En el transcurso de la cuarentena, debido a la propagación del Covid-19, el histórico predio de la reserva natural de Laferrere (La Matanza) ha sido atacado nuevamente por intereses privados. Sucede que una vez más, los emprendimientos particulares buscan avanzar en una ocupación y apropiación mayor del predio.

Los vecinos denuncian que en este espacio se viene dando una usurpación por Rubén Costoya, quien administra cinco canchas de futbol instaladas en estas tierras de dominio público, pero que alquila para beneficio propio. Esta irregular situación ocurre a sabiendas de los funcionarios del municipio y de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (Aabe): la entidad nacional responsable de este predio, uno de los últimos pulmones verdes del distrito.

Asimismo, en reiteradas ocasiones los vecinos, organizados alrededor de la reserva, han manifestado que los edificios del exAeroclub, los cuales forman parte de un “Bien histórico testimonial”, mediante la ley 13.393 y su modificatoria 14.476, no se encuentran en su debido uso. Al contrario, además de ser ocupados por Costoya, una parte de ellos padece un fuerte deterioro debido al abandono de largos años.

Hace pocos días, el 10 de julio, personal del municipio de La Matanza trabajó en las canchas y arregló la entrada del exAeroclub, pero los residuos que generaron fueron tirados en el predio de la reserva natural. Una provocación, además de un desprecio al trabajo de mantenimiento y cuidado que con dedicación llevan adelante los vecinos, quienes hicieron una denuncia pública de esta nueva irregularidad.

En este contexto, durante la tarde del 12 de julio se produjo un incendio de importantes dimensiones en la reserva, del cual aún no se conocen las causas. Sin embargo, los propios vecinos, que conocen las características de la reserva, afirman que por las condiciones climáticas de los últimos días es improbable que se deba a causas naturales. Por otro lado, no es la primera vez que ocurren incendios intencionales para arruinar un trabajo colectivo pero también para amedrentar y acallar un reclamo. Casos como este en Laferrere se replican en otros espacios como en la reserva natural de Ciudad Evita y en tantos otros del Área Metropolitana de Buenos Aires, donde empresarios y Estado se entrelazan a favor de sus intereses y en contra del medio ambiente y de la clase trabajadora, que se pone de pie para defender sus espacios públicos, de recreación y también de solidaridad social.

Los vecinos de Laferrere se encuentran desde hace años trabajando en defensa de este espacio verde de la ciudad, llevando adelante una tarea de concientización sobre la necesidad de preservar un medio ambiente saludable para una mejora sustancial en nuestras vidas y, en ese camino, también vienen dando una pelea con diferentes funcionarios y organismos del Estado en sus diferentes niveles. Han presentado al Concejo Deliberante, el año pasado, un proyecto para la declaración oficial como reserva, sustentado en el trabajo cotidiano, así como también con aportes de investigaciones científicas que dan cuenta del aporte ecológico y social que significa el predio.

Desde el Partido Obrero de La Matanza denunciamos la complicidad del municipio por su acción y omisión. Apoyamos la lucha de los vecinos que se suma a una lucha más que tiene que dar la clase trabajadora para mejorar sus condiciones de vida. Asimismo, llamamos a continuar y fortalecer la organización política independiente de los vecinos de Laferrere y del conjunto de los trabajadores de La Matanza para enfrentar estos atropellos del Estado y sus partidos patronales y para que la crisis que venimos atravesando la paguen los capitalistas.

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