Vecinos de Belén, que pertenecemos al Grupo Belén por la vida, queremos manifestarnos frente a los acontecimientos que sucedieron ayer en nuestra ciudad:

1. Denunciamos a la Minera Alumbrera, la que usó las más viles artimañas para provocar un enfrentamiento entre hermanos de este pueblo. Muy tranquilamente, dicen a los cuatro vientos que van a suspender empleados sin goce de haberes por los problemas que les causa el bloqueo, lo que demuestra, una vez más, que el hilo se corta por lo más delgado, para hacer cargar a los trabajadores con un problema que es de la empresa y, además, desafiando a todos los estamentos del Estado -como ser la dirección de trabajo o la Afip, que nunca se dieron por aludidos. ¿Qué actitud hubiesen tenido éstos si algún comercio de Belén, con por lo menos diez empleados, hubiese proclamado tal amenaza? ¿Qué hace el gremio Aoma, que tan lindos hoteles ofrece a los trabajadores de la mina y no tiene la valentía de salir a luchar por condiciones dignas de trabajo para sus afiliados? Ese gremio también es cómplice de la tercerización en que tiene -a ojos vista- la Minera Alumbrera a la mayoría de sus empleados.

2. Denunciamos al gobierno cómplice, el cual permitió llegar a esta situación, el que dijo que no iba a reprimir, pero que -finalmente- mandó a la infantería de la provincia a golpear mujeres y menores, aunque no tuvo el coraje de mandar ni una sola auditoría contable para investigar por qué la empresa despediría a sus empleados luego de haberse llevado miles de millones de dólares de nuestros recursos naturales.

3. Manifestamos nuestra solidaridad con los empleados de la mina y les aseguramos que nuestro pensamiento no está en enfrentarnos con ellos, ni siquiera con la minería, sino -fundamentalmente- con los métodos de superexplotación, tanto de los recursos humanos como de los naturales.

4. Aclaramos que la denominación de ambientalistas es un artilugio para reducir la problemática de la megaminería a la cuestión ambiental. Defendemos tanto el agua como el suelo, el aire y a nuestro pueblo, así como a nuestra comunidad, de la degradación y el saqueo que significan este tipo de emprendimientos. Sobran ejemplos sobre esto: hace 15 años está la empresa minera y basta ver el estado de la ruta 40, que pasa por el pueblo, o la deficiente red de agua potable para saber que la minería resultó ser sólo espejitos de colores.

5. Repudiamos la represión ejercida por la policía en el día de ayer y exigimos la inmediata libertad de los compañeros detenidos.

6. Finalmente, llamamos a los jóvenes -esos que marcharon en defensa de nuestro territorio el miércoles pasado- a sumarse a este pensamiento liberador, que nos da dignidad y nos hace más fuertes frente a los poderosos que vienen a llevarse nuestras riquezas y a desestimarnos como pueblo.