Hace un año se viralizaba por las redes sociales una foto de las piletas de contención de la mina Veladero, que mostraba como el contenido del mismo corría aguas abajo. La foto iba acompañada de la advertencia de que millones de litros de esta sustancia (que contiene metales pesados y cianuro) se trasladaban hacia los pueblos de Jáchal e Iglesia. En un principio, la Barrick Gold y el gobierno de San Juan intentaron desmentirlo; posteriormente, buscaron minimizarlo. Pero la verdad y el reclamo lograron imponerse.

El primer aniversario de este desastre encuentra en el poder a un gobierno que ha dado beneficios extraordinarios para las empresas megamineras. La devaluación y la quita de retenciones a la exportación de minerales son los pilares de una política de profundización de estos desarrollos. El gobierno nacional, en confluencia con los gobernadores del PJ, busca destrabar todos los emprendimientos que actualmente se encuentran paralizados, ya sea por problemas de acuerdos económicos o por las luchas ambientales (La Nación, 25/7).

A un año del desastre, los pueblos de Iglesia y Jáchal siguen en pie de lucha, poniendo de manifiesto los problemas ambientales que ha traído la megaminería. En medios locales y en sus redes sociales, la Asamblea Jáchal No Se Toca ha publicado los resultados de los análisis de agua, que muestran el grado avanzado de contaminación en la zona (1). La asamblea mantiene un acampe sobre la plaza principal del pueblo, frente a la municipalidad, para recordarle al Intendente que la lucha sigue y que cada día gana más fuerza.

El Partido Obrero apoya a esta lucha y plantea la nacionalización integral de los recursos naturales, tanto mineros como petroleros, y su explotación bajo control obrero y respetando los controles ambientales.

Fuera Barrick de San Juan y de Argentina.

No a la megaminería contaminante.

(1) Asamblea #JachalNoSeToca dió a conocer los resultados de los Análisis en los distintos pozos de Jáchal.