La asamblea que nuclea a su vez a distintas asambleas vecinales, en defensa del espacio público y el hábitat de San Isidro, organizó un encuentro para conocer las distintas propuestas de lxs candidatxs a concejales del distrito, de las distintas fuerzas políticas, en relación a la temática. Por el Frente de Izquierda Unidad participó Flor Sarmiento, también tomaron la palabra candidatxs de Avanza Libertad, ConVocación y el Frente de Todos. El oficialismo municipal, Juntos por el Cambio, se ausentó del debate.

En San Isidro, el municipio gobernado por Gustavo Posse privilegia la especulación inmobiliaria, mientras las familias trabajadoras se ven obligadas a vivir en condiciones de hacinamiento y sin acceso a los servicios básicos en los 12 barrios precarios que integran el distrito. A su vez, impera el avance de estos negociados sobre los espacios verdes, como se puso de manifiesto en el encuentro, donde lxs vecinxs expusieron las particularidades de cada conflicto.

Uno de ellos es la avanzada de Posse sobre el puerto de San Isidro, bajo el pretexto de construir un parque allí. El proyecto municipal también contempla “relocalizar” a los habitantes de las viviendas ubicadas en el Barrio Puerto. En relación a esto, Flor Sarmiento expresó la necesidad de dar lugar a una consulta vinculante para defender la permanencia del puerto, y, además, advirtió que esta embestida esconde de fondo intereses privatistas por parte del possismo. A su vez, señaló que desde el Frente de Izquierda rechazamos de plano la relocalización de los vecinos, que no es más que un desalojo encubierto. Por el contrario, el municipio debe resolver las múltiples carencias habitacionales de dicho asentamiento.

En segundo lugar, se comentó en profundidad el reclamo vecinal de convertir el expredio de Obras Sanitarias (ubicado en Beccar) en un Parque Público, donde una parte del terreno sea designada para construir vivienda popular para los habitantes de La Cava, el barrio lindero. Hoy en día, esas tierras son propiedad de Cencosud que pretende construir allí un megaemprendimiento que incluye torres y un centro comercial. El proyecto, de enorme impacto ambiental -ya que eliminaría un pulmón verde e impermeabilizaría el suelo- se encuentra en una impasse judicial a la espera de que se realice una evaluación del suelo. Posse actuó en favor de este negociado cambiando la codificación del suelo, pasando a ser de “uso residencial y comercial”, en lugar de “educativo”.

Flor, por su parte, señaló la importancia en términos ecológicos, científicos y sociales de que dicho predio sea expropiado para que funcione como parque público abierto a la comunidad, el cual debe ser gestionado por la asamblea de vecinos. Al mismo tiempo, opinó que el plan de viviendas tiene que emplear mano de obra desocupada bajo convenio y luchar por el acceso universal al crédito hipotecario. Por último, sostuvo que este plan debe ser financiado por medio de un impuesto progresivo y permanente a los grupos inmobiliarios del distrito.

También tomó la palabra un representante de la asamblea de Bosque Alegre. Esta reserva natural ubicada a la ribera sanisidrense sufrió un enorme daño por parte del municipio, cuando en 2012 se taló una parte del bosque -represión mediante- para cederle ese espacio al Club de Rugby, El Casi. En ese sentido, Flor se pronunció a favor de la urgente restitución y reforestación de dicho predio, y en la importancia que se destinen los recursos necesarios para la preservación de la reserva. Por otro lado, hizo énfasis en la necesidad de que el control del bosque esté en manos de la asamblea ambiental y en seguir organizadxs para impulsar estos reclamos.

Hasta acá, un breve repaso de un encuentro que sin dudas sirvió para fortalecer las luchas en defensa de los espacios verdes y el hábitat de San Isidro, contra los negociados inmobiliarios y sus agentes políticos. Desde la izquierda, nos ponemos a disposición de cada una ellas.