Ambiente

22/9/2020

El Frente de Izquierda presentó su proyecto de Ley de Humedales

Un programa para enfrentar la depredación capitalista.

En el marco de los debates relativos a la sanción de una Ley de Humedales en el Congreso Nacional, Romina Del Plá y Nicolás del Caño presentaron un proyecto del FIT – Unidad que apunta a la conservación de este tipo de ambientes, que son reservorios de agua, albergan una enorme biodiversidad y tienen la capacidad de regular inundaciones y sequías, entre otras funciones fundamentales.

El debate sobre la Ley de humedales fue puesto en agenda por las enormes movilizaciones en Rosario, que ganaron las calles y el Puente Rosario-Victoria contra las quemas de pastizales que desembocaron en masivos incendios en las islas del Delta. Estos incendios son intencionales en gran cantidad de casos, y fueron provocados por el avance de la ganadería en las islas. Este avance fue motivado a su vez por el desarrollo del monocultivo sojero en Santa Fe, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires, que fueron desplazando las viejas zonas de pastoreo de ganado y la frontera agrícola. También por el desarrollo de proyectos inmobiliarios de lujo, que se expanden al calor del lobby de los desarrolladores capitalistas.

Las quemas continúan hasta hoy, y el reclamo de medidas de emergencia no tiene una respuesta a la altura de la gravedad de la situación. A todo lo largo del cordón del Paraná santafecino el humo tóxico invade las ciudades. Según estudios ambientales los niveles de contaminación del aire son muy altos, con graves consecuencias para la salud, en medio del colapso sanitario y el agravamiento de los contagios de Covid-19. A esta altura, el Ministerio de Ambiente que conduce Juan Cabandié se revela como un organismo postrado ante los intereses de los agronegocios, y no de la preservación ambiental.

Hay en tratamiento una gran cantidad de proyectos de sobre los humedales. Sin embargo, para valorarlos se debe tener en cuenta los antecedentes en materia de regulación ambiental estatal. Ni la Ley de Bosques ha protegidos a los bosques nativos, como lo muestra la continuidad de los desmontes masivos de miles de hectáreas incluso en pandemia, ni la Ley de Glaciares impidió que Veladero siga destruyendo periglaciares, dentro de cuyo perímetro se ubica la mina de oro más grande del país.

Esto ocurre no solamente porque las leyes de protección ambiental tienen zonas grises en su articulado, o la reglamentación que permiten la continuidad de las actividades contaminantes, sino fundamentalmente porque son aplicadas por un Estado que actúa fundamentalmente como un socio de los capitalistas que llevan adelante actividades depredadoras. Son el gobierno nacional y los gobiernos provinciales los que deben velar por el cumplimiento de reglamentaciones, y los que ceden permanentemente a la presión patronal en favor de la destrucción del ambiente.

Por eso, el proyecto de Ley de Humedales del FIT contempla, para aplicar las reglamentaciones previstas para defender los humedales, la creación de consejos autónomos con la participación de representantes de comunidades indígenas implicadas, de las comunidades locales campesinas, de pueblos afectados y asambleas locales, del campo científico, académico y universitario, de organizaciones socioambientales y de las personas interesadas, con derecho a veto sobre las decisiones en materia ambiental y de humedales. Estos consejos tienen el objetivo de representar un campo de organización para enfrentar el alineamiento del Estado con los intereses del capital que destruyen el ambiente.

Además, establece la prohibición de todo tipo de quemas y regular la utilización del fuego, una medida elemental frente a los incendios que afectaron el Delta y parte del Litoral, y que tuvieron su contraparte en los incendios forestales en Córdoba y el norte del país. Hay que tener en cuenta que la prohibición de las quemas no está contemplada en otros proyectos de ley, con el fundamento de que forman parte de los métodos de producción en diversos puntos. Sin embargo, las características de la emergencia ambiental obligan a tomar medidas de emergencia.

Además, el proyecto establece que “no se podrán autorizar cambios en el uso de suelo, como urbanizaciones, desmontes, emprendimientos mineros, del agronegocio, quemas, en ninguna área que reúna las características de humedales determinadas en el artículo 2° de la presente ley”.

Junto al proyecto de emergencia en materia prohibición de desmontes presentado por Romina Del Plá, el proyecto de Ley de Humedales es un programa para defender en las calles junto a la juventud que viene poniéndose de pie contra la depredación del ambiente por parte del capital. Frente a las acciones de lucha de la juventud y un amplio sector de la población, contrasta la parálisis parlamentaria para adoptar medidas urgentes. En particular, la Comisión de Ambiente de Diputados que preside Leonardo Groso, que solo salió de la parálisis a partir de un reclamo de la diputada del Partido Obrero, pero se limita a realizar “reuniones informativas” sin compromisos reales ni fechas concretas para dictaminar sobre los proyectos; una operación distraccionista para no avanzar en nada.

En ese sentido, el proyecto de humedales presentado por el FIT-U será parte de nuestros reclamos hacia la movilización del 25 de septiembre, en la huelga internacional contra el cambio climático.