Un reciente estudio realizado por el Inta Balcarce, en el que colaboraron vecinos y organizaciones, dan cuenta de una contaminación generalizada con agrotóxicos en la localidad bonaerense de Lobos. Los resultados de las muestras tomadas en diferentes puntos urbanos y rurales ratificaron las peores sospechas que tenía la comunidad local.

El portal Economía Sustentable (20/5) señala que el informe confirma la presencia de pesticidas en el aire de la ciudad, así como acumulación de residuos en plazas y jardines y vestigios de venenos en la famosa laguna del distrito. Otro dato alarmante refiere a la detección de sustancias cancerígenas como el herbicida 2,4-D en la red de agua que abastece a los hogares (Ídem).

Más allá del trabajo elaborado por el Inta, que adjuntaremos los enlaces en el presente artículo, es claro que la situación esta asociada a la desenfrenada expansión de la frontera agropecuaria en el municipio y el país, que arruina los suelos. Se estima que en Lobos se arrojan aproximadamente por año “entre 1 y 1,12 millones de kilos litros de agrotóxicos” (Naturaleza de Derechos, 20/5).

Con la complicidad de los diversos gobiernos de turno locales, representado actualmente por el intendente Jorge Etcheverry (Juntos por el Cambio), se viola la ordenanza del año 1995 que prohíbe todo tipo de plaguicidas en el ejido municipal. Por el contrario, en estos últimos meses está avanzando el tratamiento de una ordenanza a la medida del lobby de la Sociedad Rural local. Cómo respuesta, los vecinos y organizaciones agrupados en APAL (Aporte Por el Ambiente de Lobos) presentaron un proyecto para que se cumpla la normativa vigente.

El método de los vecinos de Lobos

Una vez terminados los resultados del monitoreo realizado por el Inta Balcarce, los vecinos dieron una conferencia de prensa para explicar el alcance del mismo. Fue todo un proceso previo de organización para lograrlo, con actividades y hasta rifas en el pueblo para financiar el mismo y demostrar científicamente la veracidad del envenenamiento de la población por parte del capital agrario y el visto bueno del Estado.

Consideramos que la experiencia de Lobos es un ejemplo a seguir y es clave coordinar acciones con otros distritos de la Provincia de Buenos Aires que padecen la problemática de los agrotóxicos.