Convocados por la Asamblea Agüita Pura para San Juan, el día martes 10 de octubre, organizaciones sociales, artistas, partidos políticos integrantes del Frente de Izquierda Unidad y la comunidad en general movilizaron con el reclamo de fuera la megaminería y Mekorot de nuestros valles y cordillera.

“En defensa del agua, los manifestantes se convocaron en la ex estación San Martín, para luego movilizarse por las calles del microcentro y llegar a la plaza 25 de Mayo, donde se dio lectura a un documento, afirmando que las mineras solo traen saqueo” (Diario Huarpe, 11/10).

La movilización contó con la adhesión de más de 18 asambleas ambientalistas de Mendoza, Catamarca,Valle de Elki de Chile y organizaciones sociales y de derechos humanos.

La marcha y posterior lectura de documento y actividad artística respondió a varios factores concurrentes, entre ellos la información a la que accedieron los asambleístas sobre setenta y siete proyectos con diferentes grados de desarrollo minero en Calingasta, en las nacientes del río San Juan, principal abastecedor de agua del Valle del Tulum y los Departamentos del Este sanjuanino.

Estos proyectos se suman a los setenta situados en el Departamento de Iglesia, también con diferentes grados de desarrollo desde la etapa de prospección a mineralización de plata, oro, cobre y molibdeno. Uno de los proyectos (José María) situado en la naciente de un afluente del río Jáchal, ya cuenta con Declaratoria de Impacto Ambiental y Veladero se encuentra actualmente en explotación.

Desde Sí San Juan, el servicio Informativo del gobierno de San Juan, informaron el 16/10/2019 que el Departamento de Jáchal incluye treinta y un proyectos mineros, entre ellos dos en exploración (Pescado y Las Marías), además de Gualcamayo en explotación, y en el Departamento de Ullúm uno en exploración.

En la misma edición se lee: “El sector público aportó lo suyo con grandes inversiones para la realización de obras de infraestructura como rutas, tendidos eléctricos de alta tensión, dos diques y un tercero en ejecución” Todas obras que el gobierno descuenta del escuálido 3% de regalías mineras que las multinacionales pagan, según una declaración jurada, de lo que producen a boca de mina. Es decir que los sanjuaninos pagamos la infraestructura para que las megamineras se llenen los bolsillos.

A la información del año 2019, que brinda el propio gobierno, este año se sumó la exploración llevada adelante por Royal Road Mineral en la busca de oro, plata y otros metales en la Reserva Natural de Valle Fértil y la entrada en escena de Mekorot, la empresa israelí que vino de la mano del ministro del Interior Wado de Pedro y el gobernador Sergio Uñac a mercantilizar el agua y colocar medidores para el consumo domiciliario, restringiendo así su uso para la población, con el fin de disponer de un bien de uso común, como es el agua, para la producción de las megamineras.

Las grandes corporaciones mineras nacionales y multinacionales han hecho pie en la provincia de la mano de los gobiernos de turno y no han traído ningún desarrollo a los pueblos de Jáchal e Iglesia, donde ya se instalaron. A pesar de la publicidad engañosa del gobierno no hay “licencia social” en San Juan para la megaminería, ya que solo ha traído contaminación y pobreza.

Ahora vienen por más, se sumaron a Jáchal e Iglesia, nuestro Valle Fértil, Caucete, Ullúm y Calingasta.

Vienen por el litio del salar Los Sapitos de Iglesia, el litio de Marayes en el Departamento de Caucete, y por la minería metalífera en Calingasta, Valle Fértil y Ullúm.

En Calingasta proliferan las concesiones para explotación megaminera en las nacientes del río San Juan. Destrucción de glaciares y mayor crisis hídrica se relacionan con la exploración y futura explotación de las megaminas de Los Azules, Pachón, Altar, Río Cenicero,Calderón, Calderoncito, Río Salinas, San Francisco, Carmen y San José.

No hay desarrollo turístico, ni agrícola, ni ganadero, ni industrial, ni vida humana posible en una provincia con sus aguas contaminadas.

Y, para cerrar el paquete, vienen por el agua, ya que ninguna de estas multinacionales puede ni podrá explotar estos minerales sin agua.

Mekorot viene a definir el perfil productivo de cada territorio. Para San Juan, el modelo extractivista, en el que solo tienen cabida las megamineras del oro, el litio, el cobre, tierras raras y los agroexportadores vitivinícolas, del olivo y del pistacho.

Mientras el pueblo sanjuanino sufre la crisis hídrica agravada por la sobreexplotación de su cuenca hídrica superficial y subterránea, por parte de los grandes capitales, Sergio Uñac sigue cediendo concesiones mineras en la naciente de nuestros valles y cordillera, explotando glaciares y eliminando vegas. San Juan para nuestros gobernantes es zona de sacrificio.

Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad, llamamos a los sanjuaninos a construir la unidad en la lucha. Organicemos, con las asambleas ambientalistas de los territorios, organizaciones sociales, sindicatos combativos, trabajadores ocupados y desocupados yartistas e intelectuales, un plan de lucha en las calles que logre la prohibición de la megaminería contaminante en nuestros valles y cordillera.

No queremos ser zona de sacrificio. No queremos que nos roben ni contaminen el agua. ¡Fuera Mekorot!

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