Ambiente

3/8/2023

El municipio de San Martín expone a los vecinos a la contaminación

Más de cien mil personas viven sobre y de la basura.

Precandidata a intendenta.

En San Martín hay miles de familias viviendo de la basura.

La contaminación ambiental es un gran negocio en el municipio de San Martín, en el que priman los basurales, la falta de vivienda y la precarización laboral.

Las políticas municipales a favor del ambiente son una burla: se reducen a algunos puntos verdes y algún festival con título ambientalista. Pero el 63% de la superficie de San Martín se ubica sobre la cuenca del río Reconquista, la cual se encuentra en condiciones de vulnerabilidad ambiental por los niveles de contaminación y la intendencia peronista de Fernando Moreira no tiene ningún planteo para resolverlo.

Los principales causantes son el Ceamse, los basurales a cielo abierto y las industrias. El punto más álgido se encuentra lindando el Acceso Oeste, pegado al Complejo Ambiental Norte 3 del Ceamse, donde los barrios Costa Esperanza, 8 de Mayo, Libertador, 9 de Julio, Lanzone, Independencia, Cárcova e Hidalgo crecen sobre un terreno compuesto por rellenos sanitarios.

Más de cien mil personas viven sobre y de la basura. Alrededor de 800 vecinos trabajan en las “plantas sociales de recuperación y clasificación de residuos”. Un eufemismo de grandes galpones de cooperativas con trabajo precario, donde se separan más de 80 toneladas de basura, con bajos ingresos, falta de herramientas de trabajo y de elementos de seguridad personal.  A su vez, unos 2.000 trabajadores por día (mayoritariamente mujeres y menores de edad) recorren el camino repleto de basura, contaminación y peligros cirujeando por su cuenta en “la montaña”, para revender papel, plástico o metal. En los últimos años, se declararon diez muertes en ese camino, y posiblemente sean muchísimas más.

El desprecio a la vida de los trabajadores

Los barrios de la zona poseen servicios básicos deficientes, no solo en cuanto a la recolección de residuos sino a la falta de agua potable. Entre 10 y 15 mil personas extraen agua de las napas subterráneas contaminadas, por lo que proliferan las enfermedades. Investigadores de la Unsam expusieron que el agua superficial de los arroyos en el barrio La Carcova y 9 de Julio registra una alta carga orgánica, lo cual conforma un ambiente anaeróbico (ausente de oxígeno) y empiezan a actuar bacterias que, al respirar compuestos con sulfato, generan ácido sulfhídrico, que es tóxico y produce el característico olor nauseabundo de ríos contaminados.

Además, detectaron la presencia de distintos elementos tóxicos, como arsénico, cadmio, cromo y plomo, entre otros. En gran medida esto consecuencia de los desechos industriales sin tratamiento. Mientras, en los CAPS de la zona, que tienen grandes profesionales, están ultra precarizados y no dan abasto: faltan turnos. El panorama de conjunto demuestra que el desprecio a la vida de los trabajadores por parte del municipio es total.

El gobierno municipal hace la vista gorda frente a estos problemas y festeja sus “habilitaciones exprés” a industrias. Lleva adelante un programa integral destinado a promover la instalación de nuevas industrias y comercios en San Martín, a través de exenciones impositivas que incluyen el 100% de los derechos de habilitación y otros beneficios.

¿Qué planteamos?

Frente a esta situación, desde la lista que encabezan Gabriel Solano y Vilma Ripoll en el FIT proponemos: la construcción de plantas recicladoras municipales, con personal bajo convenio colectivo y con las condiciones de seguridad necesarias para que los trabajadores no estén expuestos a enfermedades y accidentes, con un salario equivalente a la canasta familiar. A su vez, quienes hoy se encuentran revolviendo la basura deben ser contratados en esas plantas.

De forma inmediata se debe garantizar el acceso al agua potable y al resto de los servicios básicos, como también urbanizar los barrios y construir vivienda popular. Es necesario incorporar a los trabajadores precarios o desocupados en ese plan de obra pública, encuadrándolos bajo convenio. A su vez, exigimos que se investigue el estado de las napas de agua y se dé lugar a un plan de saneamiento.

Doce años de gobierno peronista en San Martín y no hay ni un planteo de salida a este problema, mientras han mandado a desalojar a las familias que construyen sus casillas en las zonas del basural. La derecha de Bullrich y Larreta, que hace gala de cómo piensa reprimir a los pobres, no traerá solución alguna. Tampoco quienes promueven -y hacen negocios- con las cooperativas ultraprecarizadoras. En estas elecciones vamos con la izquierda que les duele a los dueños del poder.