Ambiente

16/1/2023

La “navegación” en el Riachuelo

Acumar: agente de la especulación y la contaminación.

Foto de archivo.

En los últimos días ha ganado espacio la noticia de que en las inmediaciones a las orillas del Riachuelo, la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) instalará estaciones de Promoción e Interpretación Ambiental. Al momento se emplazarán dos stands, uno en Isla Maciel (Dock Sud, Avellaneda) y otro en Caminito (La Boca, CABA).

Según informa el ente estatal, creado en 2008, el proyecto “El Puente y sus dos Orillas” propone un circuito turístico sustentable con eje en el puente Nicolás Avellaneda. “Las estaciones tendrán como objetivo informar a la comunidad acerca de la recuperación de la cuenca Matanza Riachuelo, así como el funcionar a modo de base y punto de partida para circuitos turísticos ambientales. Allí se brindarán los tickets para el cruce del puente transbordador que permitirá acceder a una nueva perspectiva del río y del patrimonio cultural, arquitectónico, histórico y natural presente en la zona”.

Esta nueva acción de la Agencia va de la mano de una fuerte política especulativa inmobiliaria y financiera.

Desde hace varios meses, empresas constructoras, bancos internacionales y nacionales, y firmas multinacionales, con el apoyo y la propaganda de Acumar, llevan adelante una fuerte campaña para habilitar la navegabilidad por las aguas del Riachuelo. Su objetivo es el ingreso de catamaranes y buques turísticos. Incluso ya existe una ruta de navegabilidad desde Nordelta hasta la cuenca. A la par, la idea de extender el Puerto Madero hacia el sur va de la mano con lo informado anteriormente. Hoteles de lujo, shoppings y especulación inmobiliaria, financiera y turística.

En medio de este contexto, el Riachuelo es uno de los cinco cursos de agua más contaminados del planeta, compartiendo el five con los ríos Salween (Asia), Citarum (Indonesia) y Danubio (Europa).

Mientras Acumar, el gobierno nacional, provincial y municipal ponen sus miras en el negocio turístico e inmobiliario, miles y miles de vecines y trabajadorxs sobreviven inmersos en la contaminación, a causa de las descargas sin control de las petroquímicas, cementeras, industrias, comercios, curtiembres próximas a las orillas de la cuenca.

El ejemplo ilustrativo es Villa Inflamable, donde más de 18 mil personas pisan, beben, comen y respiran sustancias altisimamente tóxicas. Al hambre, la miseria y la crisis habitacional (hacinamiento y casillas en constante amenaza de derrumbe) ausentes de agua potable, redes cloacales, pluviales y eléctricas seguras, se le suman los altísimos niveles de contaminación. Provocando enfermedades dermatológicas, gastrointestinales, oftalmológicas y en hematológicas (en cuádruple de los niveles normales de plomo en sangre, linfomas y leucemias). En ocasiones terminando con sus vidas. Pese a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó, hace 15 años, zona inhabitable, el Estado continúa ausente tanto en el saneamiento del Riachuelo, como de la realización de obras públicas y en la reubicación de más de 8 mil familias. Pasaron peronistas, kirchneristas y radicales, responsables de la barbarie ambiental.

La salida a esta crisis solo está en manos del pueblo trabajador. Comenzando por el diseño y realización de obras públicas y viviendas populares, bajo control de les vecines y laburantes de las villas y barriadas urgentes, próximas a la cuenca.

Basta de la mentira Acumar, un agujero negro presupuestario. A cambio, la puesta en funcionamiento de comisiones de seguridad e higiene bajo control obrero.

Terminemos con los políticos capitalistas y los especuladores. La lucha ambiental es de clase. A ganar las calles y desarrollar un movimiento popular con banderas socialistas.