Contaminación en el Parque Industrial de Lanús este
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Padres de la escuela primaria 53 de Chingolo y vecinos, junto a la asamblea barrial del Polo Obrero, están denunciando, con piquete y volanteadas, la contaminación producida por fábricas del parque industrial.
Las clases fueron suspendidas por 15 días debido a que varios alumnos y docentes sufrieron irritaciones, vómitos y ronchas en el cuerpo, aparentemente, a causa de gases que despedían unos tambores con residuos contaminantes abandonados por la industria química ARyL.
Funcionarios del municipio y la Secretaria General del Suteba, junto a la policía científica, se hicieron presentes cuando los vecinos realizaban un piquete, para encubrir responsabilidades y presionar por la continuidad de las clases. Afirmaron que no pasaba nada en la escuela, que era una supuesta "psicosis" de los niños.
La policía bonaerense y Defensa Civil, ante los cuestionamientos de los padres, plantearon que el peligro de la química había disminuido a un 10%, que era "normal" para las industrias de la zona, y tuvieron que reconocer que tal vez sean otras industrias las que larguen gases que irriten y descompongan a los chicos.
El gobierno municipal no sólo encubre sino que es parte del negocio, ya que en la zona se encuentra el crematorio perteneciente a la familia del intendente. Esta política criminal de Díaz Pérez sigue la línea del Kirchnerismo en todo el país, con las industrias mineras y los venenos de la soja que contaminan y destruyen pueblos enteros.
En muchos distritos existen polos industriales como el de Chingolo y el polo curtiembrero de Lanús Oeste, donde tiran los residuos a la tierra y a las napas, sin ningún tipo de tratamiento, y además son premiados con exenciones impositivas. La organización vecinal sigue desarrollándose.
Se formó una comisión que impulsa una encuesta para conocer más casos de vecinos que sufren estos malestares, y los resultados comienzan a ser apabullantes.
Frenemos esta política criminal.
– Exijamos una investigación científica en cada una de las fábricas de la zona, del aire y el agua en los alrededores, bajo control de una comisión vecinal.
– Impuestos extraordinarios a las industrias para la realización de un plan de vivienda para todos los vecinos que viven en los asentamientos de alrededor del polo industrial.