Los vecinos de Malvinas Argentinas y José C. Paz, partidos vecinos del noroeste bonaerense, se encuentran movilizados frente a la existencia de basurales a cielo abierto y los peligros sanitarios que acarrean.

En Malvinas, los vecinos de la localidad de Gran Bourg comenzaron a organizarse en asambleas contra el basurero ilegal que funciona allí hace varios años, en un terreno de varias héctareas conocido como “Campo La Juanita”. Varias veces denunciaron la complicidad del ex intendente Jesús Cariglino con los dueños del campo, quienes lo alquilan a distintos camiones (en su gran mayoría pertenecientes al municipio) que descargan basura de dudosa procedencia, que luego es enterrada en una inmensa tosquera o directamente quemada -con las consecuencias que eso trae para la zona aledaña de barrios obreros. El actual intendente, Leonardo Nardini, se había comprometido a establecer allí controles rigurosos, pero las promesas se las llevó el viento, y el basurero crece cada día más. Los vecinos se han alertado por la proliferación de una gran cantidad de nidos de ratas, en medio de la crisis sanitaria por el brote de Hantavirus que puso en vilo al país, con un caso confirmado en Pilar (en las cercanías de Malvinas).

Por su parte, los vecinos del barrio San Atilio de José C. Paz –dirigido por Mario Ishii, un “barón” del conurbano- pudieron registrar el martes 22 un constante arribo de camiones municipales con la leyenda "José C. Paz limpio" para tirar residuos en el predio ubicado en el límite entre este partido y Pilar, al margen del arroyo Pinazo –un basural que los vecinos denuncian desde hace años. En los videos que circularon en las redes sociales, puede observarse también la columna del humo producido por la quema de la basura enquistada en este lugar. También allí proliferan las ratas.

https://www.facebook.com/eldiariodejosecpaz/videos/531674887328269/

Sigamos con la lucha y la organización

Desde el Partido Obrero acompañamos el reclamo de los vecinos y denunciamos la responsabilidad directa de los municipios que permiten que el sector de recolección, en manos privadas o de los municipios, no cumpla con las normas de seguridad e higiene, ahorrándose de este modo el costo del tratamiento de la basura.

Los vecinos deben profundizar la organización y la convocatoria a asambleas, para discutir un plan integral que incluya una planificación de erradicación de los basurales a cielo abierto, un verdadero plan de saneamiento para evitar peligros sanitarios y un sistema de recolección controlado y verificado por una comisión independiente de vecinos, electos de manera democrática. Estas reivindicaciones entroncan con las de un plan de viviendas populares. ¡Vamos por eso!