Ambiente
22/9/2022
Huelga Mundial por el Clima: este viernes 23, ganemos las calles en defensa del ambiente
Basta de depredación capitalista del ambiente. La juventud y lxs trabajadorxs tenemos que intervenir.
Manifestación.
La Organización Meteorológica Mundial de la ONU informó que el 2021 fue uno de los siete años más cálidos de la historia. Al mismo tiempo, el informe elaborado por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, que está integrado por cientificxs de todo el mundo, demuestran que el aumento de la temperatura de la tierra, actualmente en 1,1 grados por sobre la etapa preindustrial, es el resultado de la emisión de gases de efecto invernadero. Los informes sostienen que al ritmo actual, el planeta podría trepar a 1,5 grados por sobre la etapa preindustrial en 2030. En el Ártico, el aumento de la temperatura llega a 3 grados sobre la etapa preindustrial.
Los cambios en la dinámica climática están conduciendo a la extinción masiva de especies, el colapso de ecosistemas y el aumento del nivel de los mares. El año pasado en Canadá se registró una temperatura récord de casi 50°C. Este año, en Europa y Estados Unidos, también se registraron temperaturas por encima de los 40°C, que provocaron incendios y muertes por las olas de calor. En Asia, las lluvias a gran escala e inundaciones golpean con fuerza a los pueblos. África y América del Sur sufren sequías extremas y una crisis hídrica sin precedentes.
El aceleramiento de la crisis ambiental a nivel mundial demuestra el fracaso de las cumbres climáticas. Las promesas por parte de los gobiernos capitalistas sobre mitigar el cambio climático y avanzar en la “descarbonización” chocan con la realidad: son esos mismos gobiernos los responsables de la depredación del ambiente.
Los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera son un 30% más altos que hace 60 años atrás, cuando comenzaban las mediciones, a pesar de haber transcurrido medio siglo desde la primera cumbre internacional. En noviembre de 2021, el pacto climático de Glasgow (COP 26) fracasó en el compromiso de establecer compromisos de reducción de las emisiones. Son los propios Estados imperialistas los que siguen impulsando el uso de combustibles fósiles.
¿En casa cómo andamos?
El Frente de Todos hizo campaña electoral en 2019 con la promesa de cuidar el ambiente, en sus spot hablaban sobre la Ley de Humedales. Sin embargo, lejos de lo prometido en campaña electoral, la realidad del país es otra.
Actualmente hay nueve provincias con focos activos de incendios. Si bien cada provincia tiene sus particularidades en el origen del fuego, el punto en común es que hay negociados por parte de distintos grupos que buscan expandir su área de explotación con la total responsabilidad del Estado, como por ejemplo el capital agrario que busca extender su frontera agrícola, o los especuladores inmobiliarios que quieren avanzar con nuevos emprendimientos. Las consecuencias están a la vista: más de un millón de hectáreas quemadas desde 2020, deforestación de bosques nativos, pérdidas irreversibles en la biodiversidad de los humedales, como ocurrió a principio de este año en los Esteros del Iberá en Corrientes, o actualmente en los del Delta. Sin embargo, el oficialismo del Frente de Todos y la oposición de Juntos vienen cajoneando desde hace años la ley de humedales, y premian a los sojeros con un “dólar soja” a $200 para quienes liquiden la cosecha durante este mes.
El gobierno avanza en su política extractivista con el objetivo de juntar los dólares necesarios para el pago de la deuda al FMI. En su gira reciente por Estados Unidos, el ministro de Economía Sergio Massa se reunió con mineras y petroleras para ofrecerles ventajas impositivas y beneficios cambiarios para que exploten los recursos naturales de nuestro país, por ejemplo en Vaca Muerta o en la extracción de litio en el norte argentino. La entrega del Mar Argentino o el Golfo de San Matías a las petroleras, incluso habiendo comprobado el impacto ambiental que estas actividades generan, explica la confesión del ministro de Ambiente, Juan Cabandié: “No se puede pagar la deuda sin contaminar”.
La crisis ambiental tiene un impacto directo en las condiciones de vida del pueblo, que ya sufre la falta de trabajo, el hambre y la pobreza. Contaminación de tierra, aire y agua por los agrotóxicos, los desechos industriales y los basurales a cielo abierto. Mientras las mineras y petroleras utilizan miles de litros de agua por día en sus emprendimientos, 8 millones de personas no tienen acceso al agua potable en nuestro país.
“Climate struggle is class struggle”
“La lucha climática es lucha de clases”, con esta frase Fridays for Future, el movimiento que encabeza Greta Thumberg, convoca a nivel mundial por cuarto año consecutivo a la huelga por el clima. Ya hay por lo menos 500 acciones confirmadas en las principales ciudades del mundo. En la Ciudad de Buenos Aires, la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS) convoca este viernes a las 16 horas a movilizar de Congreso a Plaza de Mayo.
En estos cuatro años, la depredación del ambiente por parte de los capitalistas y sus gobiernos se profundizó. Pero también creció la organización y lucha del movimiento ambiental, sumando fuerza a las asambleas y organizaciones que vienen luchando desde hace décadas.
En los últimos años en nuestro país tuvimos movilizaciones contra el acuerdo con China para la instalación de megagranjas porcinas. Al calor de esa lucha se formó la Coordinadora BFS, un paso adelante para defender una intervención independiente del Estado y sus gobiernos. En 2019 hubo una rebelión popular en Mendoza contra la megaminería y el envenenamiento del agua que logró que no se modifique la Ley 7.722, que prohíbe el uso de sustancias químicas tóxicas en las actividades mineras. Algo similar vivimos a fin del 2021 con el Chubutazo, que conquistó la derogación de la ley de zonificación minera del Gobernador Arcioni.
El 2022 empezó con las movilizaciones en toda la Costa Atlántica contra la entrega del mar argentino a las petroleras. Actualmente, en Rosario vienen protagonizando jornadas multitudinarias contra las quemas y por la ley de humedales.
El cumplimiento de las metas con el FMI choca de manera directa con una orientación que tenga como norte la defensa de nuestras condiciones de vida y del ambiente. Es necesario que lxs jóvenes y trabajadorxs intervengamos de manera independiente al Estado para luchar contra el hambre y la pobreza, contra los incendios intencionales, los desmontes, por la Ley de Humedales, contra el envenenamiento de nuestra agua y comida, contra la megaminería, por un mar libre de petroleras y por el acceso al agua potable en todos los barrios.
La lucha ambiental está totalmente ligada a la pelea para defender nuestras condiciones de vida. En definitiva, la clase obrera ocupada y en particular desocupada, son quienes más sufrimos las consecuencias de la depredación capitalista del ambiente.
La idea de un “capitalismo verde” es incompatible con los intereses económicos que hay en juego. Por eso, para terminar con el capitalismo, necesitamos construir un nuevo movimiento popular con otras banderas, las del socialismo.
Para unificar todos nuestros reclamos y avanzar en una reorganización económica y social de fondo, que rompa con el FMI y tenga como eje principal la defensa de la vida y la naturaleza, te invitamos a movilizar este viernes junto a Tribuna Ambiental y el Partido Obrero.
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