Ambiente

31/5/2022

Avellaneda: contaminación y hambre en Villa Inflamable

Vecinos denunciaron las condiciones precarias de vida antes las cámaras.

Entrevista Crónica TV.

El pasado domingo 29 de mayo el canal de noticias Crónica trasladó un móvil al interior de Villa Inflamable (Avellaneda). Con los zócalos “Pobreza estructural”, “Lluvias ácidas” y “La villa tóxica”, mediante imágenes y entrevistas a los vecinos, se expusieron las precarias condiciones en las que sobreviven día a día allí.

Con una temperatura y sensación térmica de un dígito, rozando el bajo cero, los habitantes de Inflamable relataron cómo viven pegados a la petroquímica Shell, respirando, pisando y alimentándose con los residuos altamente contaminantes. Más de la mitad de los chicos poseen niveles exorbitantes de plomo en sangre. Siempre teniendo en cuenta aquellos que pueden realizarse estudios de laboratorio. Los casos de anemia, enfermedades en la piel y sangre (leucemias) se incrementan al mismo ritmo del avance contaminante.

Pese a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó, hace más de veinte años, la sentencia de la causa Mendoza, instando a los gobiernos nacional, provincial y municipal a reubicar a los habitantes de Villa Inflamable, considerando la zona inhabitable, la respuesta de los Ejecutivos fue la creación de la Acumar (Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo), sello a cargo de (no) controlar las descargas contaminantes de miles de industrias emplazadas en sus orillas.

“Quiero irme ya de acá” afirmó un joven vecino tratando de calentar su cuerpo con una improvisada fogata. El tarifazo y la inflación afecta en lo más básico, “la garrafa la tenemos para cocinar solamente”, agregó.

En Villa Inflamable falta todo. La ausencia de redes de agua potable son respondidas por parte del gobierno local (PJ) con la entrega de un bidón de 5 litros de agua por mes. Para poder tener electricidad la única que queda es “colgarse” del tendido eléctrico, poniendo en riesgo tanto las viviendas como la propia vida: se cuentan de a centenares los accidentes e incendios por cortocircuitos. La inexistencia de cloacas ofrece imágenes de un retroceso de un siglo y medio atrás. En 2022, a menos de 10 kilómetros de Casa Rosada, hacen sus necesidades en tachos y baldes. La falta de redes pluviales y asfalto provoca inundaciones cada vez que llueve.

Dentro de los entrevistados se encuentra Mónica, delegada del Polo Obrero y responsable del comedor en Inflamable. Consultada por las problemáticas diarias afirma que “necesitamos que venga el municipio y haga las calles. Acá hay muchas mujeres embarazadas. Hace poco hubo un accidente y no pudo entrar la ambulancia, y los colectivos ya no ingresan”.

Interrogada por la crisis habitacional, Mónica relató que “en la campaña electoral el municipio nos invitó a una reunión para ver como nos relocalizaban. Pasaron las elecciones y no volvieron”.

La ausencia de políticas y controles del Estado terminan jugando un papel de complicidad en beneficio de las extraordinarias ganancias capitalistas de las contaminantes.

Como claramente lo afirmó uno de los periodistas, en estos más de veinte años, pasaron más de diez presidentes y ninguno ha movido un dedo. Tanto por La Rosada como por el sillón de La Plata se han sucedido peronistas, radicales, kirchneristas y macristas. Pero a la hora de gobernar la grieta desaparece, haciéndoles pagar la crisis a los trabajadores.

Que el Riachuelo y la ciudad de Avellaneda estén entre los territorios más contaminados de América Latina y el planeta no es un resultado natural, sino de un régimen político y económico que en su crisis sumerge a la población en la precarización total de las condiciones de vida.

Desde el Polo Obrero y el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad seguimos ganando las calles difundiendo un programa obrero y socialista de salida. Sumado a un proyecto de ley de reubicación de los habitantes de Inflamable, presentado por Guillermo Kane en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.

Es fundamental un urgente plan de viviendas populares y de obras públicas. Comisiones de seguridad e higiene en todas las industrias y barriadas, bajo control de sus trabajadores y vecinos. Basta de contaminación y hambre.