Con la “marcha de antorchas”, el sábado pasado, la lucha ambiental dio un importante paso adelante. Por primera vez, las asambleas ambientales de la Ciudad y del Gran Buenos Aires confluyeron en una acción común contra la contaminación. La movilización se dirigió  a la Capital desde tres puntos del conurbano: Tigre, La Matanza y Berazategui, escenarios de  diferentes manifestaciones de depredación del medio ambiente. En Tigre y toda la zona norte, los proyectos inmobiliarios costeños amenazan con dejar a la región sin espacios verdes ni desagües.

En La Matanza está en marcha el pacto de Scioli con Macri, para seguir financiando  los rellenos sanitarios contaminantes y a la “patria contratista”. En las localidades del Sur se constata un continuo envenenamiento del agua y el progreso de los proyectos de privatización del suelo, en el caso de Quilmes bajo la batuta del ‘Barba’ Gutiérrez. Aquí, como en varios municipios de la Zona Norte, la marcha ambiental fue precedida por movilizaciones locales. Las asambleas de la Capital reclaman contra las “megatorres” y la especulación inmobiliaria, y contra el negociado con los terrenos de la Rural, que cuenta la complicidad de los Macri y los Kirchner.

La marcha culminó en la Costanera Sur, junto a “Las Nereidas”, de Lola Mora, donde se desarrolló un acto en el cual se exigió el saneamiento integral de la cuenca del Riachuelo, la preservación del carácter público de la costa y la anulación del Ceamse y su política. También fue reivindicada la lucha por la salud universal, pública y gratuita y por planes de vivienda popular.

Después de la marcha de este sábado, queda planteado profundizar la movilización en cada municipio, contra los gobiernos y los representantes de los contaminadores. El Partido Obrero participó activamente de la marcha ambiental desde cada uno de los distritos.