Vecinos, trabajadores y agrupaciones ambientalistas denuncian que, nuevamente, desde hace varios meses, se vienen instalando maquinarias constructoras en zona no permitida del Parque Tecnológico Industrial Domingo Viejobueno (Bernal Oeste, Quilmes) donde existe una reserva ecológica. “Sin bien se trata de una zona prohibida para realizar movimientos de suelo u otros emprendimientos, según ordenanzas y convenios, las autoridades del Parque Industrial, una vez más, parecieran hacerse los distraídos” (Agencia Suburbana, 24/5).

Ubicado en Camino General Belgrano KM 10.500, Bernal Oeste, Quilmes, el predio se encuentra protegido desde 2008, mediante una reglamento municipal, y el amparo de la ley 12.704, declarándola “Área Protegida de Interés Provincial”, que define al terreno como reserva natural. “Son 51 hectáreas ocupadas por espejos de agua más seis de recuperación de humedales, reguladores del clima, que cobijan animales y flora, dentro del total de 176 que comprende el Parque Industrial” (Centro Informativo Q, 8/8/2022).

En los hechos difiere mucho dicha protección legislativa y gubernamental. La lucha contra la depredación ambiental lleva sus años. En 2018 ambientalistas y habitantes de la zona lograron frenar el relleno de cavas. Ricardo Pavón, titular de la Unión Vecinal 4 de julio, se expresaba en aquellos momentos: “No existe un relleno controlado en ninguna parte de la provincia de Buenos Aires, y tenemos como ejemplo el (basural de) La Cata, que se transformó en un terrible basural que trajo como consecuencia la desvalorización de las viviendas de toda la zona y, encima, las terribles condiciones infrahumanas en las que viven los que están en ese lugar. Sin desmerecer a nadie, nosotros no queremos vivir así” (Perspectivas Sur, 23/7/2016).

Este mismo año intentaron volver a cancelar otro curso acuífero en la misma reserva, en este caso sobre una laguna. Otra vez más, la movilización vecinal y de organizaciones ambientales dio marcha atrás. Lo informaban en mayo pasado para los medios locales, expresando que con escombros y desechos de obras dieron como resultado que animales del parque abandonen su hábitat y deambulen por los barrios próximos. Sin olvidar que incluso dentro del Parque Industrial existe una empresa privada a cargo de las evaluaciones de toxinas -Evaluación Medioambiental SRL (EMA).

A esto se le agrega la contaminación ambiental. Tanto desde los desechos que producen de forma diaria, en aire, aguas y tierra, las empresas radicadas en el Parque Industrial, como la existencia de basurales a cielo abierto, ambas cosas no controladas ni por la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) ni por el municipio de Quilmes. “Nada se hizo al respecto, más que recibir a los vecinos y devolverles promesas” (Centro Informativo Quilmes, 25/5).

Esta nueva alarma vecinal se da ante la puesta, sin permisos, de un obrador sin carteles informativos ni nombres de los responsables. De este modo, y una vez más, los especuladores inmobiliarios avanzan removiendo tierras y tratando de levantar edificios.

Sucede que los espacios de edificación en la Ciudad de Buenos Aires poco a poco se van reduciendo, pero el capitalista no quiere dejar de ganar. De este modo salta el Riachuelo y busca expandirse hacia el sur. Bernal es una zona apetitosa en ese sentido. Sus tierras son de alto interés especulativo. Actualmente el metro cuadrado no baja de los 1.300 dólares. A media hora de CABA es un monumental negocio capitalista. Entregado a los grandes pulpos, ayer por el exintendente, el cocinero macrista Martiniano Molina, hoy por la peronista-kirchnerista Mayra Mendoza, mediante la ausencia de controles ambientales y de prohibición de la construcción.

Es tiempo de terminar con los especuladores inmobiliarios, financieros, los contaminadores y los políticos capitalistas que los avalan y financian mediante subsidios municipales y provinciales a la producción. Y dar paso a una salida obrera y socialista. Comenzando por la formación de comisiones de seguridad e higiene, conformadas por vecinos, vecinas, trabajadores y trabajadoras, que tomen sus manos el control del cumplimiento de la ley 12.704. Por planes de obras públicas bajo control de los habitantes de las barriadas próximas al Parque Industrial. La lucha contra la depredación ambiental es tarea de la izquierda que se planta.

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