Ambiente

5/11/2020

Pandemia y ambiente

Coronavirus en visones: matanza de animales y riesgo sanitario

Se detectaron infectados con Sars-CoV-2 en granjas de Holanda, Dinamarca, España y EEUU.

bióloga de Conicet

En los últimos meses se detectaron visones infectados con Sars-CoV-2 (el virus causante de Covid-19) en granjas de Holanda, Dinamarca, España y Estados Unidos (1). Se confirma de esta forma que los seres humanos son capaces de infectar a estos pequeños mamíferos, algo que ya se había comprobado previamente en otros animales silvestres y domésticos.

Los visones son criados en cautiverio para la comercialización de sus pieles, una actividad que ha sido condenada alrededor del mundo por las condiciones en que viven los animales y por ser considerada superflua. Estos animales presentan todo tipo de alteraciones comportamentales: infanticidio, automutilación, pérdida de bienestar general.

A partir de la detección del virus y el potencial riesgo de contagio a seres humanos, el gobierno holandés adelantó a 2020 los planes que estipulaban eliminar la producción de pieles de visón para 2024 (2). En octubre, la epidemia en las granjas danesas adquirió tal magnitud que el gobierno definió el sacrificio de 2,5 millones de animales (3) y anunció, siguiendo el ejemplo de Holanda, que Dinamarca eliminará su población entera de visones, entre 15 y 20 millones de animales.

La infección de los visones con el virus causante de Covid-19 ha disparado las alarmas sanitarias en todo el mundo. En primer lugar, por la capacidad de transmisión del ser humano a estos animales y la rapidez con que se propagó la epidemia en los países afectados, sugiriendo una tasa de contagio alto. En segundo lugar, porque se ha comprobado la existencia de casos asintomáticos, lo que dificulta aún más el control, debiéndose sacrificar a las poblaciones en forma masiva, presenten o no síntomas. En tercer lugar, por la posibilidad de que el virus pueda ser transmitido nuevamente de los visones al ser humano. En los últimos días se habría confirmado (aunque aún no está publicado ningún trabajo científico) al menos un caso de retransmisión a humanos en un trabajador de una granja de visones en Holanda (4).

Finalmente, por el potencial surgimiento de nuevas variantes del virus luego de su paso por esta especie hospedadora, nuevas variantes virales podrían ser también transmitidas al ser humano. Es importante recordar que los coronavirus presentan una alta tasa de mutación, es decir que su material genético se modifica muy rápidamente. Cuando estas modificaciones ocurren en partes del genoma que codifican información relacionada a las zonas de la partícula viral que reconoce nuestro sistema inmune, o a aquellas asociadas a la virulencia de la infección, la peligrosidad del virus aumenta.

Un virus con determinadas mutaciones podría no ser reconocido por los mismos anticuerpos que se generan contra Sars-CoV-2 , provocando nuevas olas de contagios y hasta la incapacidad de las vacunas que se están desarrollando actualmente de prevenir la infección.

En el caso de China, si bien no se han reportado visones positivos para Sars-CoV-2 hasta el momento (lo que no permite de todas formas descartar que existan casos), la situación sanitaria resulta aún más preocupante. Ocurre que en este país es muy común la presencia de establecimientos peleteros multiespecies, que alojan animales de distintas especies con el fin de explotar sus pieles comercialmente. La coexistencia de animales silvestres vivos en un mismo establecimiento genera condiciones necesarias para el contagio interespecífico, a la vez que favorece la aparición de nuevas cepas virales.

La actual pandemia ha colocado de la forma más brutal las consecuencias directas del avance del ser humano sobre los ambientes naturales, el comercio y la explotación de animales silvestres. La industria peletera (no la explotación local que realizan muchas comunidades originarias en todo el mundo) produce elevada contaminación, utilización de agua y recursos naturales. Implica además riesgos sanitarios que en el contexto actual deben ser abordados de forma inmediata.

La cría industrial de animales, como se ve, es un caldo de cultivo de nuevas pandemias por la insalubridad que le es inherente. Ese es el motivo por el cual, después de los estragos que causó en China la peste porcina africana, buscan tercerizar las granjas industriales de cerdos en países como el nuestro, que cargarían así con los riesgos sanitarios y económicos de esta forma de producción.

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(1) https://www.sciencealert.com/coronavirus-is-killing-off-minks-in-their-thousands y    https://www.sciencemag.org/news/2020/08/covid-19-hits-us-mink-farms-after-ripping-through-europe

(2) https://www.partyfortheanimals.com/the-end-of-the-dutch-mink-farming-industry-one-of-the-largest-in-the-world

(3) https://www.infobae.com/america/agencias/2020/10/12/dinamarca-sacrifica-25-millones-de-visones-por-coronavirus/

(4) https://www.government.nl/latest/news/2020/05/19/new-results-from-research-into-covid-19-on-mink-farms