Ambiente

4/12/2020

Chubut

Arcioni, el mesías megaminero de Alberto Fernández

Según el gobernador de Chubut, “los recursos están porque el Creador los puso para que el hombre los pueda usufructuar”.

En la conferencia de prensa que dio el jueves 3, el gobernador Mariano Arcioni insistió en presionar por el avance del proyecto de zonificación en Chubut, con declaraciones que rápidamente tomaron carácter viral por su cinismo y su contenido falaz. Luego de haber falsificado documentos del Conicet volvió a afirmar que cuenta con el aval de la comunidad científica, y más aún declaró que “los recursos están porque el creador los puso para que el hombre los pueda usufructuar”, en respuesta a pronunciamientos contrarios a la zonificación de un sector de las iglesias.

Arcioni inclusive asegura que su proyecto de zonificación incluye las voces de toda la provincia, e insiste en que es tiempo de tener un debate real sobre el tema. La realidad es que el gobernador desoye la decisión del pueblo de Chubut, que hace dieciocho años viene afirmando su posición en defensa del agua y contra la megaminería, desestima la Iniciativa Popular 2020 presentada por las asambleas ambientales que cuenta con el aval de más de 30.000 firmas y el respaldo de las comunidades originarias, además de las decenas de pronunciamientos de distintos sectores.

Al hablar de la deuda provincial, Arcioni buscó presentar el déficit financiero de Chubut como consecuencia de la baja en las regalías petroleras. Omitió es que esos ingresos son destinados enteramente al pago de la deuda: el vencimiento de 40 millones de dólares de octubre fue saldado con tres meses de regalías. Más escandaloso aún, el gobernador admitió no saber siquiera dónde se invirtió ese dinero: “no sé dónde están los 650 millones de dólares, pero los estamos pagando”, dijo.

Con estas declaraciones Arcioni le asegura a los bonistas, con quien se encuentra en plena renegociación, que todas las regalías mineras también serán destinadas a saldar deuda, aunque sea en detrimento de las condiciones materiales y de vida de todo el pueblo chubutense. Lo mismo vale para su referencia a que “este proyecto sirve a todo el país”, cuando el gobierno nacional presiona para que se apruebe la zonificación como parte del plan que negocia con el FMI para recaudar los dólares necesarios para el repago de la deuda externa.

Mientras, a los trabajadores de Chubut se les adeuda dos meses de salario, en un año sin paritarias y cuando aún no cobraron su aguinaldo de junio. Es una provincia vaciada, que continúa sin inversión en infraestructura escolar y con el sistema de salud tambaleando al borde del colapso en medio de la pandemia.

En semanas donde crece la movilización popular para defender la decisión del pueblo chubutense contra la megaminería, redoblemos la lucha y alcemos fuerte el grito ¡Fuera Arcioni! Basta de este régimen de endeudamiento y saqueo. ¡No al pago de la deuda, usuraria y fraudulenta! El pueblo ya decidió y dijo: ¡No a la megaminería en Chubut!