La legisladora cordobesa por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, Soledad Díaz García, presentó un proyecto de pedido de informes en relación al avance de urbanizaciones, deforestación y extracción de áridos en las Sierras Chicas. El proyecto acompaña las denuncias que se vienen realizando en defensa del ambiente.

Esta iniciativa parlamentaria se hace eco de las protestas, pone en agenda los reclamos para que el gobierno responda por la responsabilidad que le cabe. En ese sentido, Soledad solicita a los ministerios de Ambiente y Minería que informen la situación, las autorizaciones de las empresas y las consecuencias de proyectos inmobiliarios.

En el proyecto se pide que el gobierno responda las denuncias de las familias de Barrio Ñu Porá en Río Ceballos y otras zonas como Terrazas, El Vergel, Agua del Peñón y Los Manantiales que vienen denunciando movimientos de suelo. Se interroga: ¿cuál es el grado de erosión del suelo en la zona como consecuencia de las urbanizaciones de los últimos años? ¿Se continuaron las excavaciones y desmontes en el cerro Ñu Porá en junio de 2020, durante la emergencia sanitaria por Covid-19? ¿Cuál ha sido el control efectuado sobre estas prácticas por el municipio de Río Ceballos, la policía ambiental y la Secretaría de Ambiente?

También se interpela en relación a cuántas hectáreas de bosque nativo se han perdido a raíz de los incendios de este año en la Reserva Hídrica y Natural de Villa Allende, por qué la minera Camarassa instaló un portón de hierro que bloquea el camino público en la Ruta E-55 -único acceso al paraje ubicado dentro de Reserva Hídrica y Natural Bamba donde viven más de 70 personas.

El pedido de informe establece un abordaje de conjunto de los principales reclamos ambientales en las sierras chicas. Las empresas inmobiliarias, las mineras, los agronegocios y los gobiernos, son los responsables constantes del ecocidio que vive la provincia y el planeta. El desmonte, los incendios, si no son causados son aprovechados por los capitalistas de la provincia con el gobiernos provincial y los municipales como garantes y autores.

Durante los meses de pandemia estos negociados no han cesado sino que se han profundizado. Los loteos de las sierras chicas o la misma explotación minera de Camarasa, en zonas rojas según las leyes ambientales, son la muestra cabal de la situación y del atropello de estos sectores hacia el ambiente y la población.

Un sucinto repaso de hechos y denuncias que atraviesan las sierras chicas nos marca el pulso de la crisis ambiental. Esto pone sobre el tapete las luchas en defensa del ambiente, y que los negocios depredadores por arriba provocan el repudio, la organización y la movilización por abajo.

En ese sentido, vecinas y vecinos de Río Ceballos, de Villa Allende, de La Calera y de Salsipuedes denunciaron y se movilizan por estos días en reclamo por las nuevas urbanizaciones que avanzan sobre bosques y reservas naturales de Sierras Chicas. En barrio Ñu Porá, en Río Ceballos, se denunció el movimiento de suelo y advirtieron que no debería urbanizarse por la erosionalidad del terreno. Misma situación en zonas como Terrazas, El Vergel, Agua del Peñón y Los Manantiales.

Vale remarcar que el proyecto de construcción de departamentos en barrio Pérez Taboada que implicaría –dicen– sacar árboles de la Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada tuvo que ser suspendido por el ejecutivo municipal. En la Reserva Hídrica y Natural de Villa Allende donde el fuego quemó nuevamente el bosque, se realizó una movilización cuestionando las explotaciones mineras que avanzan sobre esa área y se reclamó la protección y control de la reserva. Además, en Salsipuedes suman denuncias por intervenciones en loteos en sitios en los que no deberían avanzar.

De esta manera, la acción parlamentaria acompaña los reclamos en defensa del ambiente. Tribuna ambiental participa activamente de estas luchas y propone su organización y coordinación. En ese sentido, se impulsó un plenario provincial de ambiente el pasado sábado 12 para conformar un frente único y un pliego único de reclamos de cara a la huelga internacional por el clima el 25 de septiembre.