Ambiente
24/10/2024
Cuenca Matanza-Riachuelo
La Corte Suprema cierra la causa Mendoza y la contaminación y la precarización avanzan
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Contaminación Riachuelo.
El pasado martes 22 de octubre, votando por unanimidad, los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dieron por clausurada la causa Mendoza, desde donde se intervenía en pos del saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo. De este modo, ponen en seria amenaza el incremento de las precarias condiciones de supervivencia de los habitantes próximos a las orillas del Riachuelo y el de cientos de puestos de trabajo.
Según el dictamen, la causa:“Ha cumplido su propósito de generar la reforma estructural que resulta imprescindible para alinear la actividad del Estado con los principios y derechos consagrados en la Constitución (…) En las actuales condiciones, la medición detallada de los resultados que alcancen estas nuevas estructuras no forman parte del cometido de este tribunal, en especial si se tiene en cuenta dicho monitoreo demandaría un tiempo prolongado (respecto a las órdenes con finalización cierta) o un tiempo indefinido (en el caso de las órdenes de ejecución permanente). Por esta razón, corresponde poner fin a la presente causa y a sus acumuladas”. En criollo, la Corte nuevamente se lava las manos.
El sumario judicial se inició el 14 de julio de 2004, cuando Beatriz Mendoza, trabajadora social, junto a vecinos de Villa Inflamable (Avellaneda), cansados de ver como sus hijos se enfermaban tan solo de respirar el aire, pisar la tierra y privados de beber el agua corriente, todo altamente contaminado (especialmente por la petroquímica Shell, emplazada frente a la barriada humilde), presentaron una denuncia al Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires y a cuarenta y cuatro industrias, por los daños en la salud y el medio ambiente. Pocos meses después se sumaron asociaciones vecinales, organizaciones de derechos humanos y ecologistas, transformándola en una mega causa.
En 2006, mediante la Ley 26.168, el Estado creó la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), conformada por representantes de las jurisdicciones de nación, provincia y los quince municipios con orillas en el causa acuífero. Ente a cargo del seguimiento del saneamiento y el control de la descargas de residuos por parte de las industrias.
El 8 de julio de 2008 la Corte Suprema sentenció a dichas administraciones el cumplimiento del Plan Integral de Saneamiento Ambiental (Pisa), el cual disponía de protocolos para el tratamiento de desechos industriales, limpieza e instalación de redes de desagües pluviales, de agua potable y cloacales, como así también la relocalización de las familias más expuestas en Inflamable.
A más de veinte años, los vecinos del Docke e Isla Maciel siguen sufriendo la depredación ambiental capitalista. Al hambre y la miseria en aumento se le suma las paupérrimas condiciones habitacionales y el paupérrimo escenario contaminado. Pibes, pibas, adultos mayores y mujeres embarazadas sobreviven con niveles que triplican el triple de lo normal de plomo en sangre. Con enfermedades cutáneas, infecciones, complicaciones respiratorias, leucemias, linfomas y abortos espontáneos. En muchas ocasiones no tratados, ante la inexistencia de centros médico donde atenderse. La demostración es la ausencia de elementos básicos para la atención en la salita sanitaria.
Enfermedades contraídas por los residuos, arrojados sin tratamiento por industrias como Razen, Petrobras, Deheza, Cementos Avellaneda, Tri Eco, por nombrar algunas de ellas (la última con causa judicial por sobornos al Estado). Informes brindados por la propia Acumar y laboratorios privados (nacionales e internacionales) dan cuenta que las aceitosas aguas del Riachuelo, como así también el aire y la tierra (y sus napas), poseen altísimos niveles de plomo, zinc y cromo, productos altamente dañinos para el ser humano, los animales y el medio ambiente.
Nada de lo resuelto años atrás se ha cumplido. Los vecinos de Inflamable, al igual que del otro lado de la orilla en la Ciudad de Buenos Aires y municipios del conurbano bonaerense, siguen sin servicios básicos, como agua potable ni cloacas. Hacen sus necesidades en su tacho, que luego los arrojan en las aguas de la cuenca. Los vecinos de la barriada de emergencia de Avellaneda tampoco han sido reubicados. Las obras de limpieza y mantenimiento (apuntalamiento de paredones en amenaza de desmoronamiento) implican a trabajadores precarizados, integrantes de cooperativas, demostrando cómo el Estado, desde hace décadas, es el primer precarizador laboral.
Por otro lado, llega el verano y el agua potable es necesidad fundamental. Desde el Ejecutivo municipal de Avellaneda (Jorge Ferraresi, PJ) se ajusta en lo más sensible, recortando la cantidad de bidones por familia.
La nueva resolución del tribunal nacional, pese a que insta a Acumar a seguir controlando, la realidad es que la amenaza de cierre es existente. Sumado a un gobierno nacional, comandado por Javier Milei, que busca reducir el Estado, y que la crisis la siga pagando el pueblo trabajador, incluso con sus propias vidas.
En lo que va de los diez meses de gestión, el Ejecutivo nacional ha desvinculado a 200 trabajadores de la Agencia y un número similar sufre serio peligro. No es casual que comiencen a circular por parte del Riachuelo (La Boca) una lancha colectivo para el turismo. Con esta nueva entrega de recursos naturales no sería extraño que dicho emprendimiento se extienda, provocando que los metales pesados, alojados en el lecho submarino, refloten e incremente las paupérrimas condiciones ambientales y de sobrevida.
Lo firmado por la Corte Suprema es un granito de arena a la barbarie ambiental, un nuevo capítulo en la entrega del Riachuelo a las empresas contaminantes, precarizadores y especuladores turísticos e inmobiliarios.
El saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo se dará si es tomado en manos del pueblo trabajador. Es urgente ganar las calles por el cumplimiento de la sentencia de 2008. Reubicación de los vecinos de Villa Inflamable. Planes de viviendas populares y obras de infraestructura bajo control de los habitantes y las organizaciones piqueteras de las barriadas más urgentes. Comisiones de seguridad e higiene en los barrios próximos al Riachuelo, bajo control obrero. Ni un despido en Acumar. No al trabajo no registrado, pase a planta permanente. Triplicación del presupuesto sanitario. Fuera el empresariado depredador, y sus gobiernos cómplices. Por una Cuenca de y para los trabajadores.