Ambiente

2/2/2006|932

Fuera Marcos Martini y los basureros a cielo abierto


Durante ¡dos años! el gobierno municipal de Marcos Paz tiró y quemó basura de los comercios, residuos patológicos y árboles ¡arriba de un gasoducto! en un ramal ferroviario, propiedad del Estado nacional y en medio de campos trigueros.


 


Mientras que a los comedores comunitarios se nos negaba leña para cocinar, todos los días los camiones municipales tiraban decenas de camionadas de leña y la quemaban de manera totalmente irresponsable poniendo en peligro la vida de las personas y el suministro de gas.


 


Además en los basurales de Marcos Paz se alimentan animales que luego se comercializa; los reclamos de los vecinos y de las organizaciones ecologistas no dieron resultado, “nuestros” gobernantes siguieron quemando y quemando residuos indiscriminadamente por ¡dos años!


 


Estos reclamos trajeron a los medios nacionales, quienes mostraron todo, incluyendo un féretro; desde ese momento los camiones municipales han desaparecido, seguramente hasta que las aguas se calmen. En el pueblo del Arbol, otros medios reflejaron la tremenda situación en la que están viviendo más de 50.000 habitantes con las avícolas, con un millón de pollos y gallinas, ubicadas algunas en zonas urbanas trayendo moscas y enfermedades diversas para los vecinos, problema que también fue reiteradamente planteado y frente al cual tanto el gobierno anterior como el actual han hecho oídos sordos; en situación similar estamos frente a las fábricas lácteas que tiran el suero a la calle o lo arrojan en la planta depuradora municipal.


 


La empresa TBA contrató una empresa para fumigar el terraplén ferroviario con herbicidas que mataban, además del pasto, todo lo que tuviera vida; la organización de los vecinos denunciando estos hechos llevó a que la empresa retirara a los empleados y reemplazó estos productos cancerígenos por una máquina cortadora de pasto del tamaño de una locomotora; como siempre, las autoridades municipales lo vieron por TV.


 


Está claro que el gobierno municipal responde a intereses diferentes y contradictorios a los de los vecinos, y por otro lado estamos convencidos de que la organización independiente de los trabajadores es el único camino para superar estos atropellos.


 


Está para muestra el todavía vigente incinerador de Marcos Martini, el cual es un protectorado del Municipio y de la Provincia; quienes se llenan la boca cuestionando la política menemista son defensores de la misma, ya que este incinerador es la herencia de María Julia Alsogaray.


 


Contra el interés de unos pocos que intentan contaminar nuestro pueblo a costa de nuestra salud y de nuestro futuro es que el Partido Obrero llama a organizarnos y a movilizarnos contra el poder político distrital y provincial.


 


Por un Marcos Paz saludable y en defensa de nuestro medio ambiente.