Aniversarios

14/7/2021

A 100 años de la creación de La Liga Patriótica en Santa Cruz

La “Patria” es de otro.

Colaboración desde Santa Cruz

“Los obreros locales proceden, de esta suerte, en calidad de potencia opuesta al orden establecido, e irreverentes con los símbolos que representan. Y, sin embargo, es al amparo de esos símbolos y de la generosa libertad que ellos proclaman como han podido tener amplio campo de acción las reivindicaciones obreras. Pero han hecho mal el herir el sentimiento patriótico. Con ello han empezado a recordarnos que el que no está con la patria es enemigo de la patria, y que es medida de elemental prudencia arrancar la carcoma y cauterizar la herida, para evitar el peligro de una infección total. La agresión obliga a la defensa y la defensa no tiene medida, cuando repele una agresión injusta.”

Entre los muchos elementos que caracterizan a la derecha argentina, cuatro son recurrentes: la defensa del orden, eufemismo para referirse a la propiedad; la apropiación del “sentimiento patriótico”, aspecto clave a la constitución de su fuerza moral; apelación a terminología médica: infectadura, cáncer, etc.; por último, recurrir a lenguaje belicista dado que la defensa de la propiedad privada supone vivir en constante estado de guerra. La cita que precede a este párrafo podría ubicarse en varios momentos de la historia argentina, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que no importa en qué momento histórico la situemos sabremos con pasmosa rapidez que es producto de la derecha. No obstante, el fragmento en cuestión se encuentra ya en el centenario de su redacción.

La cita fue extraída de la investigación realizada por Osvaldo Bayer conocida como “Los vengadores de la Patagonia Trágica”, según nos dice Bayer forma parte de la editorial del periódico de la Sociedad Rural de Río Gallegos. La editorial “denunciaba” un incidente protagonizado por los trabajadores en el marco de los festejos en conmemoración del día de la independencia, donde mozos se negaron a servir el banquete por encontrarse en el lugar comerciantes que eran objetos de una medida de fuerza declarada por la Federación obrera local. El periodismo militante y de guerra de entonces afirmaba que “… La necesidad de contener tamañas arbitrariedades [en referencia a las medidas de fuerza realizada por los trabajadores] ha señalado la urgencia de organizar una fuerza defensiva…” y continuaba “… breve cambio de ideas y como la realización de un anhelo común, quedaron conciliadas todas las voluntades con la formación de una brigada local de la Liga Patriótica Argentina…”.

El 10 de julio de 1921 se organiza la brigada local de la Liga Patriótica Argentina, según expresa Edelmiro Correa Falcón en su obra “Estudio gráfico y documental del Territorio Nacional de Santa Cruz”, escrita junto a Luis Klappenbach y publicada en 1924. Los autores, integrantes de la primera comisión directiva de esta organización, atribuyeron la necesidad de su organización al accionar de “…las bandas armadas [que] recorrían la campaña cometiendo toda clase de abusos y depredaciones y las poblaciones costaneras, sobre todo Río Gallegos, vivían momentos de intensa inquietud ante la posibilidad de un ataque que amenazaban llevar contra ellas dichas bandas, surgió entre un grupo de argentinos residentes allí la idea de constituir un organismo que sirviese para aunar todas las voluntades en el mismo fin de proteger las instituciones amenazadas…”. Las “bandas armadas” eran los trabajadores organizados y en lucha.

Edelmiro Correa Falcón.

Las investigaciones históricas en las últimas décadas han llevado a desechar la noción de “estallido social” para explicar el enfrentamiento conocido como la “Patagonia Rebelde”. Y, aunque no descartamos la existencia de acciones espontáneas en este enfrentamiento social, el avance del conocimiento ha echado luz sobre los prolegómenos de ese enfrentamiento. Los conflictos laborales registrados datan de la primera década del siglo XX y de allí van creciendo en cantidad y en extensión. Las organizaciones obreras se fundan casi ocho años antes de la declaración de la huelga general en enero de 1920, estas incipientes organizaciones, se consolidaron a partir de la colaboración de la entonces poderosa Federación Obrera de Magallanes, por el arribo de trabajadores de otras regiones del país con mayor tradición político-sindical y por la experiencia que iban adquiriendo los trabajadores en sus luchas en el Territorio. Así como en la conformación del “frente obrero” hay poco de espontaneísmo lo mismo podemos afirmar de la constitución del “frente patronal”.

Aunque carentes de organizaciones sólidas y con luchas fragmentadas y aisladas los conflictos protagonizados por la clase obrera puso en alerta a la patronal santacruceña. Durante la segunda década del siglo XX son constantes las solicitudes por parte del gobierno territorial de incremento de personal de las fuerzas represivas y de envío de pertrechos bélicos. La autorización gubernamental de importar armamento y municiones para la “población civil” es una de las medidas fundamentales para armar a los expropiadores. Un año antes de la llegada del 10° de caballería comandado por Varela ya se habían enviado tropas para contener posibles “desbordes obreros”.

No obstante, las características de las fuerzas represivas en el territorio de Santa Cruz eran insuficientes para la defensa de los intereses patronales, o así lo entendían los capitalistas. Por medio de autoconvocatorias o por instancia gubernamental se van conformando grupos de civiles para ejercer tareas represivas a fin de contener la protesta social en auge.

La lucha de los obreros natalinos en enero de 1919 resulta clave para comprender lo que se sobrevendrá en Santa Cruz. Rumores infundados acrecientan el miedo que se apodera de la población. El gobernador de Magallanes comunica que “…grupos de revoltosos se dirigen hacia Río Gallegos…” (23/01/1919) a la par que solicita la colaboración de las fuerzas represivas argentinas para sofocar la revuelta en Puerto Natales, a las pocas horas esos rumores son desmentidos. Sin embargo, este hecho condujo a la conformación de una “guardia blanca” en Río Gallegos.

A los pocos meses el gobernador santacruceño encomienda al Jefe Interino de la Policía la constitución de “guardias blancas” frente a la proximidad del 1° de Mayo y ante la posibilidad de producirse incidentes por parte de los trabajadores recomienda por medio de instrucciones reservadas “… 1°- Que, seleccionando el elemento de orden de las poblaciones, constituyan la Guardia cívica voluntaria (…). 3°- Los voluntarios deben estar convenientemente instruidos del lugar donde deberán concentrarse en caso de alteración del orden, entendiéndose que han de concurrir con su armamento y munición correspondiente. 4°- Los Comisarios procederán de tal manera que los vecinos de más prestigio y capacidad resulten sus celebradores más eficientes y si la situación se tornara grave, han de admitir y aún solicitar que esos vecinos los asesoren en medidas que sea necesario adoptar (…) 6°- En caso de emergencia, los señores Comisarios procederán con la mayor mesura, tratando de evitar los medios violentos, pero, si fueran necesarias las medidas de esta naturaleza, obrarán con toda energía y rapidez. 7°- En lo que respecta a esta Capital, se servirá Ud. organizar los voluntarios de acuerdo con la nómina de ciudadanos que existe en la Jefatura (…)”.

Manuel Carlés, fundador de la Liga Patriótica, en Río Gallegos, según consigna la web elortiba.com.

El fragmento evidencia que la organización de la Liga Patriótica Argentina en Santa Cruz no fue un acto espontáneo ni producto de la exacerbación del conflicto obrero que se produce a partir de diciembre de 1920, sus antecedentes se remontan a varios años. Estos “comandos civiles”, verdaderos “grupos de tareas”, van dando lugar a la formación de organizaciones con los mismos objetivos en otras localidades: Asociación Pro-Patria en Puerto Santa Cruz (septiembre de 1918) y Asociación Círculo Argentino en Puerto Deseado (junio de 1920). La importancia de la brigada de la Liga Patriótica Argentina en el territorio se encuentra en que fue la organización que aglutinó a todas las fuerzas de la derecha territoriana. Correa Falcón y Klappenbach dan cuenta de esto cuando afirman que “aprovechando para ello los núcleos y centros ya formados y cuyas orientaciones y propósitos concordaban con las de aquella institución…”.

Sin restar importancia histórica a lo conquistado por la Federación Obrera en enero de 1921, la patronal agraria ya tenía resuelto como terminar con la conflictividad obrera, apelando a todos sus instrumentos desde el mismo momento de firmar el acuerdo comienza a organizarse para conseguir su cometido. En Buenos Aires las delegaciones presionarán al gobierno argentino en defensa de propietarios con inversiones en la región patagónica austral y los periódicos La Prensa y La Nación “informarán” sobre el caos reinante. Una comitiva de connotados estancieros se trasladó a Capital Federal para informar al parlamento nacional sobre la situación en el extremo continental del país. En el Territorio Nacional de Santa Cruz, los capitalistas continúan dándole forma a sus organizaciones corporativas (Sociedades Rurales y Asociación del Trabajo Libre).

Es una clase social que se prepara para la guerra, ese es el contexto de la fundación de la brigada local de la Liga Patriótica Argentina, una organización paraestatal de la extrema derecha organizada para conjurar el fantasma rojinegro. Caballadas, automotores, alojamiento, información e intervención en la represión será su aporte en los hechos armados que se produjeron sobre todo a partir de diciembre de 1921. Los sucesivos gobiernos patronales honrarán la memoria de los integrantes de estas bandas fascistas, numerosas calles llevan sus nombres en casi todas las ciudades santacruceñas.