

Las mentiras, calumnias y prejuicios no son nuevos, lo que es nuevo es que en una campaña electoral donde los discursos que atacan a los compañeros son tan evidentes en todas las fuerzas patronales el PTS elija seguir bastardeando y señalando con el dedo acusador a las compañeras y compañeros de los barrios que se organizan contra el hambre. ¿No se dan cuenta que su ataque sigue el libreto de la burguesía?

Racismo y prejuicios

Con estas concepciones detrás, es natural que al PTS se le haya “escapado”, en su teorización sobre el racismo, un punto fundamental: que el racismo es un componente importante de la actual campaña electoral y que se dirige fundamentalmente contra el movimiento piquetero.

Los ataques de los partidos patronales al movimiento piquetero reposan en el racismo fomentado por la burguesía contra los sectores más empobrecidos. Para lograr adhesión social antes lograron que penetrara fuerte ese racismo. Por tal motivo no se trata de igual manera a todos los movimientos de lucha: “arreado y sin conciencia” solo se dice contra los piqueteros.

Los spots de Bullrich incorporan al ataque de clase contra los piquetes, una contraposición con un plano de un “piquete” rubio, contra la cuarentena. Lo dijo Franco Rinaldi, cuando propuso con el lanzallamas incendiar la 31, contra “los grones”. Lo dice Delfina Wagner, que arranca su spot proponiendo, simbólicamente, “pintar de rosa y glamour las rejas negras que hay en la Ciudad” y acto seguido propone reprimir a los piqueteros aunque ellos no usen la violencia. Lo dijo Moritán, cuando, después de proponer demoler el Ministerio de Desarrollo Social, propuso mudarlo “al conurbano” (donde viven simbólicamente, los pobres que no son precisamente “pituquitos” de Recoleta). El ataque a los “planeros” tiene también un componente racial y xenófobo, que se combina con otro de género, por eso el blanco central son las madres que marchan con sus hijos. Nunca denunciarían por igual a un actor de Hollywood o a una familia de ruralistas. El ataque de clase se combina con el prejuicio racial y antiinmigrante.

Ahí viene la tergiversación de los dichos de Vanina Biasi. Porque lo que dijo Vanina fue que el racismo atraviesa incluso a las organizaciones populares y de la izquierda. Vanina equiparó el racismo en las filas de la izquierda, con el machismo, que también combatimos a nuestro interior, a partir de un programa histórico que los enfrenta en el bolchevismo socialista y el trotskismo. La incompatibilidad que postula LID entre el racismo y la causa socialista no quiere decir que la militancia y las organizaciones socialistas sean una isla ajena a las presiones sociales y de clase de todo orden. Ahora, si se educa a la militancia, como lo hace LID, en un rechazo lleno de prejuicios contra el movimiento piquetero ¿no se le hace un favor a los prejuicios racistas que levanta toda la burguesía contra las compañeras y compañeros?

No a la ruptura de frentes, sí al debate

Todo esto muestra que estamos sosteniendo un debate político que está generando una crisis porque las características de la posición del PTS lo llevan a deslizarse al borde de ser funcional a la burguesía. Por eso, había que discutir este problema en un congreso y en un debate público, ordenado y con posiciones, algo a lo que Bregman se negó al tiempo que buscaba un debate con Grabois. No se puede esconder que hay dos proyectos en el Frente de Izquierda, las Paso del FIT-U están discutiendo esto.

Por eso además está totalmente fuera de lugar la posición del PTS que anunció en la Universidad de San Martín la ruptura del frente con los compañeros de la UJS utilizando como argumento las declaraciones de Vanina. Algo similar sucedió en UTE donde se retiró de una reunión para armar una lista común por este motivo. Un debate político no puede quebrar el frente único de lucha en los sindicatos ni el movimiento estudiantil, simplemente la posición está fuera de lugar y es funcional, en UTE, a las fracciones de la burocracia peronista, y en la Universidad de San Martín a Patria Grande. En ambos casos atenta contra la puesta en pie de direcciones combativas, en un momento en el cual venimos de un enorme triunfo en la Uepc, de una lista común de todas las agrupaciones combativas de la izquierda. El debate que el PTS rechaza realizar en forma ordenada y donde corresponde lo lleva a los frentes con posiciones rupturistas y ultimatistas.

El rupturismo de listas sindicales o estudiantiles, de todas maneras, no es novedad para el PTS, que viene el año pasado de romper la lista de la CTA Yaski, antes en el astillero Río Santiago o en Aten, por sólo poner algunos ejemplos.

Calumnia política

Por otro lado el texto catártico de Pistonesi desliza una falsedad sin demostración alguna para encubrir sus propias falencias en su desarrollo en el movimiento obrero, no sólo piquetero, sino en el movimiento obrero de conjunto, al igual que la patraña de autobombo sobre el desarrollo de la izquierda en la juventud.

En las últimas cuatro elecciones nacionales sindicales -CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores, Ctera y ATE-, el PO encabezó tres y llevó a Romina Del Plá como adjunta en Ctera, siendo Tribuna Docente la mayor agrupación docente por todos reconocida. El PO lidera la AGD-UBA, es una corriente nacional en Conadu H, donde el PTS no tiene casi existencia. Recientemente revalidó la secretaría adjunta en Amsafe Rosario, Aten, Ademys o Adosac, y, como todos saben, acaba de encabezar la resonante victoria en la Uepc Capital de Córdoba e integrar todo el frente de lucha provincial. La propia Vanina Biasi es delegada no docente de la UBA y dirigente de la lista antiburocrática Bordó, acá el PTS también brilla por su ausencia. Nos conocen en el subte, en Foetra, en la UOM, etc. etc. ¿de qué hablan? Y, justamente, a partir del Polo Obrero se ha formado una gran agrupación de Trabajadoras de Casas Particulares y un sindicato en formación.

La mayor conquista del clasismo en la última etapa, que es el Sutna, está vinculada al PO y su integración en la Lista Negra y en la Comisión Directiva del Sindicato del Neumático. Se trata de una década de trabajo político desde el Sutna San Fernando, en contraposición al PTS que abandonó la directiva del combativo sindicato para presentar una lista divisionista junto al MAS, cuando la conducción fue a elecciones a enfrentar a la burocracia kirchnerista y patronal de Wasiejko. Han llegado a acusar de burócratas a los compañeros del Sutna. No hace falta colocar aquí el rol de la huelga y la paritaria del Sutna (y su defensa del activismo) en el concierto del movimiento obrero.

¿Se referirán al “retroceso” luego de las heroicas ocupaciones de fábrica como AGR Clarín o Interpack I? Confundir retrocesos de la izquierda asimilándolos a derrotas obreras que naturalmente golpean a la izquierda y a los activistas clasistas es un análisis cuando menos ajeno a los marxistas. Otra cosa es irse de una comisión interna de la magnitud de la de Kraft sin pena ni gloria, impotentes de haber organizado a los trabajadores, al menos merece un balance serio.

Pero lo más significativo es que el PTS boicoteó el Plenario del Sindicalismo Combativo durante dos años para pedir su ingreso a partir de sus modestas posiciones sindicales… y boicotearlo desde adentro. Esto sí es tema de debate que trasciende estas líneas: son contrarios al frente único de clase para recuperar las organizaciones obreras, los guía la autoconstrucción.

Frente de Izquierda, patrones a la mierda

Que en octubre militaremos por las listas comunes del FIT-U cualquiera sea el resultado de las Paso es un hecho. Pero lo haremos con nuestras propias posiciones, acá no se trata de que “el que gana, gana y el que pierde acompaña”. Los debates que están planteados en la izquierda involucran cuestiones estratégicas. Seguiremos batallando por un FIT-U como instrumento de movilización política, y no solamente electoral, para que el FIT-U se coloque con claridad en defensa del movimiento piquetero y de las direcciones clasistas como el Sutna; y fundamentalmente en defensa de su tradición de independencia política y contra toda adaptación al kirchnerismo y cualquier bloque patronal. El Plenario Nacional de la Izquierda y los Luchadores realizado el 17 de junio, una semana antes de la inscripción de las listas, ha sido un salto político en la dirección correcta. Por el debate, por el contenido, por la integración de agrupamientos de lucha y de izquierda a partir de resoluciones debatidas por la militancia que el PTS desprecia.

https://prensaobrera.com/politicas/que-izquierda-necesitamos-en-las-elecciones-generales-de-octubre