Ambiente

6/6/2022

Córdoba Capital

Segunda Cumbre Mundial de la Economía Circular: una pantalla para seguir depredando el ambiente

El eslogan encubridor del intendente Llaryora.

Una pose "ecologista" hacia 2023.

Está prevista en Córdoba la Segunda Cumbre Mundial de Economía Circular, los días 15 y 16 de junio, evento que convoca a representantes de gobiernos, organismos de crédito internacionales, referentes de empresas nacionales e internacionales, emprendedores, startups y académicos especializados en Economía Circular para abordar cuestiones ligadas al desarrollo de políticas ambientales, programas y planes de reciclaje.

La iniciativa se enmarca en la estrategia electoral del intendente Martín Llaryora hacia el 2023, de posar de “ecologista”, cuando es el garante de las políticas de depredación ambiental en la ciudad. De este modo, utiliza los preceptos de la economía circular como cobertura para profundizar la contaminación a cambio de dólares.

Acerca de los supuestos de la economía circular

La economía circular es un concepto adoptado por la Unión Europea en 2014, como estrategia de reducción de los residuos en nombre de ligar el crecimiento económico a un desarrollo sostenible, ofrecido como alternativa para superar la crisis financiera del 2008 (Zora Kovacic, “Contradicciones y promesas de la economía circular” en la Revista de Economía, Empresa y Sociedad Oikonomics, N°16/dic. 2021). Así se colocaron al frente de la “defensa” del ambiente a los principales responsables de la depredación ambiental.

El de la economía circular es un discurso encubridor, que intenta presentar la prevalencia del mercado capitalista como la llave para lograr un desarrollo sostenible, armonizando la promoción del reciclaje y la reutilización de los materiales con la producción al menor costo y mayores márgenes de ganancias. No pasa de un maquillaje de un régimen de explotación, ya que la tasa de “circularidad” de la economía mundial es de apenas un 6%.

En la práctica, en nuestro país la economía circular es un discurso para embellecer lo que es en realidad la superexplotación de la fuerza de trabajo que lleva adelante las tareas de reciclaje, lo cual también permite armar negocios de tercerizadas y empresarios que lucran pagando monedas a cooperativas y recuperadores urbanos.

Aunque la mona se vista de seda, mona queda

La economía circular constituye un eslogan de campaña que el intendente Llaryora utiliza para posar de vanguardista mientras continúa los lineamientos del gobierno del PJ a nivel provincial, de depredación y extractivismo a gran escala. Es la misma estrategia de intendentes como Pablo Riveros, de Villa Ciudad Parque, que fundó un partido verde para contener votantes que cuestionan la política del gobierno con el que está alineado, pero que no mueve un dedo contra el proyecto de la autovía de montaña, que avanza sin licencia social ni ambiental destruyendo patrimonio arqueológico y biodiversidad sólo para garantizar el flujo de las exportaciones agroindustriales.

Llaryora, además, monta esta estrategia de marketing y publicidad sobre la base de la precarización de trabajadores de centros verdes, a quienes mantiene con contratos basura bajo la órbita de un ente autárquico, demostrando que la finalidad última de esta circularidad de la economía es maximizar las ganancias empresarias, desarrollando políticas de exención impositiva para los responsables de las empresas que contaminan el ambiente, mientras ajusta a los vecinos.

Ninguno de los damnificados por la contaminación ambiental urbana, como las Madres de Ituzaingó, o Vudas, han tenido resarcimiento y reparación en sus territorios; incluso el proyecto de ordenamiento territorial pretende clausurar los reclamos legítimos de los vecinos de San Antonio que exigen la erradicación de la empresa contaminante Porta Hnos, un emporio químico asentado en pleno barrio residencial.

La economía circular pretende ocultar al régimen extractivista bajo una fachada verde. Quienes nos gobiernan son representantes de los intereses empresariales y no del ambiente ni de los pueblos. Para desarrollar un programa integral que permita un verdadero cambio de paradigma es necesario develar la trama que se esconde detrás de discursos supuestamente amigables con el ambiente pronunciados por quienes los gobiernan. Por eso, desde Tribuna Ambiental, luchamos  contra el saqueo ambiental capitalista que tiene como garantes al Estado y los gobiernos.