Ambiente

4/10/2022

Huracán Ian, calentamiento global y depredación ambiental

El huracán dejó más de 100 muertos en Estados Unidos

El paso del huracán Ian dejó dos muertos en Cuba y más de 100 en Florida y otros Estados norteamericanos. Además, claro, de grandes destrozos. A raíz de ello, vuelven los interrogantes sobre el impacto que el calentamiento global tiene sobre estos fenómenos climáticos.

Un artículo del semanario británico The Economist, reproducido por el portal del diario La Nación (4/10), afirma que los ciclones no se han incrementado junto al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que elevaron la temperatura global en más de un grado con respecto al período previo a la Revolución Industrial.

Sin embargo, lo que sí parece–añade el semanario- es que esas inclemencias climáticas se han vuelto más virulentas y destructivas.

Por empezar, el calor global adicional que absorben los océanos eleva sus temperaturas y contribuye a intensificar los ciclones.

A la vez, el aire más caliente posee también mayor humedad, lo que dilata las tormentas y hace que descarguen una mayor cantidad de agua. Estas corrientes de aire, aunque no está claro por qué, se desplazan de modo más lento que antes, lo que incrementa el tiempo de destrucción.

Finalmente, el aumento en el nivel del mar (como fruto del derretimiento de los glaciares) hace que la masa de agua que penetra en los territorios durante el paso de los huracanes aumente.

Pero además del problema meteorológico, la revista londinense indica como un inconveniente adicional el incremento de las construcciones y de la población en zonas rojas. Uno de esos ejemplos es Miami.

Aquí operan, por supuesto, los intereses inmobiliarios y el afán de lucro de las empresas, que les lleva a desestimar la seguridad de la población.

Es esta misma lógica la que empuja en muchos casos la continuación de las tareas laborales a pesar de los riesgos climáticos, como ocurrió en una planta de Amazon de Illinois, donde un tornado barrió el edificio dejando seis trabajadores muertos en diciembre de 2021.

En el caso puntual del huracán Ian, en Florida hay cuestionamientos al gobernador Ron DeSantis porque las autoridades se habrían demorado en emitir la orden de evacuación.

Y, en Cuba, el paso del ciclón –que destrozó la provincia occidental de Pinar del Río- deterioró aún más un ya precario sistema eléctrico. Los apagones de los últimos días han desatado nuevas protestas contra el gobierno, incluyendo a La Habana.

A fin de cuentas, aunque a simple vista no parezca, la devastación de los huracanes no es un fenómeno exclusivamente natural.

La depredación ambiental causada por el régimen capitalista en su “hambre canina de ganancia”, como dijera Marx, exige avanzar hacia otra formación social que armonice el desarrollo económico con el ambiente y plantee otra relación del hombre con la naturaleza.