Ambiente

3/11/2020

MEGAMINERÍA

Salta: Sáenz festeja la puesta en marcha del primer proyecto de minería a cielo abierto

Saqueo, contaminación y precarización laboral.

El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, se reunió la última semana de octubre con los directivos de la empresa minera canadiense Mansfield para darles su apoyo ante el inicio de la producción de oro y cobre en la mina Lindero. Es el primer emprendimiento del tipo de minería a cielo abierto que comienza en Salta y empezará su actividad comercial en el primer trimestre del año próximo.

El gobierno destaca este proyecto por el supuesto impacto que tendría en la generación de mano obra. Sin embargo, de los más de 1.000 trabajadores que están desarrollando tareas actualmente, solo quedarán unos 450 para la etapa de producción durante los 10 o 15 años que se estima tiene de vida útil la mina. También destacan que habrá cerca de 2000 puestos de trabajo indirectos. Esta cifra no hace más que ratificar lo que la lucha de los 250 trabajadores despedidos de esa mina -tercerizados en la empresa Edvsa- ha expuesto ante los ojos de la población: la enorme precarización laboral que existe en la actividad minera.

Sáenz, por supuesto, no dijo una sola palabra del acampe que los compañeros despedidos realizan desde hace cinco meses en la puerta de Mansfield reclamando por sus puestos de trabajo. Su lucha ha puesto en evidencia el fraude laboral de la tercerización que hace que miles de trabajadores mineros estén bajo el convenio de la Uocra (Construcción) y trabajando en muy malas condiciones en la Puna, es decir a una altura superior a los 3.500 metros y con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero.

En la jornada donde se produjo la reunión del gobierno con la empresa el contraste fue brutal: mientras se conocía la foto de uno de los gerentes de la minera, Facundo Huidobro, mostrando el primer lingote producido, los medios también mostraban a los mineros con su alcancía pidiendo la colaboración de los trabajadores en la plaza central de la ciudad de Salta. El hecho fue muy bien reflejado en redes sociales por el periodista Nicolás Bignante.

No podemos olvidarnos de la lucha que tuvieron que emprender los mineros de Salta y Jujuy para imponer protocolos sanitarios efectivos con el objeto de evitar los contagios masivos que se dieron en muchas empresas por la desidia patronal. De eso tampoco se dijo una palabra.

A cielo abierto y con cianuro

La minería a cielo abierto implica la destrucción de miles de toneladas de roca para obtener unos pocos gramos de mineral, la cual incluye el uso de cantidades enormes de agua, absolutamente escasa en la puna. Además, la separación del mineral se hará a través de lixiviación por cianuración, con todo el riesgo que eso implica; sino, veamos los antecedentes de la provincia de San Juan con los derrames de la Barrick.

Conscientes de estos peligros y de los cuestionamientos a la minería a cielo abierto, desde la empresa y el gobierno tratan de mostrarse “preocupados” por el ambiente, aunque por supuesto no dan ninguna precisión de medidas que puedan dar por válida esa “preocupación”.

No nos olvidemos que el exgobernador, Juan Manuel Urtubey, acompañó durante su mandato a la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner a Canadá, donde se reunieron con el presidente de Barrick y que, al regreso de ese viaje, se produjo el veto de la ley nacional de glaciares y la aprobación de leyes provinciales mucho más flexibles para las mineras. El régimen oligárquico que gobierna Salta no se caracteriza por su preocupación por el ambiente.

Un saqueo brutal

La crisis capitalista mundial ha provocado que se utilice cada vez más el oro como reserva de valor. Esto hace que el negocio de Mansfield en Salta, a pesar de la gran recesión económica, vaya viento en popa.

Además, cuenta con la ley de promoción minera aprobada al final del mandato de Urtubey y reglamentada por el actual gobierno, que le dará enormes beneficios impositivos y de infraestructura para llevarse nuestros recursos no renovables y dejarnos la contaminación. Es muy probable también que cuando comiencen a exportar todavía esté vigente la rebaja del 30% a los derechos de exportación decretada por el presidente Alberto Fernández.

De toda la vida, las regalías y el canon minero han dejado unas chirolas al presupuesto provincial. Aún así, el gobierno de Sáenz apuesta a que el elevado precio del oro le permita un ingreso mayor de regalías con la puesta en marcha de Lindero. Pero su interés no es por recursos para resolver los acuciantes problemas del pueblo de Salta, sino para afrontar la gigante y fraudulenta deuda provincial. No podemos descartar que, como hizo en su momento Romero con las regalías hidrocarburíferas, Sáenz coloque las regalías mineras como garantía de pago de la deuda. Entregar las joyitas que le quedaron a la abuela.

Abajo el régimen de los depredadores del ambiente

Con esta consigna que votó el reciente plenario abierto de Tribuna Ambiental, debemos fortalecer la lucha contra el régimen oligárquico que gobierna Salta en favor de las mineras, las petroleras y los grupos exportadores-desmontadores a costa de los trabajadores y el ambiente.

Quieren vender la idea de que proyectos como Lindero traen desarrollo a la provincia. Sin embargo, en la Puna, donde hace décadas existe la minería, la pobreza es extrema. Lo mismo ocurre en el norte de la provincia, donde los niños mueren por desnutrición después de 100 años de producción petrolera.

Por eso debemos superar a este régimen con la organización independiente de los trabajadores, para luchar por la nacionalización de los recursos naturales bajo control de los trabajadores, para terminar con la minería contaminante y los desmontes, para que se vaya Austin de Salta y por la reincorporación de los 250 despedidos de Mansfield como parte de la lucha por una transformación social profunda que solo puede llevar adelante un gobierno de los trabajadores.

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