Un reciente informe del Instituto Nacional del Agua revela que el nivel de contaminación del agua subterránea del Valle de Tulum, San Juan, se potenció y expandió en los últimos 35 años. El estudio empezó después de la sequía histórica de 2021/2022, revelando que en las zonas de urbanización y fertilización agrícola hay un incremento en los niveles de nitrato, que triplican los valores de la década del ’80.

El nitrato produce anoxia: falta de oxígeno en sangre. La metahemoglobinemia, “enfermedad del niño azul”, afecta a lactantes produciéndoles anoxia en los tejidos. En estado natural las aguas tienen menos de 10 mg de nitrato por litro, y la OMS establece un límite máximo en el agua potable de 45 mg/l. En San Juan llega a los 250 mg/l. Las causas son la gran cantidad de pozos negros y los agroquímicos.

El uso de agroquímicos y la ausencia de cloacas está transformando en no potable el agua que consumimos los sanjuaninos de los tres acuíferos existentes: Jachal, Ullum-Zonda y Valle de Tulum. En este último además el nivel de agua promedio descendió dos metros comparado con 2017, mientras que en Jachal hay alta salinidad y presencia de arsénico.

Más de la mitad del agua que consume la sociedad sanjuanina proviene de agua subterránea. OSSE ha tenido que profundizar las perforaciones a más de 250 metros para buscar agua de mejor calidad. Pan para hoy, sed para mañana; porque la contaminación continúa.

El gobierno peronista de Sergio Uñac es responsable de esta situación por la ausencia de obras cloacales, por permitir la contaminación por agroquímicos y megaminería.

Mekorot

Uñac acaba de presentar el decreto ratificando los acuerdos firmados con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y el contrato con la empresa israelí Mekorot, que está denunciada por la ONU por utilizar la administración del agua escasa como arma de guerra contra el pueblo palestino. El kirchnerista “Wado” de Pedro y siete gobernadores viajaron a Israel y firmaron los acuerdos con Mekorot.

Apuestan por el arancelamiento de todos los servicios de aguas, la modificación de las leyes provinciales y de sus organismos de aplicación, un reordenamiento total de los usos y destinos de la infraestructura existente, la creación de valores económicos y financieros para establecer un costo del agua en la Argentina.

El acuerdo firmado por San Juan define al agua como “un recurso que nos permite multiplicar lo que producimos”, y su objetivo sería un “desarrollo armónico que minimice posibles impactos ambientales, trazar el sendero de inversiones en los sectores estratégicos”. Del derecho al agua para consumo humano, ni se habla. Uñac mandó a la Legislatura sanjuanina un proyecto para transformar estos acuerdos en ley. Las asambleas ambientales se movilizarán para impedirlo.

Valle Fértil: el agua vale más que el oro

Vecinos autoconvocados de Valle Fértil denunciaron que se encuentran muy avanzados los trabajos de exploración de Royal Road Mineral en Sierras de Chávez. La empresa canadiense viene realizando un trabajo sistemático de exploración, declarando que buscan cobre, pero en su página web anuncian que han encontrado vetas con alta concentración de oro (117,7 gr/tn). Un dato no menor, porque a diferencia del cobre el oro se separa de la roca usando agua y cianuro. También han mentido instalando una docena de containers afirmando que eran para la escuela de la zona.

El gobierno, por su parte, anuncia la llegada de la ruta y la conexión eléctrica a las sierras, generando expectativas de desarrollo turístico con obras que serán utilizadas para transportar materiales y luego la producción hacia los puertos de exportación.

El área de 250 kilómetros cuadrados en la que se piensa realizar 2.000 perforaciones pertenece a la Reserva Natural Valle Fértil, una zona protegida e intangible de 800.000 hectáreas. Sospechosamente se produjeron incendios y el diputado provincial Silvio Atencio presentó un pedido para reducir sus dimensiones. A diferencia de las reservas de agua que provienen del deshielo, los recursos hídricos de Valle Fértil son mucho más limitados.

A pesar de la publicidad ambiental engañosa de la empresa, no hay “licencia social” para la megaminería. Los 20 años de la Barrick Gold produjeron en Jachal los derrames de cianuro más grandes de América Latina. Después de prometer el progreso para la zona, hoy sus habitantes toman agua embotellada, ya que el agua subterránea contiene altas concentraciones de arsénico.

San Juan es la provincia más afectada por las megamineras contaminantes, a diferencia de Mendoza donde el pueblo logró luego de multitudinarias movilizaciones la Ley 7722 que prohíbe el uso de cianuro y ácido sulfúrico, siguiendo el camino de Chubut.

Por eso convocamos a movilizarnos el 10 de octubre a las 17:00 desde la ex Estación San Martín a la plaza 25 de Mayo.

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