Nuevos incendios intencionales devoraron en pocas horas decenas de hectáreas alrededor de Sierra Colorada, en la línea sur de la provincia de Río Negro. Hacia ambos lados de la zona afectada se encuentran los dos proyectos activos de megaminería en la provincia. Al este Valcheta, donde se avanza en la explotación de uranio (Amarrillo Grande), mientras que en Ingeniero Jacobacci, al oeste, se busca explotar oro y plata (Calcatreu).

No resultan casuales entonces los incendios de la línea sur rionegrina con los que ocurren en el norte chubutense, sobre todo en la comarca andina. Varios medios regionales señalan la intencionalidad de estos nuevos focos. Según pudo comentar a Prensa Obrera, un docente y miembro de la Asamblea por el agua de Fiske Menuco en la Asamblea Curru Leufu (Río Negro): “lo que se encuentra en juego es la zona fronteriza entre Río Negro y Chubut, de altísimo potencial metalífero.”

Sí sumamos estos incendios a los que se desarrollaron hace semanas en El Bolsón, al oeste, que consumieron más de 10.000 hectáreas de bosque y fauna autóctona (Prensa Obrera, 10/02/2021), a los que tuvieron curso en los últimos dos años en la Valle Medio, particularmente en General Conesa, donde en el último incendio se perdieron 32.000 hectáreas (SuperCampo, 06/02/2020), y los incendios cerca de Las Grutas (Página 12, 04/01/2020), al este, tenemos una zona de sacrificio en la provincia que se agiganta de manera sistemática, particularmente en la línea sur. El único objetivo es garantizar definitivamente la mega minería aún a costa de nuestro diverso medio ambiente y de quienes viven en esos lugares, sean familias trabajadoras o pueblos originarios, a quienes los gobiernos intentan culpar por los incendios. Hay que recordar como un antecedente cercano que en San Antonio Oeste existe el deposito de plomo que dejo Geotécnica S.A. de la mina “Gonzalito”, que lleva décadas sin remediarse.

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El gobierno provincial de Juntos Somos Río Negro, comandado por Arabela Carreras, sumado a los gobiernos locales de diferentes signos políticos, promueven junto al gobierno nacional del Frente de Todos los negocios mega mineros, y son los responsables de su avance, como también de los incendios. A este cuadro tenemos que agregar el desfinanciamiento del presupuesto destinado a combatir el fuego, justamente acordado entre Nación, provincias y municipios como parte del ajuste prometido al FMI camino a renegociar la deuda. El dato de que entre el 2020 y el 2021 el presupuesto nacional del Plan Nacional del Manejo del Fuego se deprecio 30% (de $441 millones se redujo a $282) es más que revelador respecto de la política que imprime el Estado y los actuales gobiernos.

La lucha que se ha impuesto en la vecina provincia de Chubut contra los incendios y la megaminería, incluso expulsando al presidente Alberto Fernández desde la localidad de Lago Puelo, ha sido tomada en parte por la población rionegrina. En ese sentido apuntan las movilizaciones que se han venido desarrollando en diferentes puntos durante los últimos años, que conformaron asambleas contra la megaminería y en defensa del agua en varias localidades de la provincia. Éstas terminaron por confluir en la Asambleas del Curru Leufu, que presentaron en diciembre del 2020 un Proyecto de Ley de Iniciativa Popular contra la megaminería metalífera en toda la provincia, y que para su tratamiento necesita juntar 17.000 firmas. Por eso la iniciativa tiene que ser acompañada con organización y lucha en las calles.

Los incendios y la promoción de la megaminería en la provincia son inseparables, como política capitalista de todos los gobiernos. Detrás de esta política no existen grietas entre los partidos de un régimen que además de saqueo, hambre, ajuste y endeudamiento, ejecuta medidas de depredación ambiental en todos los niveles. Deben volcarse todos los recursos necesarios para contener la situación y reparar los daños sociales y ambientales, así como para recomponer el Servicio Nacional de Manejo del Fuego bajo control de sus trabajadores y técnicos. Debe emprenderse, además, una investigación independiente para determinar las responsabilidades concretas en la generación de los focos de incendio. Estas luchas deben encontrar a quienes luchamos en defensa del medio ambiente contra las medidas capitalistas actuando como un solo puño, y en las calles.

Basta de incendios. No a la mega minería. Los gobiernos son responsables.

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