A muchos les llamó la atención el viaje que Wado de Pedro hiciera a Israel el año pasado, rodeado de siete gobernadores y altos funcionarios de otras dos provincias, para concluir firmando acuerdos con la empresa Mekorot para la gestión de los recursos hídricos de cinco distritos.

Mekorot, que controla el 80% del agua en Palestina, ha sido denunciada por el relator de las Naciones Unidas por utilizarlo como arma de guerra para expulsar a los palestinos de sus tierras. Prohíbe a los palestinos extraer agua de las napas e incluso recoger agua de lluvia, mientras perfora los acuíferos en territorio palestino para abastecer a la población de Israel y de los asentamientos ilegales de colonos sionistas en la Palestina ocupada. Los ciudadanos israelíes consumen tres veces el agua que se les autoriza a los palestinos. Además, Israel está provocando el agotamiento de los acuíferos, luego de secar el río Jordán.

Los acuerdos firmados con Mekorot, disfrazados de “asesoramiento”, pretenden cuantificar los recursos hídricos de las provincias para determinar su valor comercial, todo esto en nombre del “expertisse” de Mekorot en zonas desérticas. El secretismo de los acuerdos ha generado la preocupación de las poblaciones, que en las zonas mineras vienen luchando contra la entrega del agua y su contaminación.

Wado no hizo más que continuar el camino ya trazado hace años por quien será ahora su compañero de fórmula, Juan Manzur. Antes de dejar su cargo como jefe de gabinete, a fines de diciembre, el tucumano realizó un viaje para reunirse con los más altos funcionarios israelíes, desde el presidente hasta el jefe de la Organización Sionista Mundial. Con el presidente Herzog, “analizaron también el tema de la gestión de estrategias y el manejo de los recursos hídricos con el fin de pensar la posibilidad de un plan integrado para el territorio argentino con aplicación del know how israelí” (Infobae, 25/12/22).

Especialmente se destacó su encuentro con la máxima autoridad religiosa del judaísmo, el gran rabino de Israel David Baruch Lau, en la importante ceremonia de Januca que se llevó a cabo en el Muro de los Lamentos de Jerusalén. Manzur encendió la última vela de la sagrada celebración. Según Infobae “se trata de un gesto de reconocimiento de las excelentes relaciones y fuertes vínculos que el ministro coordinador mantiene con líderes de la comunidad judía, tanto en Israel, como en Estados Unidos y Europa” (ídem). Sus vínculos con el sionismo llevan años, e incluso el rabino Lau inauguró una sinagoga en Tucumán en 2019 por invitación del gobernador.

Podemos agregar una relación previa. Manzur es cristiano maronita, una rama libanesa del catolicismo que fue la columna vertebral de las Falanges Libanesas, las cuales en 1982 asesinaron en los campos de Sabra y Chatilla a al menos 3.800 palestinos, fundamentalmente mujeres y niños refugiados en Líbano y bajo custodia del Ejercito Israelí que colaboró con esta masacre.

El 14 de julio se hará en la Cámara de Diputados una audiencia pública convocada por la diputada Romina Del Plá, del Frente de Izquierda, para difundir la presentación del pedido de informes al Poder Ejecutivo que exige explicaciones sobre la naturaleza de los acuerdos con Mekorot. Asambleas que luchan por el agua en todo el país se harán presentes.

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