Ambiente
6/9/2019
La basura de Macri y Larreta
Hacia la huelga internacional ambiental
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Por medio de un decreto, el gobierno de Macri acaba de autorizar la importación de basura sin control sanitario. La nueva norma modifica los decretos reglamentarios de la Ley de Residuos Peligrosos para permitir el ingreso de “sustancias y objetos” procedente de otros países. La principal modificación consiste en que se elimina el requisito de contar con un certificado de “inocuidad sanitaria y ambiental”, por lo cual se abre la puerta a la importación de material contaminante sin ningún tipo de control. Como se ve, Macri antes de abandonar el gobierno pretende convertir a la Argentina en el basurero del mundo.
Hay quienes dicen que el decreto fue solicitado por su amigo Donald Trump. Sucede que coincide con el hecho de que China acaba de prohibir la importación de basura. Por este motivo, los países centrales que utilizaban el territorio chino para descartar sus desechos necesitan ahora nuevos destinos. Sólo la Unión Europea enviaba a China 11 millones de toneladas al año, a lo que hay que sumar la basura que enviaba EEUU.
La ausencia de todo control, que se deriva de la eliminación del requisito del certificado de “inocuidad sanitaria” abre la puerta al ingreso de residuos peligrosos, con un potencial altamente contaminante sobre el medio ambiente, incluida las personas. Se trata de un retorno a la década del 90´, cuando se pretendió construir un basurero nuclear en el pueblo de Gastre, provincia de Chubut. En este caso, el decreto es muy amplio ya que habilita el ingreso de desechos de papel y cartón, chatarra ferrosa, chatarra de aluminio, desechos de material plástico y de vidrio, entre otros. Al eliminarse el requisito de peligrosidad de origen, que debía emitir el país exportador, y ser luego controlado por autoridades nacionales, abre la puerta al ingreso de material altamente contaminante.
Aunque la justificación de la medida está fundada en incorporar material reciclable, lo cierto es que va de la mano de la decisión tomada por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, de instalar 5 hornos de incineración de basura, eliminado la prohibición que existía en la Ciudad desde hace más de una década. Como señalamos al momento de su tratamiento en la Legislatura, la instalación de hornos reclama una inversión millonaria, que luego para ser amortizada requiere del acceso permanente a la materia prima, o sea, la basura. Muchos de los países que incorporaron este método de incineración terminaron siendo importadores de basura, pues de otro modo los hornos no podían funcionar.
En este caso, además, se afecta el trabajo de los recolectores de basura, que llevan adelante un trabajo de reciclado sin prácticamente ningún apoyo oficial. El ingreso de basura para ese reciclado implicaría una caída de los precios del material reciclado en el país, impactando en el ingreso de por sí precario de miles y miles de familias.
En vísperas de la huelga ambiental internacional, el gobierno ha decidido avanzar en medidas que nos convierten en el basurero del mundo. Tenemos, por lo tanto, un nuevo motivo para movilizarnos reclamando que este decreto sea anulado de inmediato.