Ambiente

8/11/2020

Coronel Suárez: el Concejo Deliberante, sin “grieta” contra la salud y el medio ambiente

De espaldas a la movilización y los reclamos de la comunidad, y en línea con los intereses del agronegocio, el  Concejo Deliberante de Coronel Suárez aprobó esta semana una ordenanza que regula la aplicación de agrotóxicos. La nueva ordenanza establece una distancia mínima de 150 metros de las zonas urbanas a partir de la cual podrán realizarse  fumigaciones, que se extenderá a 300 metros en el plazo de un año a partir de su promulgación. Estas distancias están muy por debajo de los mil metros incluidos en el proyecto de ordenanza promovido por la ONG local Evolución Ambiental en noviembre de 2018 y de un proyecto posterior de 2019 presentado por el ahora intendente Ricardo Moccero, del vecinalista Movimiento para la Victoria (Frente de Todos),  que establecía una distancia mínima inicial de 600 metros.

A partir del proyecto presentado por Evolución Ambiental se inició una etapa de movilizaciones y actividades que han incluido intervenciones artísticas y charlas informativas sobre el cuidado del medio ambiente y la agroecología, con el objetivo de impulsar el tratamiento del proyecto.  A estas acciones suman su apoyo y participación la Asamblea autoconvocada de vecinos por la salud. Todos los jueves, en coincidencia con el día en que sesiona el Concejo Deliberante, las organizaciones se reúnen en asamblea en la plaza central de la ciudad, para luego presenciar las sesiones.

Antecedentes

Todo el año 2019, cruzado por la campaña electoral, fue un período de mucha actividad en torno a este y otros proyectos ambientalistas. Al mismo tiempo, los vecinos más afectados se enfrentaron directamente con los aplicadores para impedir que les fumiguen encima de sus casas. Estas acciones desesperadas de los vecinos que de alguna manera obstaculizan la actividad normal de los aplicadores, y afectan los intereses que requieren de un normal desarrollo del negocio, presionaron al interior de los bloques del Concejo para obtener un marco legal que resguarde y favorezca el uso de agroquímicos.

Durante este período y como parte de sus actividades de campaña electoral hacia la intendencia, el entonces concejal Moccero se reunió con Evolución Ambiental para consensuar un proyecto común. De allí surge una ordenanza que es presentada en el Concejo Deliberante que establece una distancia mínima de fumigación de 600 metros que se extendería 100 metros por año hasta alcanzar los mil metros. Al mismo tiempo, la Sociedad Rural local impulsa la presentación de su propia versión. Ambos proyectos fueron girados a comisión.

El 26 de noviembre de 2019, en la última sesión y a días del cambio de gobierno, el bloque de Juntos por el Cambio con la adhesión del bloque del Frente de Todos, presentó sobre tablas un proyecto impulsado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y la Sociedad Rural, que establecía una distancia mínima de fumigación de 50 metros a zonas urbanas y 30 metros a cursos de agua. Sin mencionar nada sobre las escuelas rurales donde alumnos y docentes son expuestos a las fumigaciones con agrotóxicos, como en la escuela del paraje “El Relincho”, un caso escandaloso que llegó a los medios y a la justicia en 2014 porque se roció la escuela cuando los alumnos se encontraban en el recreo.

Los vecinos y sus organizaciones ambientalistas  se movilizaron rápidamente, se reunieron en asamblea en la plaza y se hicieron presentes en el recinto logrando que finalmente el proyecto no se tratara.  Sin embargo, marcó un antecedente de lo que ocurriría un año después donde finalmente, como se describe al comienzo de esta nota, se aprobó un proyecto que desconoce y desprecia los riesgos para la salud, la vida y el medio ambiente.

Glifosato en la lluvia

No se han hecho estudios a nivel local que esclarezcan la forma en que afectan a la salud estas prácticas, pero los médicos aseguran que varios casos de enfermedades cancerígenas, problemas respiratorios y abortos espontáneos son consecuencia de ellas. Un trabajo de investigación que dio a conocer  la Universidad Nacional de La Plata encontró partículas de glifosato en el agua de lluvia en Coronel Suárez.

Más que nunca hay que mantener y estimular la organización, reforzar la lucha y extender la campaña de comunicación, difusión y concientización para atraer a toda la población a esta batalla  contra reloj en favor del medio ambiente, de cuya destrucción se beneficia el negocio capitalista. Debe llevarse adelante de  forma independiente  de los bloques políticos (y los intereses económicos que representan) que controlan el Concejo Deliberante.  Mostrando a la población que cualquier expectativa depositada en estos bloques es un camino al fracaso y la desmoralización, y la pérdida de un tiempo valioso en la carrera contra la contaminación ambiental y el deterioro de la salud de la población directa e indirectamente afectada por el uso de agrotóxicos, cuyos altos efectos nocivos han sido científicamente comprobados.