El derrame de petróleo ocurrido en lo que se conoce como “cuenca de Vaca Muerta”, sobre territorio de Río Negro, en la ciudad de Cipolletti, específicamente en la estación de bombeo que opera Oldelval S.A., es el más grave de los últimos diez, y debe poner en alerta a toda la comunidad, ya no solo que lucha contra la depredación ambiental, sino la que habita todo este territorio, y que se nutre principalmente de las aguas de los ríos Negro y Neuquén, arroyos y napas.

Sergio Federovsky, viceministro de Ambiente de la Nación, dijo hace minutos en A24 que “no se puede asegurar que el derrame esté controlado”, y que el ministro de Ambiente Juan Cabandie, que ha decidido por el momento guardar silencio, envió un equipo a verificar la situación. Mirando el video que se viralizó, que muestra la estación de bombeo rodeada de petróleo, las imágenes del arroyo arrastrándolo, posiblemente a las aguas del río Negro (el hecho se da a conocer hace horas, luego de días de ocurrido y sigue sin controlarse) y una imagen satelital, de donde se ubica la estación de bombeo, hablar de catástrofe es lo que corresponde.

Sí seguimos una simple lógica de arrastre de cualquier curso de agua, que se dirige de oeste a este, sea el arroyo donde desembocó el petróleo, los canales de riego o el propio río, y las declaraciones del viceministro, que afirmó y advirtió al aire de A24 que ya no pueden beberse las aguas del lugar y zonas aledañas, el petróleo podría llegar hasta el río de la ciudad de Fiske Menuco en horas. El lugar del derrame, en Cipolletti se encuentra a solo dos horas en auto de dicha ciudad. Por eso fue el propio Federovsky que dijo que lo primero que hay que evitar es el consumo de agua. La pregunta que corresponde devolverle sería ¿y qué bebemos?

Todas las estaciones de bombeo de agua en el caso de esta provincia se encuentran sobre el río Negro, pero existen sectores que utilizan el propio arroyo contaminado, o napas de agua dulce. A este cuadro y para complementar, hay que agregar todo el resto del ecosistema, con flora y fauna autóctona profundamente afectada. Como vemos, de seguir esta dinámica de producción capitalista corre peligro la vida misma.

 

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La información aún no es clara, pero se sabe que el desastre ambiental, que aún no puede medirse en su magnitud total, golpea de lleno al gobierno nacional de Alberto Fernández, y al provincial de Arabela Carreras. El principal accionista de Oldelval es justamente YPF. Parece gracioso que hace solo semanas, directivos de YPF y la gobernadora Arabela Carreras promocionaran “una moderna estación operativa en el Yacimiento Estación Fernández Oro (PatagoniaShale.com.ar, 10/8), ubicada cerca de donde ocurrió el derrame. El punto de ubicación en las zonas productivas de las petroleras, que operan con el fracking, es por la necesidad de estar cerca de grandes cantidades de agua, porque utilizan millones de litro de ella para procesar el petróleo. Esto viene siendo cuestionado desde hace décadas por parte de la sociedad en el mundo, pero que en el caso del país y la provincia avanza gobierno tras gobierno.

Oldelval SA, y el gobierno, nacional y provincial deben dar respuestas urgentes. Convocamos a toda la sociedad a generar un gran debate colectivo y proceso asambleario que defina acciones la próxima semana, exigiendo soluciones rápidas y contundentes. Las centrales obreras, movimientos sociales, sectores políticos independientes, luchadores y luchadoras por el medio ambiente deben pronunciarse inmediatamente.

Basta de depredación ambiental y saqueo. Por un plan de lucha nacional contra la depredación ambiental del gobierno y las petroleras. El Estado es responsable.

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