Este 24 de septiembre se realizó en Mendoza una gran movilización en el marco de la huelga mundial por el clima. La misma se desarrolló desde el Parque Central capitalino hasta la legislatura provincial bajo consignas como “La 7.722 no se toca”, “Basta de extractivismo”, “El Estado y los gobiernos son responsables”, “Basta de falsas soluciones” y “Abajo la persecución”. Antes y después de la movilización se realizaron actividades artísticas y culturales en los relojes del parque.

Con la aceleración de la crisis capitalista se avanza también en la crisis climática. Desde la ONU en el último informe de IPCC ( Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) que alerta que estamos en una temperatura que supera en 1,1ºC a la era preindustrial, estaríamos cerca del 2039 en el umbral de “no retorno” con una temperatura de 1,5°C si esto sigue así. Los gobiernos del régimen se han encargado por décadas de favorecer este proceso de devastación ambiental en favor de la explotación capitalista, principalmente en Argentina esto se debe a la entrega de nuestros recursos para poder saldar el pago al FMI, parte del ajuste general que concatena con el rescate a las grandes patronales, como Impsa en Mendoza.

Esta política se encuentra reforzada en la continuidad de los ministros Cabandié y Guzmán a nivel nacional, en la Ley de hidrocarburos y en el plan de minería que viene prometiendo el gobierno nacional en boca del secretario de minería Hensel. A nivel provincial ambos bloques han dado muestras de sus intenciones y la victoria del gobernador Rodolfo Suárez marca una continuidad del bloque de oposición en sus intenciones hoy detenidas respecto a la megaminería pero que se acoplan a la política extractivista nacional en la habilitación y promoción de nuevos pozos petroleros y el avance del fracking.

Estos elementos significan una continuidad de la intención extractivista y depredadora del gobierno nacional y provincial que reforzarán sus políticas en el próximo periodo. Es por esto que el movimiento ambiental tiene que prepararse más que nunca para enfrentar a los gobiernos anti ambientales de la mano de los trabajadores de la provincia que día a día luchan en defensa de sus condiciones de vida.

Frente a la depredación ambiental, tanto las organizaciones socioambientales en lucha como los miles de activistas y el FIT-U, tenemos la tarea de seguir convocando en las calles la expresión de una gran oposición popular frente a los gobiernos que justifican y avanzan en la crisis ambiental.