Ambiente

26/1/2023

Avellaneda

Arroyo Sarandí: años de contaminación y precarización

Sus aguas reciben las descargas toxicas de más de 14 mil industrias y comercios emplazados en sus orillas y zonas aledañas.

Arroyo Sarandí.

A las altísimas temperaturas promedio que superan los 35 grados, se le suma el cotidiano aroma a podredumbre que emana el canal Sarandí y que afectan a les vecines y trabajadorxs de Avellaneda. Olores asfixiantes y altamente nocivos.

El afluente acuífero, con una extensión superior a los 20 km, recorre varias localidades del sur del conurbano bonaerense, desembocando en el Río de la Plata. Sus aguas reciben las descargas toxicas de más de 14 mil industrias y comercios emplazados en sus orillas y zonas aledañas, de las cuales menos del 30% se encuentran registradas por la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar). Altas cantidades de residuos contaminantes, sólidos, líquidos y gaseosos (humo) se descargan en el Arroyo Sarandí sin ningún tipo de tratamiento, ni control por parte del ente estatal.

Una de las 14.100 firmas es Trieco Sa, multinacional a cargo del destino final de basura altamente peligrosa, proveniente de centros de salud de la Provincia de Buenos Aires. Jeringas, agujas, gasas, materiales hospitalarios y tejidos son quemados sin cumplir los protocolos y, en tiempos de alta demanda, enterrados o depositados en la vía pública.

Quienes viven y trabajan en la planta y/o próximos a ella denuncian que, a causa de la contaminación, no pueden consumir el agua corriente, y que de forma diaria sufren fuertes descomposturas y migrañas. “Venimos denunciando al municipio, a la policía ambiental, al gobierno de la Provincia y a Acumar. Vienen a inspeccionar, pero con previo aviso a los dueños de Trieco. Da la casualidad que ese día no prenden los hornos. Se van los inspectores y todo vuelve a la normalidad. Mirá, las chimeneas están mucho más bajo que lo que dicen las normas. Y el lugar donde queman tampoco cumple con la ley” relata María, referente de la lucha ambiental en Villa Inflamable y Sarandí.

Desde la bancada de la cámara de diputados de la provincia de Buenos Aires del PO en el FIT-U, encabezada por Guillermo Kane, se presentó en 2022 una solicitud de informe al Ministerio de Medio Ambiente provincial. A poco de cumplirse un año, el silencio de la gestión Kicillof lo expone como cómplice y responsable. Directivos de Trieco SA se encuentran procesados e investigados por el delito de sobornos con el Poder Ejecutivo Nacional.

Pegados al Polo Industrial sobreviven les habitantes de Villa Luján. Dejando su lado poético y deportivo, ya que en su canchita jugaban pibes que terminaron siendo figuras del futbol de primera división, los protagonistas en la barriada son el hambre, el aumento de la miseria, la ausencia de agua potable, redes cloacales, pluviales y eléctricas seguras, el hacinamiento y la crisis habitacional.

La labor de los comedores y merenderos de las organizaciones piqueteras suplantan la ausencia ajustadora del gobierno municipal. Avellaneda es récord en los niveles de contaminación, a nivel continental (junto a México DF son las dos ciudades más contaminadas de América Latina). “Los reclamos de los vecinos son de hace años, que denuncian la presencia de sustancias como cromo, selenio, tolueno, benceno y plomo, utilizadas por la empresas radicadas. Todo eso se vuelca al aire y al agua, provocando enfermedades respiratorias dermatológicas y problemas de crecimiento en los más chicos, con varios casos de cáncer detectado” (El Bonarense News, 13/10/2022).

Volviendo al caso Arroyo Sarandí, la mayor parte de su extensión se encuentra entubado, pero no su totalidad. A más de 20 años de iniciadas las obras no se concluyen. Lo faltante es su tramo final, la desembocadura, en Avellaneda.

En 2017 el ejecutivo local, ya liderado por Jorge Ferraresi (Todos-PJ) recibió 96 millones de pesos, pero de las obras, nada. Del mismo modo, en abril de 2021, el presidente de Acumar (Martín Sabbatella) y el intendente de la ciudad firmaron un nuevo acuerdo en el marco del Proyecto de Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza Riachuelo, financiado por el Banco Mundial. El mismo planifica obras de limpieza e infraestructura. Muchas firmas y show mediático (espejitos de colores) pero lo realizado es mísero. Recordemos que las cuadrillas de limpieza y arreglos se componen de trabajadores y trabajadoras monotributistas, cooperativistas y cobradores del plan Potenciar Trabajo. La Agencia, el municipio y la provincia explotan, desde hace años, el trabajo en negro, imponiendo una reforma laboral flexibilizadora en las condiciones de labor y de salarios. No olvidemos que el programa Potenciar Trabajo liquida una remuneración igual al 50% del salario mínimo vital y móvil. En febrero quedará en $33.870 mientras, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la canasta básica es de $152.515.

A poco de cumplirse dos años del famoso acuerdo, Villa Luján sigue inundándose cada vez que llueve, el arroyo sigue descubierto y los agentes contaminantes copulando en aguas turbias, tierra y aire. “Acá vivimos, al costado del Arroyo Sarandí, con más de 10 años el intendente Jorge Ferraresi no hizo una sola obra para mejorar nuestra condición de vida. No entubó, no limpió, no arregló nada. Vivimos como perros” (Avellaneda Ya, 20/01/2023).

Mientras esto sucede, la Gestión A pone fichas en Eco Área, reserva ecológica ubicada en Sarandí. La desembocadura del arroyo con el Río de la Plata. La única rivera del Río de la Plata no privatizada. Pero a no confundirse con discursos bonitos. Al igual que Larreta (JxC) en la vecina CABA, el peronista Ferraresi utiliza el Eco Parque como botín especulativo turístico e inmobiliario. Importantes empresas de viajes publicitan y venden por redes sociales y la web recorridos por el predio, por ejemplo caminatas a la luz de la luna. La grieta se esfuma a la hora de cerrar negocios contaminando el medio ambiente.

El municipio “preocupado por el medio ambiente” viene entregando humedales a grandes empresas y shoppings. No solo que no ponen en debate la Ley de Humedales en el Congreso Nacional, sino que también los venden por chaucha y palitos, empeorando con más inundaciones a los habitantes y laburantes de Avellaneda.

El saneamiento y entubamiento del Arroyo Sarandí, al igual que la limpieza del Riachuelo y el Río de la Plata está en manos del pueblo trabajador. Para ello es fundamental ganar las calles por planes de obras públicas y viviendas populares. Que Jorge Ferraresi informe cómo y dónde va a realizar los trabajos presupuestados en 24 mil millones de pesos para este año. Del mismo modo, es necesario que Acumar y el municipio de Avellaneda de cuenta de cómo fueron utilizados los 96 millones, ya que a simple vista se constata que el arroyo sigue contaminado y empeorando con el paso de los años.

Basta de trabajo en negro. Pase a planta permanente de todo aquel que ejerce tareas para Acumar y/o la municipalidad. Salario mínimo igual a la canasta básica. La contaminación es también ajuste. Fuera los políticos capitalistas, responsables de la barbarie ambiental. Por un movimiento popular con banderas socialistas.