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Se ha reactivado en estos días las medidas de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por la Vida, que intenta evitar la puesta en funcionamiento de la subestación de Edesur en el casco céntrico de Berazategui, por tener efectos cancerígenas probados. En 2006, el ex intendente J.J. Mussi, padre del actual intendente y secretario de Medio Ambiente del gobierno nacional, había firmado un acta en el año donde el primer punto dice textualmente: “El señor intendente municipal y los vecinos coinciden en la convicción de que la subestación Rigolleau se traslade de su lugar actual de emplazamiento”. Los Mussi viraron luego a imponer la subestación con represión, militarización de la zona y amedrentamiento.

La asamblea ha protagonizado momentos de movilización masiva contra la subestación, particularmente entre los jóvenes. Los vecinos hoy se encuentran realizando una vigilia las 24 horas del día frente a la subestación, rechazando su conexión y asambleas diariamente junto a diversas organizaciones políticas y sociales entre ellas el Partido Obrero, que es parte militante de esta lucha.

Mussi agente de los pulpos energéticos

La represión y militarización ordenada por el mussismo, así como el proceso a varios luchadores de la asamblea en estos años, son una acción de defensa de los intereses y negociados del pulpo privado de Edesur. Mussi y los gobiernos provincial y nacional están sellando un pacto de impunidad con este pulpo energético que contamina y mata en función de garantizar las ganancias de esta privatizada, colocando en funcionamiento niveles altísimos de electromagnetismo en una zona densamente poblada.

Llamamos al pueblo de Berazategui, a sus trabajadores, a la juventud estudiantil (terciaria y secundaria), a darle nuevamente masividad a la asamblea de los vecinos, para darles fuerzas a sus reclamos y llevarlos al triunfo.

¡Primero la vida!

¡Fuera la subestación del casco urbano!