Ambiente

26/6/2020

En Argentina se desmontaron casi 10.000 hectáreas de bosques en el primer mes y medio de cuarentena

La pandemia de coronavirus frenó muchas cosas, pero no la deforestación en Argentina. Según el último relevamiento de la ONG Greenpeace, “durante la cuarentena ya se desmontó el equivalente a media ciudad de Buenos Aires”. Según el monitoreo satelital que realiza esta organización, entre el 15 de marzo y el 30 de abril se desmontaron 9.361 hectáreas, lo que implica la pérdida de 200 hectáreas de bosques por día.


Esta depredación se suma a la pérdida de grandes áreas de bosques durante 2019, que ascendió a 80.938 hectáreas en las cuatro provincias con más desmontes del país (Santiago del Estero 25.513ha, Formosa 23.521ha, Salta 14.664ha y Chaco 17.240ha). Estos cuatro distritos habían perdido 112.766 hectáreas en 2018 y 172.639 en 2017, y totalizan una pérdida de 2,8 millones hectáreas de bosques nativos en los últimos doce años. Hay que destacar que desde la sanción de la Ley de Bosques en 2007 se desmontaron casi 1 millón de hectáreas de bosques protegidos.


El sistema nacional de monitoreo de bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que dirige Juan Cabandié, muestra en su página web como últimos datos de deforestación los de la campaña 2016-2017 para el Parque Chaqueño, es decir que ni siquiera mantiene la cifras actualizadas. No informa haber interrumpido ningún proceso de deforestación; el sistema de alerta temprana no funciona. Es completamente inadmisible que, frente a la emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad que estamos sufriendo, se siga con la deforestación para beneficio de un puñado de terratenientes. Las consecuencias de esto son fáciles de predecir: el cambio climático que se genera modifica los regímenes de precipitaciones, los hace más intensos con sus lógicas secuelas de inundaciones y desmoronamientos.


El avance de la frontera agropecuaria para proyectos ganaderos y/o de cultivos de soja son la principal causa, y por lo general los mismos propietarios de esas tierras son los ejecutores. Los gobiernos provinciales (conocen perfectamente a los tenedores de tierras) son cómplices de esta situación, conjuntamente con el organismo nacional responsable del manejo de la Ley de Bosques Nativos y deben ponerle un freno a la ambición destructiva de estos terratenientes. Un tercio de los desmontes se produjeron en bosques protegidos por la normativa nacional de bosques (clasificados en las Categorías I – Rojo y II – Amarillo), alcanzando las 27.704 hectáreas (Santiago del Estero 18.679ha, Chaco 7.683ha, Salta 1.326ha, Formosa 16ha). Chaco y Santiago del Estero son las provincias con más pérdida de bosques nativos en los últimos cuatro años. El manejo de los bosques nativos, o sea el aval a los procesos de deforestación que allí ocurren, son directa responsabilidad del Ministerio de Ambiente. Debe preservarse toda la biodiversidad existente y resguardar a sus históricos habitantes que por cientos de años han convivido con y de él bosque.


Es un fenómeno que se evidencia a nivel mundial. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a través del FRA2020 emitió un informe sobre la evaluación de los recursos forestales mundiales 2020, de donde surge que como continente África tuvo la mayor tasa anual de pérdida neta de bosques en el período 2010-2020 con 3,9 millones de hectáreas, seguida por América del Sur con 2,6 millones de hectáreas. La tasa anual mundial es de 10 millones de hectáreas en el decenio 2010-2020. Si bien la tasa de pérdida neta de bosques en América del Sur se redujo a aproximadamente la mitad durante el período 2010-2020 en comparación con los diez años anteriores, el área forestal en la región sigue disminuyendo.


El área total de bosques en el mundo es de 4.060 millones de hectáreas, que corresponde al 31% de la superficie total de la tierra. Las plantaciones forestales abarcan alrededor de 131 millones de hectáreas, lo que representa el 3% de la superficie forestal mundial. La proporción más alta de plantación forestal se encuentra en América del Sur, donde este tipo de bosque representa el 99% de la superficie total de bosque plantado y el 2% de la superficie forestal total. La FAO ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 1990 y 2015: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 al año.