Ambiente

23/8/2020

La Matanza: continúa la lucha de vecinos contra la contaminación de Klaukol

Luego de once años de lucha, vecinos del barrio Las Mercedes de Virrey del Pino vienen llevando un nuevo acampe en defensa de la salud y enfrentando amenazas.

"La indiferencia mata": calavera de resina intervenida con material micro-particulado que se deposita en el barrio Virrey del Pino y respiran los vecinos (obra de Martín Crespi registrada en el libro "Naturaleza Humana").

Hace más de dos semanas un grupo de vecinos de la localidad de Virrey del Pino (La Matanza, Buenos Aires) viene realizando un nuevo acampe en las inmediaciones de la fábrica Sika-Klaukol, reclamando el cese de la contaminación que la misma genera en el aire que respiran los trabajadores que viven en el barrio. Susana Aranda, una de las referentes de esta lucha que ya lleva once años, también ha iniciado una no toma de medicación para denunciar la contaminación de Klaukol y la complicidad de las autoridades del Estado. El viernes 21 por la noche, los elementos del acampe fueron destrozados y uno de los vecinos recibió intimidaciones.

El barrio se llama Colonia Las Mercedes y está ubicado a la vera de la Ruta 3 en el Km 44.500. Son cerca de diez manzanas que habitan familias obreras. Allí se instaló en la década del ’80 la fábrica de Klaukol, que produce elementos para la construcción. En el año 2009 sucedió una explosión en una de sus chimeneas y provocó una enorme nube gris sobre las casas de las inmediaciones; fue entonces que varios vecinos fueron tomando conciencia de lo que ocurría y organizándose para esclarecer y denunciar lo que estaba pasando.

“La contaminación es invisible pero con los años te va matando”, señaló en varias ocasiones Susana Aranda. En este sentido, algunos informes de organismos señalan la presencia de plomo, cromo, tolueno y benceno en la sangre de personas del barrio de distintas edades, como el realizado por la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) en el año 2017. Los vecinos denuncian también que en el aire respiran sílice y cuarzo, entre otros elementos dañinos para la salud. Los organismos pueden procesar de diferentes maneras el aire contaminado, pero la exposición es inexorable y afecta en diferentes grados las vías respiratorias, el sistema neurológico y también genera distintas afecciones en la piel.

El sílice se presenta como vidrio molido que se respira en el aire del barrio. Este elemento, entre otros, provocan diferentes patologías respiratorias que, en el contexto de la pandemia de Covid-19, coloca a las familias en un enorme riesgo.

En el acampe, los vecinos plantean que buscan una solución definitiva a sus reclamos. Remarcan que no están reclamando por “sospechas” o “alarmas”, sino que efectivamente la contaminación ya ha causado numerosos trastornos de salud y decenas de muertes por cáncer en los últimos años.

La denuncia inicial de los vecinos llegó en su momento al Juzgado Federal de Morón, que luego de 10 años se declaró incompetente y la derivó al Juzgado de Garantías N°4 de La Matanza, que también rechazó el caso. De este modo, intervino la Corte Suprema y determinó que el expediente regrese al Juzgado N°4 radicado en el distrito, mientras que la UFI N° 6 es la encargada de llevar adelante las investigaciones correspondientes. Como se ve, todos estos años son perjuicio e indiferencia para la población trabajadora y complicidad judicial y política a favor de Klaukol.

“No hay ningún tipo de respuesta por parte del gobierno ni de la empresa”, nos comenta uno de los vecinos que se encuentra en el acampe y que también participó en marzo de este año en una reunión con la fiscalía del distrito. Allí les plantearon que no se podía hacer nada, pues no habría recursos para los análisis de laboratorio necesarios para fundamentar lo evidente.

La fábrica Klaukol entra en la categorización 3 de la ley provincial 11.459 de Radicación Industrial, como “establecimientos que se consideran peligrosos porque su funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población u ocasiona daños graves a los bienes y al medio ambiente”. Ese marco da cuenta de que fábricas de este tipo no tendrían que establecerse en las inmediaciones urbanas como es el barrio de La Mercedes. En este sentido, los vecinos denuncian que readecuarse le implicaría a Klaukol un costo mayor, por una logística más compleja.

Los mandatarios anteriores, el gobernador actual Axel Kicillof y el intendente Fernando Espinoza tienen responsabilidad en toda esta situación. Y así lo señalan los vecinos en el acampe, que también apuntan hacia la complicidad de los medios masivos de comunicación que no abordan el problema, de forma totalmente intencionada, para defender los intereses de Klaukol.

Klaukol es una poderosa empresa multinacional que opera en 22 países y tiene cinco plantas en el país. Una de las más importantes es la de Virrey del Pino. El año pasado el grupo suizo Sika compró Klaukol con planes de una mayor expansión. A este grupo se enfrentan las familias trabajadoras del barrio y no ha sido sin consecuencias. En el año 2016, Susana Aranda sufrió amenazas y una situación tremendamente violenta cuando la obligaron a ingerir pilas: “elegí vos: un plomo de 9 mm o tragar esto”, le dijeron.

Desde el Partido Obrero de La Matanza, apoyamos la lucha de los vecinos de Las Mercedes. Nos solidarizamos ante las amenazas que vienen recibiendo. Hay una naturalización de la situación que estas familias obreras quieren quebrar. El municipio con el PJ local han hecho oídos sordos ante la gravedad de los hechos. El Estado en sus diferentes niveles y el poder judicial son responsables no solo de la contaminación ambiental que viven los vecinos, sino también de la pésima situación de infraestructura (falta de cloacas, agua de red, gas natural, pavimento, luminaria, entre otros) que aún hoy se mantiene para las familias obreras de la zona.

Planteamos la necesidad de que las y los trabajadores formemos comités de seguridad e higiene que puedan decidir e intervenir sobre los recursos que deban volcarse a infraestructura, y también sobre las condiciones en que se puedan llevar adelante las actividades productivas en nuestros barrios. Desde el Partido Obrero de La Matanza impulsamos a que esta lucha en defensa del medio ambiente y la salud, que se va dando de diferentes formas y en distintos puntos del distrito, empalme con la pelea general del movimiento obrero con total independencia del Estado y sus partidos patronales, para fortalecer una alternativa política obrera y socialista y que la crisis la paguen los capitalistas.