La Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), organismo estatal, instaló en los medios informativos un comunicado de prensa explicando que realizará diez jornadas de extracciones de sangre a vecinos de la ribera de Riachuelo cuya historia clínica ambiental sugiere la posibilidad de intoxicación con plomo.

Si los niveles se mantienen elevados se les informará medidas higiénicas y dietéticas a tener en cuenta para disminuir su exposición al metal. Solo consejos, Acumar no implementa una campaña de entrega de alimentos o subsidios a las familias trabajadoras que habitan barriadas altamente precarias en las orillas de la cuenca, ni ninguna medida contra la continuidad de este flagelo.

Las muestras se realizarán durante el mes de febrero en CABA, Avellaneda, Lanús, Almirante Brown, Ezeiza, Esteban Echeverría y La Matanza, dejando fuera a los habitantes de Cañuelas, Gral. Las Heras, Marcos Paz, Merlo y San Vicente.

“De confirmarse la intoxicación y, según los valores hallados, se indican recomendaciones higiénicas y dietéticas, tales como asegurar una adecuada alimentación, evitar que niñas y niños jueguen con artículos metálicos que puedan contener plomo o alejarles de ambientes que fueran utilizados para realizar trabajos o actividades con metales” (Acumar 10/02).

Desde su creación, la Acumar solo ha cumplido una función como chapa, firma, y simulando efectuar tareas para “combatir” la contaminación en aire, tierra y agua. Solo fueron espejitos de colores (arreglo de veredas, apuntalamiento de paredones en amenaza de caída), dándole la espalda a los reclamos de los vecinos, y otorgando vía libre a las descargas toxicas monumentales por parte de las 15 mil industrias ubicadas en la ribera, de las cuales según Acumar menos del 11% (1.397 establecimientos) son Agentes Contaminantes.

El ejemplo más ilustrativo es la lucha de los vecinos de Villa Inflamable (Avellaneda): más de 2.000 familias que sobreviven en precarias casillas pegados a la petroquímica Shell. Desde hace más de una década que vienen reclamando el cumplimento del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso Mendoza, que exhorta al gobierno nacional, de la provincia de Buenos Aires y del municipio de Avellaneda a la reubicación de sus habitantes, al considerarlo zona inhabitable.

Pasaron macristas y pejotistas-kirchneristas, ni uno ni otro han movido un dedo al respecto.

La actual pandemia incrementa las pésimas condiciones de vida. Sin cloacas, redes eléctricas seguras, de infraestructura y agua potable, en una Avellaneda con más de 22 mil vecinos infectados y más de 800 fallecidos.

En los últimos días, habitantes de Inflamable realizaron piquetes en las puertas de la petroquímica ante los altos niveles de contaminación y reclamando bidones de agua potable, ante un nuevo intento de reducción del Ejecutivo local “nac&pop”.

Convocamos a los vecinos y trabajadores de la ribera de la cuenca a ganar las calles por sus reclamos.Por muestras y análisis de sangre bajo control de los damnificados. Entrega de alimentos y agua potable a todos los vecinos. Plan de obras públicas planificadas y controladas por los habitantes de las barriadas. Control de las descargas acuíferas, en aire y tierra sobre las plantas industriales ubicadas en las orillas de la cuenca, con auditoría de sus trabajadores y habitantes de los barrios próximos. Representación de las organizaciones sociales, vecinales y ambientales en Acumar.

A la depreciación ambiental hagámosle frente con un programa de independencia política de los trabajadores. Que la crisis la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.