El martes 16 de abril, con 800 trabajadores afiliados de las tres grandes fábricas del Neumático y una delegación del gremio de Córdoba, el Sutna realizó la asamblea general ordinaria. En ella se votaron la memoria y el balance, así como los revisores de cuentas del sindicato y la obra social. Posteriormente, se realizó la asamblea extraordinaria, en la cual se votó el pliego paritario y se emitió un pronunciamiento político dirigido al conjunto de los trabajadores del país. Alejandro Crespo fue votado por unanimidad por los trabajadores para presidir ambas asambleas.

En la extraordinaria se abordaron los problemas fundamentales que enfrentarán los trabajadores del neumático en el próximo período. En primer lugar, la propia paritaria. La dirección del Sutna dejó muy claro que defenderá incondicionalmente el salario y las condiciones laborales de los trabajadores, como lo viene haciendo desde que se recuperó el sindicato de manos de la burocracia violeta. Crespo diferenció a la actual dirección de las anteriores que, en el marco de las grandes crisis económicas y sociales del país, cedieron ante las presiones patronales y entregaron los salarios y condiciones laborales. Por eso, la asamblea votó por unanimidad facultar a la dirección del gremio a luchar por “un acuerdo que permita proteger el poder adquisitivo de los salarios, igualando los alcances de la inflación sobre el período acordado y que posibilite avanzar contra el pozo del atraso salarial”. Sumado a esto, el rechazo a cualquier retroceso en las condiciones laborales, utilizando las acciones gremiales que sean necesarias.

El comunicado de la asamblea del Sutna representa un pronunciamiento político de gran alcance. Rechaza el “macabro plan de Milei” y señala que la crisis económica y social de Argentina no es responsabilidad de la clase obrera, sino de los grandes capitalistas que “han fugado miles de millones de dólares del país”. El pronunciamiento también rechaza la reforma laboral y previsional, reivindica la educación pública, las paritarias libres y el derecho a huelga. Convoca a “todo el pueblo trabajador argentino a ponerse de pie en defensa legítima de sus intereses”. Asimismo, reclama a la CGT y al resto de las centrales sindicales que no negocien nada en contra de los trabajadores, y que pongan en marcha un plan de lucha ininterrumpido y verdadero, que incluya paros generales, marchas nacionales, asambleas y toda acción que una la fuerza de los trabajadores, y que solo se detenga ante el triunfo de la clase obrera. Además, anticipa la participación “activa y consciente” del Sutna en el paro nacional del 9 de mayo. Y, muy importante, convoca a la Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados, asambleas populares y sectores en lucha, que se prepara para el sábado 27 de abril.

La asamblea puso en evidencia el carácter del reagrupamiento de quienes optaron por romper con la lista Negra y unirse a sectores patronales y de la vieja burocracia violeta. Si a algún trasnochado “de contramano” le cabían dudas, los históricos violetas actuaron como una sola agrupación junto con los que se retiraron de la Negra. Estos autodenominados “independientes” fueron incapaces de contraponer un balance alternativo al presentado por la lista Negra en la asamblea ordinaria. Tampoco pudieron ofrecer una visión o estrategia alternativa ante el proceso paritario y frente a los grandes desafíos que enfrenta el movimiento obrero argentino. En definitiva, se limitaron a contraponer una lista que no incluía a trabajadores de Bridgestone y Pirelli para los cargos de revisores de cuentas. Solo obtuvieron 20 votos. Un duro golpe al intento de reconfiguración de la burocracia sindical en el Neumático.

La convocatoria a una asamblea general de gremio para fijar el pliego paritario y delinear un planteo ante la crisis nacional contrasta fuertemente con el accionar de las burocracias sindicales de todos los pelajes. El Sutna, al llamar a enfrentar al gobierno y a las patronales, rechazando cualquier negociación de las centrales obreras en detrimento de los trabajadores, convocando a defender a ultranza el salario y las condiciones laborales mediante un plan de lucha genuino, y buscando la unión de todos los trabajadores y sectores combativos a través de una Asamblea Nacional de Trabajadores, vuelve a marcar un curso de lucha por los intereses de todo el movimiento obrero.

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