En estos días se inauguró el nuevo “Parque de la Biodiversidad”, exzoológico de Córdoba. Esto se dio en medio de fuertes críticas de organizaciones ambientales, proteccionistas y animalistas, que desarrollaron una campaña que ha recogido la solidaridad de importantes artistas y personajes reconocidos de la cultura a nivel nacional.

Cabe destacar que el zoo fue cerrado en 2020 por una intensa campaña de estas organizaciones que denunciaban maltrato animal, abandono y muertes producto de esto. Aún hoy se denuncia que faltan informes respecto al paradero de 850 animales que se alojaban en el zoológico, y no existen informes de cuántos animales hay en el zoológico.

Además, los activistas señalan que muchos animales, entre ellos “Tango” el león, que murió en el último tiempo, no fueron trasladados por falta de voluntad y predisposición de los funcionarios municipales, metiendo trabas burocráticas y exigiendo “credibilidad” por parte de los santuarios que se dedican al traslado de animales.

Los activistas animalistas y ambientales denuncian al municipio de Martín Llaryora por la nula respuesta ante los reiterados pedidos de traslado y liberación de los animales. No existe informe alguno respecto la cantidad que animales que aún siguen en cautiverio en las instalaciones del ex Zoo, tampoco del cuidado que reciben y las condiciones en las que habitan; mucho menos respecto a los traslados o decesos producidos en estos últimos dos años.

Si bien las especies no se encuentran en exhibición, por estos días proliferan denuncias respecto al uso privado de los animales, destinados a estudios y tratamientos; actividad que involucraría a varias corporaciones veterinarias de Córdoba.

Una pantalla verde en una ciudad hundida en la contaminación

La reapertura del ex Zoo como “Parque de la Biodiversidad” es parte de un armado de campaña con barniz verde que no se corresponde con la política del municipio, responsable de la contaminación y degradación de la salud en la ciudad.

Resulta evidente que la creación del Ente BioCórdoba no ha servido para revertir la delicada situación de las especies que viven en cautiverio en el ex Zoo. Pero tampoco le puso freno a la contaminación ambiental en la ciudad, que hoy se encuentra en ascenso.

El intendente Martín Llaryora flexibilizó las habilitaciones para la instalación de industrias, comercios gastronómicos y de grandes superficies, mientras redujo a una mínima expresión los controles sobre la misma. En este contexto aumentan los derrames de desechos industriales sin tratamiento en terrenos baldíos y el propio Río Suquía; crecen los basurales a cielo abierto, en gran medida provocados por los grandes productores de residuos; y la nula política de control de la emisión de gases provocan cada vez más enfermedades respiratorias y a la piel, tal y como denuncian desde hace años los vecinos de barrio Inaudi, o Ampliación Ferreyra.

Lejos de una política de protección y cuidado del ambiente, la gestión del peronista Martín Llaryora ha llevado a fondo la orientación de su predecesor radical. Negociados con la especulación inmobiliaria, falta de inversión en servicios, y beneficios para el empresariado amigo nos ha dejado barrios enteros sin acceso al agua potable, hundidos en líquidos cloacales, tapados por los pastizales, y sin servicios esenciales.

Desde Tribuna Ambiental acompañamos la lucha y reclamo de las asociaciones proteccionistas. Rechazamos la exhibición y el uso de animales para fines privados y comerciales; y denunciamos la política de aprietes y precarización sobre el personal del ex Zoo.

Exigimos que se precise la cantidad y el estado de los animales que hoy permanecen en cautiverio en el ex Zoo; el presupuesto y personal dispuesto para la atención y cuidado de los mismos; como así también se informe sobre las relocalizaciones de animales efectuadas.

Para terminar con la explotación animal y la contaminación ambiental debemos construir una alternativa política propia, contra los que destruyen el ambiente para garantizar sus negociados y el pago de la deuda. Contra las campañas verdes de cartón que precarizan y pretenden ser una lavada de cara a los gobiernos provinciales de turno.

Por eso este sábado 10 de junio vamos a una asamblea abierta del movimiento ambiental en apoyo al Frente de Izquierda Unidad, contra los políticos capitalistas, el saqueo y extractivismo, para enfrentar a la derecha negacionista y los gobiernos saqueadores. ¡Sumate a las 18 horas en Caseros 913! Construyamos una salida en defensa del ambiente.