Ambiente
28/8/2021
Río Negro: las “leyes verdes” son una confesión del desastre ambiental capitalista (y de su continuidad)
Demagogia electoral.
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concejal y certificador de firmas por la Iniciativa Popular contra la megaminería.
Como parte de la campaña electoral, los partidos patronales en Río Negro se disfrazan de ambientalistas. La presentación de las llamadas “leyes verdes” de parte del gobierno de Arabela Carreras, en acuerdo con los bloques del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, es pura demagogia que no frenará la creciente contaminación. No hay que olvidar que la gobernadora misma, cuando era legisladora provincial del Frente para la Victoria, votó a favor de la eliminación de la ley provincial anticianuro durante el gobierno del peronista Carlos Soria.
El sector energético es una fuente principal de contaminación. Con dos usinas termoeléctricas ubicadas en la zona norte de General Roca, los pasivos ambientales que producen el fracking y la minería y la explotación hidrocarburífera en plena producción de peras y manzanas, hablar de “agenda verde” de parte del oficialismo y la oposición patronal es de la mayor hipocresía.
En el caso del fracking, el agua que vuelve desde la profundidad es arrojada en piletas a cielo abierto sin ningún tipo de remediación, sobre la zona norte de la ciudad de Allen y Fernández Oro, al igual que los residuos de la explotación convencional, los derrames y el venteo. Esta industria se encuentra concentrada en el Alto Valle oeste, entre Catriel, Allen y Fernández Oro, pero se proyecta ampliarla 120 km, atravesando mas de 10 ciudades productivas de fruta, desde Allen hasta Chimpay, a lo largo del río Negro.
Por otra parte crece la megaminería, que en la provincia tiene pésimos antecedentes con un pasivo de décadas por los depósitos sin remediar de antiguos proyectos durante décadas, como la mina Gonzalito. Ahora se suman nuevos proyectos de explotación en la línea sur, como Calcatreu, de oro, en cercanías de Ingeniero Jacobacci, y Amarillo Grande, de litio en Valcheta. Ya se ha demostrado hace más de una década su grave impacto en el cambio climático. (www.ecoportal.net).
La industria minera y metalúrgica es responsable de más del 20% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero (GEI) pues se estima que esta industria consume alrededor entre el 10-20% de combustibles fósiles. Este consumo se da en el uso de maquinaria y durante los procesos de explotación de los minerales y también se da con intensidad durante la refinación y procesamiento de minerales. A la vez las fundiciones metalúrgicas demandan grandes cantidades de energía en los procesos de remoción de humedad (secado), calentamiento de menas (tostado), fusión, recristalización, destilación, electrólisis, entre otros.
¿Incidentes?
A la hora de la presentación de las llamadas “leyes verdes” vale preguntarse dos cosas: ¿Qué se hará con las empresas que han dejado terribles secuelas ambientales en la provincia? Y, ¿son estas normas una limitación a estas actividades contaminantes?
El planteo de remediar el ambiente y apaciguar el cambio climático mediante un equivalente de forestación por cada Gg emitido neto al ambiente de CO2 es como querer vaciar el mar con un balde. La propuesta en general termina por ser un cheque en blanco para que estas producciones avancen con una ley a su favor, y no remediar su impacto. Opera entonces como una garantía de continuidad de la contaminación. Para el gobierno de Juntos Somos Río Negro, los desastres como las piletas a cielo abierto de residuos del fracking sin remediar, los residuos de la minería, los derrames de petróleo al río Negro, los temblores y la contaminación de las napas, son “incidentes imprevistos”, en palabras de la ministra Dina Migan.
La idea del Ejecutivo rionegrino es que esos montos del pasivo ambiental por los “incidentes imprevistos”, se compensen con plantaciones, cuidado y mantenimiento de especies arbóreas nativas, siempre en forma proporcional al volumen de la emisión de CO2 que se emiten.
“Ellos (las empresas energéticas privadas) declaran los metros cúbicos de gas que se emite a la atmósfera”, declaró Migani. Los informes respecto a 2021, dicen que hasta principios de mayo se contabilizaron 106.000 toneladas de emisión. En 2020 habían declarado 260.000. La tonelada de CO2 tiene un valor compensatorio de entre 7 y 10 dólares. Los informes oficiales también asignan un valor promedio de 10 dólares a cada ejemplar de planta implantado, y estiman la posibilidad de incorporar 190.000 árboles por año. Unas 200 hectáreas reforestadas por año a cambio de contaminar libremente. Un negoción para los capitalistas depredadores.
Ya en marzo de este año la gobernadora Arabela Carreras salió a promover tras una reunión con el secretario de Minería de la Nación Alberto Hensel la implementación de una supuesta “minería sustentable”.
Las otras dos leyes que impulsará el Poder Ejecutivo están centradas en la promoción de la movilidad sostenible -con vehículos que no usen combustibles fósiles- y en el “etiquetado de inmuebles”, previendo beneficios impositivos para aquellas casas o departamentos que garanticen un consumo energético eficiente.
Alertamos a quienes luchan contra la depredación del ambiente que mientras el gobierno de Juntos Somos Río Negro, en coalición con el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, tejen una profundización de la producción energética contaminante de los recursos mediante las “leyes verdes”, incluso con despojos y represión, el fracking y la minería sin consentimiento social avanzan. A esto debemos sumar las demás producciones de nuevas hidroeléctricas y termoeléctricas.
Otro rumbo
Además, las leyes presentadas no contemplan atender los basureros a cielo abierto en toda la provincia. Solo por mencionar un caso, la ciudad de Bariloche está entre los 50 basureros a cielo abierto mas contaminantes del planeta. Tampoco contemplan la propia producción frutícola, que utiliza todo tipo de venenos y consume gran cantidad de combustibles fósiles. A la par de todo esto, hay que mencionar que la presentación del proyecto de Ley provincial N°1163/20 por parte de las Asambleas del Curru Leufu que busca prohibir la megaminería contaminante en Río Negro es producto de lo bloques de gobierno de directamente prohibirla.
Hay que concluir que los sucesivos gobiernos, tanto nacionales y provinciales, que buscan generar expectativas positivas entre el amplio sector ambientalista critico y combativo de la depredación capitalista del ambiente, han apostado, y apuestan a una mayor depredación del mismo, y no remediarlo. Por eso lo intentan disfrazar mediante la presentación de estas leyes, que no cuestionan la producción capitalista contaminante y saqueadora, porque son parte de ella.
Basta de depredación ambiental. Sí el capitalismo destruye el planeta, destruyamos el capitalismo.
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