El paso del fuego sigue generando graves consecuencias al ambiente de la provincia. En este sentido, el Centro de Investigación y Transferencia en Ingeniería Química Ambiental (CIQA) dependiente de la UTN Regional Córdoba realizó un estudio que arrojó la presencia de contaminación en el aire de la ciudad capital provocada por los incendios forestales.

Sobre la contaminación del aire, el ingeniero Químico Roberto Pettino Minetti declaró a Cba24 que “es muy común que los impactos no sean visibles, de ahí la importancia de llevar a cabo un monitoreo continuo y es lo que nosotros venimos realizando. Este año grandes incendios han aportado a la calidad del aire de la ciudad”, afectando principalmente a quienes padecen problemas respiratorios.

En tanto que Fernanda García, investigadora de la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales (Conae), declaró a Cba 24: “detectamos un nivel de contaminación muy alto en los meses analizados y una importante degradación de la calidad del aire como consecuencia de la presencia de diversos aerosoles y de dióxido de nitrógeno a nivel de la troposfera, la capa de la atmósfera donde se concentran los contaminantes”.

A los problemas de contaminación en el aire hay que sumar otras consecuencias para la vida de las personas. Por ejemplo, en las sierras del sur, las lluvias sobre las zonas incendiadas generaron problemas de erosión y, por lo tanto, contaminación del agua provocada por el arrastre de cenizas y residuos a los ríos.

A nivel nacional lo efectos de los incendios se multiplican. Por eso las consecuencias de la quema de bosque nativo están lejos de haber terminado. Por el contrario, la situación tiene una gravedad tal que lo sucedió es definido como un ecocidio.

De acuerdo a un informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre se incendiaron 8.987.553,72 kilómetros cuadrados, es decir 898.755,372 hectáreas. Hay informe que menciona que en 10 meses se quemó un equivalente a dos Argentinas y media.

A la luz de las cifras es claro que es necesario impulsar la perspectiva de una intervención independiente para que la crisis económica, sanitaria y ambiental no se siga descargando sobre el pueblo trabajador.